BRIZNA, del anticuado y dialectal brinza, que es probablemente el resultado de un cruce de BINZA ‘fibra’ con bringa ‘brizna’ (V. BRENCA).

1.ª doc.: h. 1250, Setenario, 43.15; 1423, E. de Villena (brisna); h. 1440, J. de Mena (brizna).

Brinza figura en Terr. y el derivado brinzoso en la Albeitería de Ramírez (1659); hoy brincia en Santander (Alcalde del Río), cat. dial. brinxa ‘brizna (de retama)’ (oído junto a Vic), port. brinça ‘peucédano, planta con tallo erguido, de unos 70 cm. de altura’ (no conozco el port. brinza que cita el REW). Para otros testimonios, con el significado de ‘fibra’, V. BINZA. El paso de nz a zn, como en GOZNE, etc. Cuando la forma cruzada fué la variante brenca o brenga, resultó Cespedosa brenza ‘nervio o piltrafa de la carne’ (RFE XV, 258) o ast. brezna ‘astilla menuda’, ‘rendija, mella’ (Rato), brezna ‘átomo, brizna’ en L. de Zamora († 1614: Cej., Voc.)1; ésta es también la variante del ms. E del Setenario, mientras que en el otro se lee «el metal deve sser... batido de guisa que non finque brisna nin quebrantadura». Otras sugestiones sobre el origen de brizna, vagas o inaceptables, véanse en Schuchardt, ZRPh. XXVI, 400; Spitzer, RFH VII, 298. El célt. *BRINCEA de GdDD 1136 es devaneo sin el menor fundamento.

1 Brenca como nombre conquense del culantrillo de pozo, en Covarr., es errata por brença, como sospecha el DHist., comp. brença en Suárez de Ribera (1730), yerba brença en Esteban Villa (1637), port. avença, citados por Colmeiro. Yerba bínka, que según Simonet sería el culantrillo en Abenbuclárix, será otra planta, seguramente la vincapervinca.