ANDRAJO, ‘harapo’, origen incierto, quizá alteración de *haldajo, derivado de halda ‘falda’, comp. port. dial, fandalho, frandalho, íd.

1.ª doc.: 1475, Guillén de Segovia, p. 171 (Nougué, BHisp. LXVII); 1490 (Celestina; APal. 542d).

Es un hecho cierto que el vocablo comenzaba por h aspirada, como escriben APal («vestiduras viejas rasgadas, que son handrajos») y Pineda (1589), pues los judíos españoles pronuncian ȟandraɁo, lo mismo en Marruecos (BRAE XV, 202)1, que en Bosnia (RFE XVII, 132) y en otras partes de Oriente (ȟandraɁo, ȟrandaɁo: Wagner, VKR IV, 243). Es muy probable que esta h venga de una f más antigua, pues se halla frandalho «farrapo» en el portugués de Vila-Real, Tras-os-Montes (RL XII, 99), y fandalho en el de Barroso (RL XXXV, 239), jalandro (< *handralo) y filindrajo corren en Murcia (G. Soriano), y falandraix íd. penetra en el catalán de Ribagorza (Peralta de la Sal: ZRPh. XLV, 238), si bien aquí ha de ser castellanismo antiguo según la -x (< *flandraix < *f(l)andraɁo)2. También los nav. falandrajo, cilindrajo, arag. filindrajo (Iribarren), resultan del primitivo faldrajo cruzado con el común andrajo (y parcialmente influjo de filo ‘hilo’, con f- > Ȏ-); desde luego no un fantástico *FIMBRIACULUS (GdDD 2933a). Me parecen sugestivas para la etimología las formas portuguesas, sobre todo el barrosano fandalho, que se continúa por Galicia como bandallo3, y que fácilmente puede ser forma disimilada de *faldalho, mientras que el trasm. frandalho va con el port. fralda4 ‘falda’, con la misma r secundaria (repercusiva) que en castellano aparece en la sílaba siguiente, lo mismo en handrajo que en un derivado indudable de falda como es faldriquera (faldiquera, FALTRIQUERA) 5. La evolución fonética sería faldao > fraldao > (disim.) frandao > frandajo > (f)andrajo. Si el vocablo nació en Castilla la disimilación de l en n hubo de ser muy antigua, anterior al cambio castellano de en j. A no ser que sea voz procedente del leonés occidental o de otro dialecto. Para lo semántico, téngase en cuenta que la falda no es más que un pedazo de vestido, eso significaba su étimo germánico (= alem. falte ‘pliegue’), y la ac. ‘faldón, pañal, trozo cualquiera de un vestido’ es muy frecuente en la Edad Media («lacinia» Nebr., APal. 35d); comp. el cast. jirón ‘andrajo’ con su padre el fr. giron ‘regazo’ (del fráncico GAIROpunta de lanza’); y para lo fonético comp. el cat. vulgar fandilla ‘falda de mujer’, el logud. fronda ‘delantal’ y el cast. andulario ‘falda vieja’, ‘persona sin domicilio’6.

Deben rechazarse las etimologías arábigas ȐindirâǤ ‘rasgón’ (Acad.; falta esta raíz en Dozy, Suppl.), base contradicha por la h- cast. y por la f- y -lh- portuguesas; miȓraǤ ‘harapo’ (Eguílaz, 264), completamente inaceptable desde el punto de vista fonético; y ȟanȶar ‘desechos, desperdicios’ (K. Levy, ZRPh. LI, 704), que no ofrece sentido muy adecuado y que es palabra ajena al árabe vulgar (falta Dozy). La relación con el alem. hader ‘harapo’, propuesta por Subak y no rechazada del todo por Wagner (l. c.), es muy inverosímil por tratarse de un vocablo exclusivo del alemán entre las lenguas germánicas, y que por lo tanto no existiría en gótico (de la variante fráncica hadilo viene el fr. haillon, pero el español no ha tenido contacto directo con el bajo ni alto alemán)7. Comp. CALANDRAJO.

DERIV.

Andrajoso [1602, La Lena]. Andrajero. Desandrajado [1502: Cartujano].

1 O handrapo, handrapa, por cruce con harapo (ibid 196).―

2 No sé si el parecido con Rouergue andral (Mistral), ondral (Vayssier) «haillon» (aquí -lh > -l, comp. fil ‘hijo’), será algo más que casual. Es forma aislada en los dialectos occitanos. Si acaso tendría que ser un aragonesismo antiguo, procedente de *andrallo. Pero quizá estará más bien por *landral e irá con el prov. eslandrà ‘desgarrar’ (Mistral). Por lo demás hoy en Aragón sólo hallo pelindráos en Echo (RLiR XI, 195), donde hay cruce con pellingo; pelindajo debe de emplearse en el castellano de Vizcaya, pues de él se sirve Azkue para traducir el vasco txildrin ‘colgajo que se arrastra en el ruedo del pantalón o de la saya’.―

3 «Los colgajos y farrapos de vestidos viejos», Sarm. CaG. 164v, forma contaminada por banda en el sentido de ‘faja, cinta’. Pero no será derivado verdadero de esta palabra que, aunque ya vieja en el idioma, es galicismo y en esta ac. fué siempre propia del léxico de guerreros y soldados. Además hay baldallos ib. 187r1 y bandola 187r8, con cambio de sufijo.―

4 El gall. ant. esfraldado en una CEsc. de Alfonso el Sabio (22.20) y sofraldar ‘levantar la falda’ (CaEsc. 200.12), así como el port. mod. fralda, presentan traslado de la r; sin éste, faldralho había de disimilarse a fandralho > handrajo. Gall. faldra; pero en Pontevedra distinguieron empleando esta variante para la falda de la camisa y dejando falda para lo demás (Sarm. CaG. 192v).―

5 También podría pensarse en un derivado de HENDER, port. fender, pero sorprendería entonces la unanimidad del vocalismo a en la primera sílaba de todas las variantes de andrajo. Nótese que J. de Pineda habla de hacer andrajos un jarro, lo cual nos lleva cerca de la idea de ‘hender’ o ‘quebrar’.―

6 Impide dar por segura esta etimología de andrajo la h- del judeoespañol, pues en esta habla, la F- se conserva, o bien se pierde sin dejar rastro. Sin embargo, como en el judeoespañol se fundieron dialectos varios, no está probado que no puede contener algún caso esporádico de aspiración de la F-.―

7 Además costaría explicar la añadidura de n en palabra que no tiene otra nasal. Si esta nasal fuese secundaria podríamos sacar de andrajo el a. arag. orient. trafallón ‘harapo’ (BDC XXIV, 182), a base de un *fatrallón metatizado, pero es forma tan alejada fonéticamente que no es natural admitir relación con andrajo mientras no aparezcan otros indicios. Más bien será *trapallón con influjo de farapo, fandrajo, etc.