AÑADIR, del hispanolatino *INADDERE, derivado de ADDĔRE.

1.ª doc.: eñadir (o eñader), Cid; añadir, Berceo.

Cuervo, Dice I, 498-500; Cej. IX, § 178. También port. ant. anadir, enadir, enader (hoy acrecentar), cat. ant. enadir (hoy afegir). A pesar del extraordinario parecido, nada tiene que ver el rum. înnădi ‘unir’, ‘añadir’, ‘atraer’, que deriva del eslavismo nadă ‘cebo’: INADDERE hubiera dado *ínnăzi. Es palabra exclusiva de las lenguas hispánicas1. El lat. INADDERE no parece estar documentado antes de 1015, en que hallamos el presente plural inatemus en un documento leonés de 10152. La ñ castellana y tal vez la n portuguesa (pero V. abajo) postulan una base con -NN- (pero el cat. ant. enadir corresponde a -N- sencilla); no creo que esta forma se explique por una especie de metátesis de la geminación (*INADDERE > *INNADERE), como sugiere G. de Diego, Contr. § 312, sino por un falso análisis de *INADDERE, percibido como derivado de un *NADDERE y convertido en *INNADDERE; es fenómeno que se da a menudo en italiano (innamorare, innacquare, innaspare, innestare, etc.) y no falta algún ejemplo catalán (ennartar, derivado de art). O quizá, más exactamente (pues todo viene a ser lo mismo), se trata de un resultado analógico de la vacilación entre anudar y añudar, anublar y añublar, anascar y añascar.

Variantes españolas. Añader (sin cambio de conjugación) en Apol. (28) Rim. de Palacio (572), Alfonso el Sabio, Villena y otros (DHist.); eñader, 1.ª Partida, ed. A. Bonet, p. 9. Enadir, representante inalterado de INADDERE, se halla en el Cronicón Villarense (BRAE VI, 199), en Alex, (O 925a: enmiéndese endré en enadré, futuro de enadir, de acuerdo con el metro), hoy en judeoespañol y con metátesis de las vocales chil. anedir. Añadir: F. Juzgo, E. de Villena. Eñadir (de donde luego añadir por cambio de prefijo) se halla en Berceo (Mil. 587), y de aquí resulta por metátesis vocálica la forma añedir (presente añide, pret. añidió, ger. añidiendo), muy común en textos de los SS. XVI-XVII3 y hoy vulgar casi en todas partes (Asturias, Salamanca, Cespedosa, Andalucía, Murcia, Rioja, Navarra, Aragón; Nuevo Méjico, Méjico, Colombia, Chile, Argentina, etc.)4.

Hay también un port. ant. enader, del cual cita CortesƟo dos ejs. del S. XIV en los Inéditos de Alcobaça, que podría resultar también del supuesto *INNADERE, pero es bastante inseguro, porque en esas fechas la grafía en- con -n- intervocálica puede también significar - con la vocal nasalizada, y esto es lo que da a entender la grafía em ader que observamos en la Gral. Est. de princ. S. XIV: «Semyramis he de Nyno bem andante c? casamento de tam grande marido herdeiro de moytas cousas, ...moytas mays lle em adeyo» 156.29 (e igualmente en 36.20, 26.17, 82.16); la misma grafía em-adeo en la Chrónica de Don Pedro y en otro pasaje de dichos Inéditos (CortesƟo s. v.) y que su significado fónico es ader o eader resulta manifiesto gracias a la otra grafía mh que tenemos en otro pasaje de aquella Crónica «mas huum outro autor emhade em esto dizendo»; en las Ctgs. hay menos datos y las grafías son más equívocas: «sen enader nen minguar», « adendo e provezendo» 414.3, 20.45. Ésta es pues la génesis del gall. engadir, en el cual esa pronunciación excepcional eadir se ha convertido en la normal g, mientras que en portugués, al caer la -N- intervocálica resultó (a)der, forma demasiado breve y equívoca para perdurar, lo cual ha sido causa de la desaparición del vocablo en el país vecino, donde ha sido modernamente sustituido por acrecentar. El gallego, en cambio, mantuvo primero (como en ua artículo indeterminado femenino, grafiado hoy unha, pero que Sarm. solía representar más claramente por umha) y después lo desarrolló y «normalizó» en g en la forma moderna engadir: «querendo engadir á vella tradición esquecida unha nova tradición» Castelao 84.13, 42.15, también engader («ouxetos que se poden engader a outros» íd. 70.25).

DERIV.

Añadido. Añadidura. Añadimiento. Gall. engádega ‘añadidura’ (Terra de Melide, 1933, p. 2) < *engádega (էNADDէTA) influído por -ádego = cast. azgo. Hay también en gall. engado ‘cebo’ y engadar ‘poner el cebo’, y éste podría entenderse como una variante del cit. engader con un nuevo matiz de ‘poner algo como apéndice o colgajo de otro objeto’ > ‘proveer de cebo’: «no voy a pescar, o engadar, porque no tengo engado» Sarm. CaG 217υ (pontev. engado ‘cebo o yesca para pescar’ y figuradamente ‘cualquier cebo o yesca para beber’ (ibid.). En parte es realmente esto, pero en el fondo se trata más bien de un Deriv. de la raíz del gall. anga ‘hierro saliente para coger una caldera’, león. ANGAZO ‘rastrillo’, ‘gancho’, que vienen del germ. común ANGO, alem. e ingl. angel ‘anzuelo’, aunque sumado en gallego con la raíz engadir ‘añadir’. El gall. engado se emplea además hoy, partiendo de la idea de ‘cebo’, con el sentido figurado de ‘atractivo, encanto que ejerce algo’: «resistir o seu engado», «os engados da sua carne non tiñan segredo para os ollos de ninguén», «o albre é un engado dos ollos» Castelao 243.7f., 204.1f., 254.15, 228.8.

1 El judeofrancés anader, enader, puede ser hispanismo; vid. para ésta y otras formas judeo-rromances, Blondheim, Rom. XLIX, 354-5.―

2 M. P., Oríg., 256, cree se trata de un caso de ultracorrección de la sonorización romance, y esto parece muy verosímil. M-L. ha citado repetidamente (así REW1) una forma cat. enater, que no sé dónde está documentada (Moll, Suph., niega su existencia). Si es real ya no puede explicarse de este modo, sino como resultado de la geminada -DD- tal como evolucionó en cat. retre REDDERE, atansar ADDENSARE, almugatèn ‘almocadén’ < ár. muqaddam, cast. atarazana < ár. (ad)-dâr aɊ-Ɋanâa, cat. gepa GIBBUS (y otros ejs. de p < BB citados en BDC XXIV, 14n. 1).―

3 Cervantes de Salazar (RFE I, 193), J. B. de Morales, a. 1618 (RFE XI, 252), Aldrete (Origen, 48v°l y passim). Más ejs. en DHist., s. v. añedir y añidir, forma que en realidad no existe, por lo menos en el infinitivo.―

4 V. para esta forma: Cuervo, Ap., § 776; Alonso y Rosenblat, BDHA I, 88-89n., a quienes se debe la buena explicación de estas variantes.