CRIZNEJA, ‘trenza de cabellos’, ‘soga o pleita de esparto o materia semejante’, probablemente del lat. vg. *CRզNէCULA (lat. CRINICULUS), diminutivo de CRINIS ‘cabello’, ‘cabellera’, ‘trenza’; la -z- se puede explicar fácilmente, sea por un cruce o partiendo de otro diminutivo *CRINICELLA, de donde *crinziella y luego crizneja.

1.ª doc.: 1505, PAlc. («crisneja de tres cuerdas: mazúra»)1.

Lope de Rueda (†1565) lo emplea en el sentido de ‘crines’, llamando al Sol «el de las doradas crisnejas» (ed. Acad., II, 16). Góngora escribió figuradamente «mal se dejara romper de ninguno crisneja de tales tres nietas» (Alemany). Por otra parte, en un romance de germanía de los publicados por Juan Hidalgo (1609) sale la voz crisna2cinta, cordoncillo, galón’ («Darle he tirantes velludas, / y cotón de seda parda: / red y sarzo de contray, / pifo de color morada, / gavión con crisna de oro / y una muy rica medalla: / que tengan invidia todos / los de la Jacarandana», Hill, Poes. Germanescas, p. 71, v. 315); siendo voz germanesca es probable que sea derivado regresivo de crisneja. No conozco otros testimonios antiguos del vocablo, que falta en APal., Nebr., Percivale, Franciosini, Covarr., Oudin, Aut., Terr., etc. Define Minsheu (1623): «criznejas: high standing feathers in a plume of feathers». La Acad., ya en 1783, registra crezneja ‘pleita pequeña hecha de esparto cocido y majado’ (comp. el ej. de Pérez Calvo en Pagés) y crizneja ‘soga o trenza hecha de mimbres’; en 1884 aparece además crisneja con referencia a crizneja. Hoy, como en el Siglo de Oro, el vocablo se emplea en Andalucía (crineja ‘soga de cinco liñuelos’: hacía crineja para las cargas de leña, en Alcalá Venceslada) y en varios puntos de América: clineja ‘trenza’ en el Cibao dominicano (Brito), clineja ‘la trenza o crencha del cabello en las mujeres, tejida en tres ramales o madejas gruesas’ en Venezuela (Picón Febres), y crisneja se emplea en el Oeste argentino, en San Juan (Rogelio Díaz, Toponimia de San Juan, s. v. simba) y en Mendoza (vid. grabado en el diario Los Andes, 31-VII-1940) para el objeto que un jesuíta del S. XVIII describe así: «se hace de la totora ya madura... una especie de cuerda trenzada de tres hilos y cada hilo compuesto de muchas hojas o ramas de esta planta... Esta cuerda... viene destinada a servir de cubierta o de forro a los barriles de greda... en que se conducen los vinos y aguardientes... esta crisneja, que es en el país su nombre, es un reparo y preservativo con que se preservan los caldos... de... la fuerza del calor en viajes tan dilatados» (Draghi, Fuente Americana, p. 52).

No hay otra dificultad en partir de *CRINICULA ‘trenza pequeña’―forma vulgar muy lógica puesto que CRINIS era femenino en el latín hispánico― que la -s- o -z- que se intercala ante la N. Probablemente se debe a un cruce con alguna palabra, quizá brizna o bizna ‘brizna, fibra’ (vid. BINZA). También podría suponerse un diminutivo *CRINICELLA > *crinziella > *crizniella, con trasposición regular de las consonantes, que después se habría convertido en crizneja, sea por un sencillo cambio de sufijo o por un cruce con el sinónimo CERNEJA 3. Entonces la primera e de crezneja se explicaría por disimilación en la forma *criznilla > *creznilla. De otro modo puede explicarse también por influjo de CRENCHA. Compárense estos dos artículos. No se puede partir de un lat. [?] gricenea «funis crassus» sólo documentado en Festo (como quiere Alessio, RFE XXXVIII, 238), voz de existencia dudosa y que como étimo tropezaría con dificultades fonéticas y morfológicas.

DERIV.

Encrisnejado [«unas trenzas que parecían crines de caballo encrisnejadas», P. Acosta, 1590].

1 Esta palabra hispanoárabe falta en los diccionarios, incluso Dozy. Éste (II, 587b) sólo trascribe la definición arábiga de la voz māzûr en el diccionario sirio Mohit-al-Mohit, sin explicarla. Se trata de algo referente a cuerdas (Ʌabl), y el verbo derivado mawzar al-Ʌabl significa ‘atar un māzûr’.―

2 Por una derivación retrógrada semejante se explica crisne empleado por Gonz. de Clavijo: «la saya de Jhesu Christo [reliquia]... non parescia que fuese texido, salvo commo labrada de aguja ca los filos paresçian commo torçidos en crisne e muy juntos» (así en varios mss.; el ms. básico de la ed. Lz. Estrada trae el error de lectura evidente crisue, p. 53).―

3 Que se produjo este cruce es bastante seguro, pues el andaluz Fdo. Chacón (1546) recomienda que el buen caballo tenga «las canillas de pies y manos muy anchas y con crenejas», es decir, ‘cernejas’ (Trat. Jineta, cap. 2). Donde al mismo tiempo vemos que hubo variantes de crizneja sin la z advenediza.