MAZORRAL, ‘grosero, basto’, derivado de mazorro íd., conservado en portugués, manzorro en castellano antiguo; teniendo en cuenta que el gasc. mounsourre significa ‘taciturno, enfurruñado’, es probable que venga del ár. manzûr ‘escaso, enclenque’, de la raíz názar ‘ser pequeño, exiguo’.
1.ª doc.: princ. S. XV, Canc. de Baena.
«Llegó Alfonso de las Eras / con muy lindas cañilleras / tan gordas como un tapial; / e disiendo todos: «¡dal!», / quando alguno le fería, / el cavallero descreía, / de tal burla maçorral», escribe Ferrant Manuel de Lando en dicho cancionero (n.° 286, v. 184). Covarr. explica «maçorral: lo que está hecho toscamente, con maço»; Aut. «grossero, rudo, basto» y cita el ej. de Quevedo: «hay cosquilla cabriola, / hay cosquilla mazorral, / del concomo y del gritillo, / con su poquito de ay». Es palabra de uso más bien escaso, a veces empleada todavía en literatura. El portugués vacila entre maçorral y mazorral, de igual significado, ya empleado aquél por Ferreira de Vasconcelos (h. 1535), mas éste declarado más correcto por el prosódico Bento Pereira (1647). Además el portugués tiene el simple mazorro, documentado en escritores del S. XIX, con el significado de ‘mazorral’ y además ‘perezoso’ y ‘sombrío, triste’ (Fig.; CortesƟo; GGr. I, § 28). Ahora bien, el gascón mounsour, -ourre es «sournois, taciturne, boudeur, renfrogné» en Bayona, Landes y Gers (Palay); y en Guillén de Segovia (h. 1475) aparece manzorro, -a, lo cual sugiere a Tallgren (p. 86) la idea de que venga del ár. manzûr «modicus, exilis», registrado por Freytag (IV, 265a) según el ?auharí y el Qamûs. Téngase en cuenta el vasco a.-nav. y guip. mantzur ‘avaro’, ‘huraño’, a.-nav., b.-nav., guip. y lab. maltzur ‘astuto, socarrón’ (Michelena, BSVAP XII, 368), que puede venir también, directa o indirectamente, del mismo étimo arábigo; aunque también se podría analizar eman + zur (propiamente ‘prudente en dar’). Por más que no tenga otra documentación de este vocablo árabe, no hay por qué dudar de su existencia en el lenguaje oral, pues la raíz názar es de las más fecundas y populares del idioma, y está documentada en textos vulgares (Dozy, Suppl. II, 656a; Beaussier; Fagnan; nazr «parum», R. Martí); el verbo názur ‘ser poco, exiguo, enclenque’, aunque sea intransitivo, pudo formar el participio pasivo manzûr, de lo que no escasean los ejemplos. Como por otra parte el derivar mazorral de mazo, aunque posible semántica y morfológicamente, no correspondería a un tipo de derivación ordinario ni bien claro en lo semántico, me adhiero a la etimología de Tallgren. El paso de ‘escaso, enclenque’ a ‘miserable’ y el de éste a ‘grosero’ era muy fácil; y como indiqué en BDC XXIV, 72, no era raro que el z arábigo, en posición inicial o tras n, diera la sorda ç en romance; para ejs. de reducción de nz > ç en arabismos romances, V. allí mismo.