ESPUNDIA, ‘úlcera en las caballerías, con excrecencia de carne’, probablemente representante semiculto del lat. SPONGէA ‘esponja’, por la consistencia fungosa de estas excrecencias.

1.ª doc.: S. XIII, Libro de los Cavallos, 104.13; 1546, Albeitería de Francisco de la Reina; 1551, F. Chacón, Tratado de la Jineta, cap. 14.

Explica Aut.: «enfermedad en la bestias caballares: y es una llaga sangrienta con algún tumor, cuyo nacimiento es sobre venas y arterias, y se arraiga no sólo en las partes carnosas, sino también en las nerviosas: con la diferencia de que las que nacen sobre las carnosas tienen mucha humedad y suelen crecer mucho; y las que se crían sobre las nerviosas, no tanto, aunque sí con callosidad y dureza».

Es vocablo muy bien documentado en el portugués medieval: espunlha en el Canc. Colocci-Brancuti, 338.6 y 12 y 446.6, siempre rimando con unlha ‘uña’; R. Lapa, CEsc. 131.13; espunlha (1 ej.) y esponlha (2 ejs.) en la Alveitaria de Mestre Giraldo (a. 1318), RL XII, 53. Hoy gall. espunlla ‘tumor de los caballos’; spulha o pulha es ‘verruga en la mano o en el pie’ en el Minho (RL XXIX, 264), ‘verrugas de las manos’ en Tuy (Sarm. CaG. 210r); en el Valle del Limia (Galicia) espullas son los espolones del gallo (Schneider, VKR XI, s. v.); y Castelao emplea espulla con el significado de ‘verruga’, ‘tumor esponjoso’: «as espullas heillas dar eu a el!», «o que mais o magou foi que lle imitase as espullas do nariz», «limpiei de espullas o nariz» (199.26, 28, 29). C. Michaëlis, RL XIII, 310-2, sentó ya la buena etimología, citando una parte de esta documentación, llamando la atención sobre la forma esponias que aparece en una glosa de med. o fines del S. XVI, y advirtendo que estes excrecencias son esponjosas.

De hecho en un territorio tan alejado como el Campidano de Cerdeña spongia designa una «malattia dei cavalli alle gambe di dietro, it. cappelletto», según Spano1. Buena confirmación nos la proporciona la forma ehpuncia ‘úlcera de las caballerías’ empleada en Malpartida de Plasencia (frente a dos espundia de otras localidades de Cáceres y Sierra de Gata), Espinosa, Arc. Dial., 39. Es forma paralela a juncia empleada en la misma localidad para ‘enjundia’, procedente de AXUNGIA, e igual que en este caso hubo en castellano el tratamiento normal NGI > nzi y luego ndi, con la evolución de la z sonora que es general en esta zona extremeña, y que en nuestro caso se ha extendido hasta el castellano central, por la ayuda que le prestaba la disimilación frente a la otra sibilante del vocablo; Sajambre espuncias ‘respigones de las uñas’ (Fz. Gonzz., Oseja, 268). En cuanto a las formas portuguesas, es fácil comprender el tratamiento semiculto SPONGIA > esponya (como en la glosa citada) > espunya, donde el grupo anómalo ny pasó luego a nlh, no tanto seguramente por vía fonética como por el influjo del conexo unlha ‘uña’.

Sin razón postuló G. de Diego (Contr., § 560) una base *SPONGULA ‘eponjita’ (con el tratamiento de COYUNDA y SENDOS), pues una vez demostrada la inexistencia del supuesto primitivo *SPONGA (vid. ESPONJA) carece enteramente de apoyo el tal diminutivo. Además convendría tener en cuenta que el gall. espulla tiene junto con la de «grano» la ac. «salpullido, erupción formada por muchos granitos o ronchas» (Carré). El propio GdD en su GrHistGall., p. 74 lo relacionaba con un gall. espoas (no en Carré) que no localiza ni fecha; aunque algo de eso debe de haber, pues espoar es ‘tamizar (pineirar) la harina por segunda vez para mejor limpiarla’ evidente derivado de ‘polvo’; mucho menos claro se ve que espulla resulte de un cruce de espoas con ullas ‘uñas’ (así GdD, GrHistGall.).

1 M-L., REW 8173 y 8174, acepta la etimología de C. Michaëlis, y cita además un logod. ispundzola < *SPONGIOLA, también como nombre de una enfermedad de los caballos. Pero este vocablo tiene significado muy diferente en Spano, y M-L., que no cita fuente, pudo confundirse.