BUÉTAGO, ant., santand., ‘bofe, pulmón’, origen incierto, quizá de una raíz romance B֊TT- ‘hinchazón’, ‘objeto redondeado’, de creación expresiva.

1.ª doc.: bútago, S. XIII, Libro de los Cavallos 41.26; buétago, 1386.

No es posible aceptar la idea de G. de Diego, BRAE VII, 253, de que sea variante de HÍGADO, con metátesis de las dos consonantes, pues el diptongo procede de ֊ y no hay formas romances de FICATUM con esta vocal tónica; por otra parte, no se explicaría la conservación de la -t- sorda, y el significado ‘hígado’ que buétago ha tomado en Santander, lo mismo que el de ‘pulmón’ que ha tomado el bearn. hidye son muy modernos y evidentemente secundarios. Más razonable es derivar de BOFE, a base de *bo(f)étago (FICATUM), como hizo M. P., Festgabe Mussafia, 391: la adición del sufijo átono -´ago no ofrecería dificultad, aunque sería chocante la combinación de un sufijo tan genuino con el forastero -ete; sobre todo se oponen a esta etimología la falta de aspiración entre la u y la e de buétago en la Edad Media (López de Ayala, Nebr.) y en el habla popular santanderina (Pereda, Huidobro, Mugica, G. Lomas: güétagos, güétabos), y la variante bútago, hoy usual en Cespedosa (RFE XV, 135, 274), ‘chorizo de bofes’ en dos pueblos de Ávila (RDTP IV, 630)1 y en Michoacán y Jalisco (BDHA IV, 310)2, comparable a tútano junto a tuétano, otra palabra de origen onomatopéyico; también el derivado abotagar, abutagar, nos indica que en buétago fué diptongo desde el principio. Entre los representantes romances de la raíz B֊TT- están el it. bòtta ‘sapo’ y el fr. botte ‘manojo’ (comp. REW3 1239a).

DERIV.

Abotagarse ‘inflarse’, ‘entorpecerse’ [princ. S. XVII], con variante abutagarse (en Quevedo y en Sorapán, y hoy en Bogotá: Cuervo, Ap., § 794); la otra variante abotargarse, que falta aún en Aut. y sólo aparece h. 1750, es debida a influjo de BOTARGA por etimología popular.

1 Botagueña (but-) en otros de Ávila, Segovia y Madrid.―

2 Figura ya en PAlc. (1505), aunque en el lugar alfabético correspondiente a buétago. Parece que el autor escribió así, y luego él mismo o el impresor sustituyeron por la otra forma, que les era familiar.