BLEDO, del lat. BLէTUM y éste del gr. βλίτον íd.
Es palabra independiente de la
anterior por su origen y significado. Gall.
beldro (Sarm.
CaG.
A100
v,
A151
v, 152
r, 186
r, 94
r) que quizá procede del diminutivo
BLITULUM, aunque debe tenerse en cuenta la posible influencia de los encuentros secundarios sufridos por este vocablo con
VERDOLAGA (gall.
beldroega) y con
VENTILARE (>
BELDAR,
bieldo); cf. port.
bredo ‘bledo’ y
bredoega,
bedroega ‘verdolaga’; o
beldro figuradamente ‘la vulva’ («
férvelle o ~», Sarm.
CaG. pp. 168-169) y luego ‘prostituta’ y ‘mujer despreciable’ (
DAcG.)