FARRO, del lat. FAR, FARRIS, h., ‘especie de trigo’, ‘espelta’, ‘harina’, pero no puede ser forma oriunda de Castilla, quizá es italianismo.

1.ª doc.: APal.1

Transcribo de Covarr.: «Dize el Dr. Laguna, sobre Dioscórides, lib. 2, cap. 87, que se haze de trigo y de cevada, remojado el uno y el otro grano, y después despojado de su corteza, de suerte que el farro de cevada y la ptisana de los Griegos son una mesma cosa. Ordinariamente en España se haze del grano de la cevada limpio y quebrantado y descortezado: del qual se haze escudilla para los enfermos, refresca y sustenta.» Rob. de Nola (1525) da la receta para el potaje de farro (p. 68) y para el farro de harina de arroz (p. 199). Por otra parte Nebr. da otra ac.: «farro o escandia: far, ador», y, en efecto, Juan Márquez (1612), hablando de una tormenta, dice que el granizo agostó todos los cultivos «excepto el trigo y el farro, que eran algo más tardíos». La f- castellana indica que no es palabra popular en el Centro de España, y como vocablo de esta índole no puede ser cultismo, habrá de ser de procedencia forastera o dialectal. Lo más probable es que en la ac. descrita por Laguna sea italianismo, pues este autor dice «el llamado farro en Italia» (vid. Aut.), y en la otra será vocablo dialectal, aragonés, mozárabe o leonés2, quizá lo último en vista de la popularidad que allí revela el derivado farrapas.

DERIV.

Como FAR en latín era neutro y tenía el acusativo igual al nominativo, es natural que en romance predominara, por lo menos en parte, el consonantismo FAR- sobre FARR-: lo mismo que FĔL y MĔL neutros predominaron sobre FELLIS, MELLIS, etc., en nuestro caso, olvidado en latín vulgar el uso del genitivo, dativo y ablativo, sólo quedaban como formas vivas un singular FAR en el sentido de ‘harina’ y un plural FARRA en el sentido de ‘puches’ o ‘especie de trigo’ (más tarde sustituido por *FARROS o *FARRI, de donde un nuevo singular *FARRU). De ahí que de FAR se derivara el gall.-port. Farelo3 ‘salvado’, ast. occid. farieƫɊu (Munthe); y por otra parte se formó también *FARICULUM (clásico FARRICULUM), de donde el cast. harija ‘polvillo que el aire levanta del grano, cuando se muele, o de la harina cuando se cierne’ [Nebr.: «harija de molino o aceña: pollen»; 1565, Venegas; Cej. V, § 238], cuya terminación femenina puede explicarse sea por un plural neutro *FARICULA, sea por influjo de FARINA (que también es derivado de FAR, aunque ahí la -R- sencilla se explica por una simplificación fonética del latín arcaico); me atengo esencialmente a la opinión de Diez (Wb., 458) y G. de Diego (Contr., § 241), descartando por improbable semántica y morfológicamente la del REW 3197, que prefiere un «cambio de sufijo» de FARINA4. Fárrago [B. Gracián, 1657; Aut. acentúa fárrago y lo mismo hace todavía en sus versos Iriarte, † 1791, vid. Cuervo, Ap., § 112], tomado del lat. farrāgo, -agĭnis, ‘mezcla de varios granos’, ‘compilación de poco valor’; farragoso; farraguista. Farrapas ‘fariñas’ ast. (M. P., Dial. Leon.), farrapes f. pl. ‘gachas compuestas de harina de maíz, cocida con agua y sal’ (V); comp. alent. farrapos «bolos feitos de farinha, ovos, açúcar, manteiga de vaca e canela», RL XXIX, 220, Beira farropas «leite coagulada», RL II, 248, port. farripas, farrepas «cabeladura rala, grenha», farroupo ‘cerdo’, farroupilha ‘individuo mal vestido’ (pero comp., por otra parte, desfarrapado, s. v. HARAPO); gallego local tierra farria ‘la que parece compuesta de pedazos de pizarrillas y se deshace entre los dedos’, que Sarm., CaG. 242 v, localiza en Lourizán, cerca de Pontevedra, pero en Castro Caldelas, no lejos de allá se dice echar farrias por ‘fanfarrias’ o ‘fanfurriñas’ (243r y cf. p. 98). Cultismos recientes son confarreación y difarreación.

1 «Ador es un linaje de farro» 8d, «cantabrum es farro de que se pasturan los canes, de ahechaduras de trigo y de salvados» 57b; además 166d, 1736 y 566.―

2 Fonéticamente el paso de FARRE a farro se explica en Italia por un hecho de analogía a base del plural, muy difundido en este idioma. El cat. farro puede representar FARRE fonéticamente (comp. verro < VERRES), con -o como vocal secundaria de apoyo tras RR. Del port. farro [Moraes] podría sospecharse que sea extranjerismo, en vista de la discrepancia consonántica con el diminutivo farelo ‘salvado’, que parte del neutro FAR, pero en vista del tipo farrapos creo será autóctono.―

3 Sabido es que en port. el vocablo aparece por lo menos desde princ. S. XVI (Gil Vicente); Sarm. lo da en gallego como «salvados de los que no se hace pan» (más groseros que el relón o ximón), CaG. 227r.―

4 No es posible, por razones fonéticas, partir del ár. harîsa «frumentum» (R. Martí), harîs ‘molido’, según quiere Eguílaz (p. 420), pues la s arábiga sólo podía dar ç (o a lo sumo x), pero no la -j- sonora antigua, comprobada por Nebr.; el testimonio de Tienda de la Hariza citado por Eguílaz no tendrá que ver con harija, sino será nombre propio, como entendieron los editores, semejante al aragonés Ariza (en el Cid, Fariza).