CAZURRO, ‘grosero’, ‘marrullero’, ‘malicioso’, ‘insociable’, vieja palabra afectiva, común al castellano y el portugués, de origen desconocido, quizá prerromano.

1.ª doc.: 11971; Berceo.

Tenía -ç- sorda constante en la Edad Media: J. Ruiz, G. de Segovia (88), Nebr., PAlc., en portugués, etc. Las acs. son varias dentro de una común nota peyorativa. En los SS. XIII y XIV, es muy común la de ‘grosero’, sea con el matiz especial de ‘chocarrero, que quiere ser gracioso, pero groseramente’, sea con el de ‘descompuesto, desvergonzado, impropio para que lo vean u oigan mujeres’: así J. Ruiz, al hablar de sus cantares caçurros (114a, 947b, 1514d), manifiesta temor repetidamente, por lo que pensarán de él «las dueñas», o recomienda al enamorado que aspira al éxito «non quieras ser caçurro nin seas escarnidor» (557b), y las Partidas califican de palabras caçurras las que son impropias de hombres buenos, y mayormente del Rey, lo cual ejemplifica Covarr. «como nombrar el miembro genital de uno y otro sexo»2.

Se comprende, pues, que en portugués caçurrento haya llegado a ‘sucio, deshonesto, asqueroso’ (Viterbo) y ‘sucio, lleno de porquería’ (Figueiredo), caçurro ‘suciedad, falta de limpieza’ (id.), mientras que en los SS. XIV-XV caçurria era «galanteria, zombaria» (según el glosario de los Inéditos de Alcobaça, en Viterbo). Por otra parte, el matiz de ‘chocarrero’ no era menos común, pues el Arcipreste habla de la caçurrías (-orrías) del burro convertido en juglar del león (895a, 1405c), y los juglares cazurros constituyeron una clase especial, que podía incluso oponerse a los demás juglares, sustantivando nuestro adjetivo: cazurros nin joglares, en Berceo, y cazurro opuesto a joglar, remedador y segrel, en la Declaratió del senhor rey N’Amfos de Castela, versificada en 1275 por el trovador provenzal Guiraut Riquier, quien los describe como los faltos de buenas maneras, que recitan sin sentido o ejercitan su vil arte por calles y plazas (M. P., Poesía Jugl., pp. 15-16; C. Michaëlis, ZRPh. XX, 176-7n.). Posteriormente, algo de la idea de rustiquez queda adherido a cazurro, sea en el uso preferente del vocablo por parte de aldeanos (Auto de Caín y Abel; pasiego cazurrear), sea en su mismo significado: un villano, en la Farsa de Alonso de Salaya (S. XVI), propone marcharse para que no le tengan por cazurro (ed. J. E. Gillet, v. 129), y el dialecto mirandés se llama falar caçurro, a distinción del portugués literario (Leite de V., Philol. Mirand. I, 16-17); de ahí en la Extremadura portuguesa caçurro por ‘terreno inculto’3.

Así nos explicamos también que las acs. modernas coincidan con las cualidades que tradicionalmente se atribuyen al aldeano: ‘marrullero, astuto, malicioso’, ‘reservado, insociable, de pocas palabras’ [Aut.]4. Otras acs. secundarias del lenguaje antiguo alcanzaron menos difusión: ‘avaro, ávido’ (en Nebr. y PAlc.), ‘zaino, falso, coceador (hablando de caballerías)’: cavallo velho cuçurr’e alazam en el Cancionero de la Vaticana, 1080 (donde quizá deberá leerse caçurr’), caçurro aplicado a un mulo de muchos achaques en el Colocci-Brancuti, 446.12 (R. Lapa, CEsc. 57.27, 131.12).

Poco se ha escrito acerca de la etimología de cazurro. Como ya notó su propia autora, no es aceptable la ocurrencia de C. Michaëlis, *canzurro, derivado de can ‘perro’, por no explicarse la pérdida de la n, y aún más, porque así deberíamos tener -z- sonora. El ár. ȝûr o qaȝûr (Eguílaz, 366) presenta una gama de significados de una igualdad impresionante con los de palabra castellana: ‘insociable, que huye de la sociedad’ (árabe clásico), ȝur (íd.) o ȝar (R. Martí) ‘sucio, inmundo’, ȝir ‘sucio’, ‘malo’, ‘avaro, mezquino’ (Bocthor), quȝûra ‘suciedad’, ‘excremento’, ‘bellaquería’ (R. Martí, PAlc.), maqȝûr ‘sucio, desarreglado’, ‘bellaco’ (PAlc.), verbo ȝar ‘ensuciar’. Pero la dificultad fonética es insuperable: el ȝal arábigo se representa constantemente por d en los préstamos castellanos5, y si algún caso hay de z en transcripciones medievales, por lo demás raras y dudosas6, es sólo en forma de z y no de ç sorda. Es verdad que la coincidencia semántica es tan perfecta y detallada, que difícilmente podemos rehuir la conclusión de que existió un influjo semántico del ár. qaȝûr, ȝar, etc., sobre el romance cazurro7, pero el origen primero de este vocablo ha de ser otro. Quizá prerromano, conforme a lo que sugiere el sufijo; puede compararse quizá el port. caturra m. y f. ‘persona terca y aferrada a ideas antiguas, que halla defectos a todo y se complace en discutir’, y es posible que no anduviera desencaminado Leite de Vasconcellos al sugerir un parentesco con el vasco zakurr ‘perro’, teniendo en cuenta las calidades de grosería, suciedad y cachondez que el lenguaje vulgar atribuye a este animal8.

DERIV.

Cazurría [S. XIV: J. Manuel, J. Ruiz].

1 Un Dominico Cazurro en doc. navarro de 1197 referente a la navegación en el Ebro, cit. Michelena, FoLiVa I, 46. No veo cómo podría relacionarse con el vasco [donde no existe, al menos hoy, tal vocablo], aunque éste tenga zurr, el étimo de ZURDO y CHURRE; aquel ya lo hallamos en el sobrenombre Diego Çurro en doc. de Olite de 1288, lo cual vagamente parece sugerido por el contexto de Michelena; a lo sumo se vería un camino si zurr, que en vco.-fr. es zuhurr, fuese metátesis de *huzurr, construcción muy aventurada (hay zugur en Baztán ―pero esto debe de ser epéntesis― y el sul. y ronc. z(hu)r parecen sugerir más bien un ZUNURR, como admite el propio Michelena, Fon. 303). En todo caso, no parece posible que tenga nada que ver con el vco. común gezur (vizc. guzur) ‘mentira’, entre muchas razones, porque esta palabra no se usa ni parece haberse usado nunca como adjetivo. Un cruce del vco. zurr con el ár. qaȝûr es idea concebible, pero nada verosímil mientras no se encuentren en románico formas con la -d- de la palabra árabe.―

2 J. Manuel relaciona con el pecado de la carne «los dichos de los mozos», a los que califica de cazurrías (Libro de los Castigos, Rivad. LI, 266). Análogamente en los Castigos de D. Sancho, nuestro adjetivo significa ‘obsceno’ (palabra caçurra nin lixosa, ed. Rey, 141) o ‘vicioso’ (mala vida e acaçurrada, p. 124). Esta agravación progresiva se acentúa en el Auto de Caín y Abel, S. XVI (Rouanet, II, 158), donde un personaje que habla sayagués acusa a Caín de haber cazurrado a su hermano, es decir, ‘matado traidoramente’. Comp. quizá el barcelonés vulgar capxorrar ‘atacar a alguien cruelmente y sin contemplaciones’, que puede ser castellanismo antiguo, y por otra parte, el pasiego cazurrear ‘golpear la cría con la cabeza la ubre en el acto de mamar’ (G. Lomas).―

3 «Montículo natural, pedregoso e inculto, no meio de uma propriedade cultivada», ibíd. II, 273.―

4 ‘Taciturno, que sólo de cuando en cuando suelta una palabra o frase intencionada, como quien nada dice, pero sabiendo el buen o mal efecto que va a causar’, en gallego (Vall.). Para el castellano, ejs. en DHist.―

5 Las dos etimologías de Eguílaz, gazapo ‘mentira’ < ȝab, y port. asserio ‘uva blanca’ < aȝā ‘vírgenes’, son indisputablemente falsas.―

6 Coinciden en este punto Steiger, Contr., 125-6, y A. Alonso, RFH VIII, 20.―

7 Especialmente en lo que se refiere a acs. algo apartadas de las demás, como en el cazurro ‘avaro, ávido’ de Nebr.―

8 Está claro que ha de haber alguna relación entre cazurro y el port. casmurro «aquele que é teimoso, cabeçudo; triste, sorumbático». Podría imaginarse que éste saliera de *camçurro, lo mismo que lesma viene de *LIMCEM. Teniendo en cuenta que mazorro (MAZORRAL) viene probablemente del ár. manzûr, cabría entonces imaginar que caçurro y casmurro saliesen de un *quamɊûr, que a su vez fuese metátesis de maqɊûr, metátesis provocada por el influjo del casi-sinónimo qādûr (V. arriba). Realmente maqɊûr figura en ciertos diccionarios árabes (Belot) con la definición «raccourci, restreint, borné», que no sería inadecuada como base semántica del vocablo que nos interesa. Sin embargo, no creo en esta etimología. MaqɊûr es el participio pasivo del verbo de uso general Ɋar (de donde derivan palabras de sentido análogo, como muqáɊɊir y qaɊîr ‘tonto, imbécil’), pero este verbo es, sobre todo, intransitivo (‘faltar, ser insuficiente’), y así no se encuentra su participio pasivo, ni en los diccionarios clásicos ni en los del árabe español, y donde aparece, tiene más bien el sentido puramente material de ‘acortado’ (Beaussier). Por otra parte, el port. casmurro, parece ser palabra puramente moderna (falta Moraes y Vieira, y CortesƟo sólo trae ej. del S. XIX), luego habrá que mirarlo más bien como alteración del antiguo caçurro, bajo el influjo de los sinónimos amorrado, morrinhoso y su familia.