FARRA, ‘algazara’, ‘juerga, parranda’, arg., urug., voz común con el brasil, farra ‘diversión ruidosa’, ‘orgía’, y con el vasco farra o parra ‘risa’, probablemente de origen onomatopéyico.
1.ª doc.: 1910, vocab. arg. de Garzón, Segovia (p. 213) y C. Bayo.
Sin embargo también en España se pueden hallar puntos de apoyo; aun dejando aparte el salm. y extrem., farraguas ‘muchacho travieso, mal encarado’ (Lamano; BRAE IV, 90), cuya relación con farra es dudosa, está especialmente el vasco farr-a, parr-a (guip., a. nav.), farre-a (guip., a. nav.), barre-a (vizc, b. nav.) ‘risa’, ‘burla’, barra ronc., salac., en Auñ. II, 66.3 barrea «la sonrisa»; Azkue no acepta la forma bar(r) que Bera-Me. da como básica, farranda ‘fanfarronada’2, barregarri ‘gracioso, ridículo’ (b. nav., ronc.)3. Según Michelena, BSVAP XI, 290, se emplearía también en gall. actual y en sentido análogo al del vasco. El ár. fáraɅ ‘fiesta, festín’ (que no pudo dar ALIFARA) tampoco habría dado el arg. farra, pues en España se pronunciaba faráɅ; GdDD vacila entre este étimo (371) y el más absurdo todavía lat. FERIARI (2723b), atendiendo al nav. furriela, furriola, «merendola, banquete campestre», «juerga, bullicio» (Iribarren), Mérida furiola, furiona, «juerga, comilona» (Zamora V.), Vitigudino furriona «bulla, gresca, algazara» (Lamano), que tampoco tienen relación con farra: teniendo en cuenta que en Navarra furriela es además «mujer descarada, sargenta» y furriel «individuo sucio, astroso, puerco», se ve que estamos ante el nombre del cabo furriel, encargado, como es sabido, de organizar las comilonas de los militares; en cuanto a furriona y furriola, están contaminados por el sinónimo merendona, que en Navarra se emplea disimilado en merendola. Para la relación semántica con la voz rioplatense, comp. el arg. tomar o tener a uno para la farra o para farrearlo ‘para burlarse de él’; esta ac. de ‘burla, broma’ será la originaria de farra en todas partes, de donde pasó a ‘algazara ruidosa’ (Garzón) y luego a ‘orgía’. Ahora bien, una f vasca que se cambia en r o en b indica una voz que, si bien no pertenece al viejo fondo del idioma, tiene que ser un préstamo ya algo antiguo o bien palabra onomatopéyica. Me parece más probable esto último, y me inclino a creer que la onomatopeya farr- se crearía independientemente en el País Vasco y a ambas orillas del Paraná y el Río de la Plata para expresar la noción de ‘risa o burla ruidosa’.
A pesar de lo claro que es que en todo esto hay mucho, y aun lo más, de expresivo-onomatopéyico, haremos bien en no descartar la idea de que la aportación de la familia romance de FAR, -RRIS, farro y FÁRRAGO, haya tenido asimismo importancia inicial en la formación de este complejo léxico. Nos informa Sarm. de que en su tiempo se empleaba arrandas para las papas o farros de avena en el gallego del Nordeste (Viveiro) y papas ave as alrededor de Santiago (CaG. 182r). Desecho su sugerencia de que sea vocablo introducido desde el asturiano, pues en Asturias la fa- se habría conservado sin cambiarse en (h)a-, tanto como en gallego. Pero esto lleva a suponer que se había empleado en el Norte de Galicia *farranda o parranda en el sentido de ‘papas, puches’, aunque el cruce con el sinónimo aveas condujo a la forma arrandas. Si parranda es de origen vascoide (es decir, vizcaíno o montañés oriental) FARRAGINEM > parranda se explicaría fonéticamente: la idea básica en lo semántico sería la de parranda «merienda de negros», «merendola» > ‘comilona, juerga’. Cf. el vco. b-nav. farranda ‘fanfarronada’, los port. farrém, farrão ‘mezcolanza’ (donde el étimo en -AGINEM está a la vista) y el port. pop. farronca «bazofia», arriba citados. Enlaza también a farria y fanfarria con la familia de farro el doble sentido del gall. farria que comento s. v. FARRO.
DERIV.
Farrear. Farrista. Parrandear, parrandeo, parrandero, parrandista (V. la nota).
1 Cita además el verbo farrearse (algo) en el sentido de ‘gastárselo en juergas’ en el porteño Francisco Grandmontagne, que escribía h. el año 1900.― ↩
2 Comp. el cast. parranda ‘jolgorio, fiesta, juerga’ [Acad. ya 1884, no 1843; ya en el cubano Pichardo, 1836], al que creo vasquismo. En el Oeste argentino designa una ‘reunión de gente humilde en que se bailan cuecas, gatos y malambos’ (Chaca, Hist. de Tupungato, p. 311), en el portugués de los Arcos de Valdevez es «reuniƟo de gente moça para dançar com música e descantes» (RL XXV, 185), que a su vez se da la mano con el trasm. parrana ‘pereza’, fazer panana ‘trabajar con poca voluntad’ (RL XII, 114). Dudo que haya relación con el port. mamporra ‘pandilla de vagabundos y juerguistas’, en el Brasil ‘pordioseo’ y ‘subterfugios, evasivas’, según propone Silvio de Almeida (RL XV, 355-6), que quisiera partir de perro como símbolo de la pereza. En vasco hay también el lab. farrandari ‘currutaco’, farrandatu ‘mostrarse ceñudo, orgulloso’ (Azkue). En cuanto a farras ‘indolente, abandonado’, farraskeri ‘ordinariez’ farraskiro ‘burdamente, rápidamente’, farrasta ‘barredura’, farrastatu ‘deshojar las cañas’, ‘desparramar el grano’, ‘barrer’, quizá queden aparte y vengan del cast. barrer.― ↩
3 Véase el diccionario de Azkue y el glosario del Cancionero de Manterola, en el cual se halla un ej. de farra en el donostiarra Serafín Baroja (p. 250), S. XIX. Además Navarro Tomás, Homen. a M. P. III, 609. ↩