ANGAZO, leon. ‘rastro (instrumento agrícola)’, derivado del gall. anga ‘hierro saliente en una caldera para cogerla’, y éste probablemente del gót. *ANGA ‘gancho’, ‘anzuelo’ (a. alem. ant. ango, ags. onga, escand. ant. ange, alem. angel, ingl. angle).
Dentro del dominio lingüístico castellano sólo se emplea en dialectos leoneses:
angazo o
engarazu en el Oeste de Asturias para un gancho destinado a extraer algas marinas (Acevedo-F.),
ingazu ‘rastrillo para trabajar en el prado’ en otros puntos de la región (Rato),
engazo ‘horca para hacinar mieses’ en el Bierzo (G. Rey); la ac. ‘rastrillo para pescar’ es gallega según la Acad. En el idioma vecino el vocablo tiene mucha mayor extensión y arraigo, y no sólo
engaço pertenece al portugués literario en el sentido de ‘rastrillo’ y ‘racimo de uvas sin los granos’, sino que se emplea popularmente en el Limia (
VKR XI, 265), en las localidades trasmontanas de Mogadouro y Vila-Real (
RL V, 46; XII, 94), en la Sierra de Estrella (
VKR IV, 162), etc.; gall.
angazo «uno como escarpidor de madera con un mango, con el cual se junta la paja en la era» (Sarm.
CatVG. 96
r, 126
r). Gall.
engado ‘cebo’ (Lugrís,
Gram. 158), ‘cebo’, ‘engaño para atraer’, ‘aliciente’ (Carré);
engadar ‘atraer con engado’ (Carré)
1. Como étimo M-L. (
REW 4017), al parecer fundándose en un artículo de Leite de V., propuso un lat. vg.
*HAMէCA derivado de
HAMUS ‘anzuelo’, relacionando esta familia iberorromance con el norm.
ẽg, valón
ẽš, y luego con el logud.
àmigu. Sin embargo, como es indudable que la familia del a. alem. ant.
ango ‘gancho’, ‘aguijón’, ‘anzuelo’, ha dado descendencia romance, así en Bélgica, Anjou y Lorena (Gamillscheg,
R. G. I, p. 197;
FEW I,
95b, s. v.
angeln y
angon;
REW 458
c, 463), como en el Norte de Italia (comp. aquí, s. v.
ALIER)
, es preferible no postular este lat. vg.
*HAMICA, de formación algo extraña, y derivar todas estas voces romances del fráncico, el longobardo y el gótico, respectivamente. Así se podrá suprimir el artículo
*HAMICA del
REW, admitiendo que el sardo
àmigu sea un préstamo del italiano alterado por influjo de
amu ‘anzuelo’, de origen latino, o bien un mero derivado sardo de
amu. Comp.
ENGORRAR.