BREÑA, de origen desconocido, seguramente prerromano.

1.ª doc.: Villasandino († h. 1425: Canc. de Baena, n.° 199, v. 18).

El significado más antiguo parece ser el de ‘valle agreste, quebrada’: «En la medianía del valle partido / moré algunt tienpo, ques breña segura» (Villasandino), «llegó a una breña que se dice Valverde» (Crón. de Juan II), son los dos ejs. más antiguos; hay otro en el Canc. de Baena (W. Schmid)1. Nada más fácil que llegar desde ahí, por una parte a ‘lugar peñascoso’, y por otra parte a ‘paraje enmarañado, poblado de maleza’ (testimonios de ambos en Gili): el mismo sentido doble tienen GÁNDARA y el cast. maleza junto al cat. malesa ‘despeñadero’ (Festschr. Jud, 582). G. de Diego, Contr., 178-184, estudió detenidamente el vocablo y propuso como etimología el lat. VORAGէNEMsumidero’, que también habría dado BRAÑA. Los artículos de G. de Diego sobre breña y braña (en RFE XXXVI, 257-86, y GdDD 7276), donde insiste en su etimología, son una confusa aglomeración de palabras de procedencias heterogéneas (el granadino guájar[a] ―vid, aquí s. v. GUÁJAR ― ¡sería VORAGINEM > *vroágine > *groájara!, etc.). Casi lo único de valor ahí es la lista de ejs. literarios de breña en las pp. 268-9, que por lo demás sólo confirman lo ya sabido. Las mismas objeciones que hago en el artículo BRAÑA contra la etim. VORAGէNEM, repetidamente defendida por G. de Diego, valen aquí, con la agravante de la é y de que breña está aún más alejado semánticamente. Para formas romances emparentadas con el cast. breña, port. brenha, V. el citado artículo BRAÑA, y agregúese quizá el b. lat. lombardo brenium, brinium, ‘casa derribada’ (a. 830-906, Bosshard, VRom. III, 201). Si realmente hay relación etimológica entre breña y braña, lo que está muy lejos de ser seguro por el sentido, como fuera de la Península sólo se hallan formas con á, se podría admitir que breña viene de braña cruzado con peña. Pero es más probable que breña ‘quebrada’ sea voz prerromana independiente; acaso relacionada con el tipo ‘salvado, grano quebrantado’ (V. BREN, galorromano BRէNNO-). Sin embargo, como no se ven razones decisivas para dudar del carácter genuino del port. brenha «terra quebrada entre penhas, povoada de silvas» (Moraes)2, más bien habría que buscar un étimo con N? o GN. Tal vez podamos suponer un célt. *BRէGNAlugar montañoso, fragoso’, primitivamente adjetivo, derivado de BRէGA, conservado en tantos nombres de lugar hispanos (Conimbriga, Segobriga, Alpobriga, Añuébrega, quizá Sepúlveda, -ega, si viene de *Seppobriga), y que a juzgar por el irl. ant. bri (breg), galés y bretón bre, significaba ‘monte, colina’, galés bry ‘alto, elevado’, y era pariente del germ. berg, arm. berj ‘altura’, avéstico berəzi- ‘montaña’. Claro está que deberá estudiarse esta sugestión con más calma. Comp. BARANDA.

DERIV.

Embreñarse [princ. S. XVII, vid. Cuervo, Bol. C. y C. III, 264].

1 Breñas: peñas, en Lucas Fernández, ed. 1474, f° Aiii, v°a. Además brena, con significado topográfico, pero difícil de precisar, aparece en una escritura asturiana de 781, según Du Cange. Habría que averiguar su autenticidad. En cuanto a la forma brena, recogida por Vergara Martín, Vocabulario de Segovia, como propia de Santander o Burgos, va con una definición contradictoria y lo más probable es que se trate de un topónimo que no tenga relación alguna con breña.―

2 Aunque ni éste ni CortesƟo en su Onomástico citan documentación antigua de esta palabra portuguesa.