BESUGO, origen incierto, quizá procedente del oc. besu(c) o besugue ‘bizco’, por los ojos abultados del besugo; del mismo origen que BISOJO.

1.ª doc.: J. Ruiz1.

Se halla en gallego besugo2, port. besugo y vesugo3, cat. besuc y besugo, prov. besugo f., genov. bezûgo (Casaccia, con -z- = s sonora), maltés bazugo, ár. argelino bešûq, ár. marroquí beƇûq. Cuáles de estas formas son antiguas y cuáles importadas es difícil de decidir; podemos, en cambio, estar seguros de que el it. besugo, besciugo, bessuco, viene del español, pues sólo figura en traducciones hechas en el S. XVI sobre originales de esta procedencia (Zaccaria); y el campid. ba?ucu, por su a, debe venir del catalán4. Por razones fonéticas no puede derivar de BISULCUSque tiene dos surcos’; y un derivado de BIS, ‘dos veces’, en -ȢCUS, es inverosímil semántica y morfológicamente. Simonet (p. 44) imagina sea metátesis de SABOGA ‘sábalo’ (pez muy diferente del besugo, por cierto), seguramente fijándose en que el argelino bešûq designa una variedad de sábalo, y en que un pez mencionado por el historiador marroquí Abenabizar (princ. S. XIV), que en uno de los manuscritos lleva el nombre de b[a]sûqa, en otro manuscrito es š[a]bûqa, pero otros manuscritos dan b[a]štûqa y bûqa (Dozy I, 129a)5, de modo que este dato es confuso y tiene poco valor. Lo más razonable es fijarse con Moll (RFE XXVI, 501-2) en el detalle que siempre ha llamado más la atención en el besugo, a saber, sus ojos abultados, que producen el efecto de una visión anormal6: recuérdese que en el Quijote, en la Pícara Justina y hoy mismo se llama ojos de besugo a los humanos cuando están medio vueltos; de aquí que sea natural relacionar con el oc. besù o besugue (fem. besugo), gasc. bichuc ‘bizco’, campid. bi?ògu, que a su vez se enlazan con el a. it. bisœucc, cast. BISOJO íd., procedentes de BIS-OCULUS. Por desgracia la evolución fonética no es clara. Podemos admitir que BIS-OCULUS dió oc. besu(c) por cruce con caluc ‘miope’, y entonces el Sur de Francia debiera ser el punto de partida del vocablo. Sin embargo sólo el cast. besugo está documentado en la Edad Media, y es sabido que el besugo más famoso es el del Cantábrico, y en particular el de Santander (Pícara Justina), de Laredo7 o de Bermeo (J. Ruiz)8. Quizá podría orillarse esta dificultad admitiendo que fué en Gascuña donde besuc ‘bizco’ se aplicó como nombre del besugo, y que este nombre gascón, como BACALAO, se extendió primero al castellano y desde aquí pasó al Mediterráneo9.

1 Ejs. de los SS. XVI y posteriores en el DHist. Además vesugo, traduciendo un b. lat. bisugium o vesurgium, en los glosarios publ. p. A. Castro (h. 1400) (el citado vesurgium recuerda curiosamente el nombre antiguo del río Weser, que es Visurgis desde Pomponio Mela y Estrabón; pero será casual o más bien se tratará de una alteración seudoetimológica introducida por un erudito en bajo latín: al fin y al cabo el besugo es pez marino y no fluvial); besugo en poeta aragonés del S. XV (BRAE XIX, 93), en la carta 132 de Santa Teresa, etc.―

2 Lo omiten en general los diccs. gallegos, pero ya Sarm. anotó que lo había comido y oído su nombre en Pontevedra (CaG. 81r). Quizá sea variante de éste el gall. basóca ‘pez de mar, variedad de faneca, pero de mejor gusto’ (Carré) ¿O será metátesis de saboga, -oca? Se cita además una variante baroca no sé si bien documentada, que si lo está invitaría a desconfiar.―

3 Así en Moraes y ya en el S, XV (Canc. de Rezende), pero la forma más extendida hoy parece ser besugo.―

4 Datos complementarios: En Marruecos según Lerch. es beǤûq; en vasco vizc. y guip. bixigu, besigu (que Michelena Fon. Hist. Va. 78) declara procedente de una palabra romance de forma análoga a la castellana. Más interesante parece el hecho de que ahora se halla un dato del cat. besuc en Balaguer ya en 1383, vid. DECat., pero las formas modernas en -o, hoy casi generales revelan que en catalán es castellanismo, y la aparición tan al Oeste como Balaguer es nuevo indicio de la procedencia cantábrica en catalán.―

5 Teniendo en cuenta esta posible aparición del marr. y argel. besûq, -šûq, en un texto del S. XIV y el vesurgium del glos. aragonés de 1400, llamo la atención, por lo que pudiere valer, hacia el parecido con el persa buzurg ‘grande’, persa ant. vazrka, pelví y pártico vazurg ‘grande, de gran tamaño, alto, sublime’ (Nyberg, Man. of Pahlavi II 207; Pok. IEW 1117.34): queda la seria objeción fonética de que, procediendo del iranio a través del árabe, habría que contar con una -ç- o -z- y no una -s-, y base semántica vaga, con verosimilitud geográfica, mediocre, que difícilmente mejoraríamos sumándole el indicio del Visurgis (cf. nota 2): de todos modos el Weser está tan al Oeste que cuesta creer ahí en un nombre iranio arcaico, de abolengo sármata.―

6 Véase el besugo grabado en el Diccionario Alcover. Recuérdese que el nombre italiano es occhiale u occhialone, y el gallego ollomòl (propiamente ‘ojo blando’) no es un besugo ordinario (Vall.) sino más pequeño, distinto y no tan sabroso (Sarm.).―

7 Así en el citado poeta aragonés del S. XV. También Acad.―

8 Aunque Alcover sólo cita cat. besuc, la forma corriente en Valencia (El Archivo II, 153) y en Barcelona es más bien besugo ―con s sonora―, alterada en besúbol en S. Feliu de Guíxols (Alcover). Luego parece tratarse de un castellanismo, aunque ya muy antiguo, pero no de un occitanismo.―

9 No puedo comprobar la noticia, que según el DHist. se lee en la traducción de Plinio por Huerta (1624), de que en ciertas partes de España se dice bezogo por besugo. Esto hace pensar en que en gallegoportugués el cambio de BIS֊CŬLUS en *besógo(o) sería regular. Para la ú se podría pensar en una metafonía de las tan frecuentes en esta lengua. Pero este fenómeno sólo afecta a las oo cerradas (tudo, fusco, curto, chumbo, etc.). ¿Habrá que pensar en un tratamiento especial ante la o en hiato (besóguo y ó > u por metafonía ante Ȯ) y admitir origen gallego-portugués? Esto suprimiría todas las demás dificultades; aunque no puedo apoyarlo con otros casos semejantes, no me parece inverosímil.