ANAQUEL, ‘estante’, del ár. naqqâl ‘transportador’, derivado de n-q-l ‘transportar’: designó primero al que transportaba objetos, después la tabla en que los transportaba y finalmente un estante o anaquel.

1.ª doc.: 1633.

Dozy, Gloss., 189, 190. No es normal el paso de â a e, tras q, y tampoco es corriente que los arabismos empiecen por ana- y no por aña- o alna-: la historia del vocablo no está bien averiguada (comp. los sinónimos VASAR, POYATA), pero la etimología es indudable1. Un duplicado semántico y fonético del vocablo, de forma más regular, es añacal ‘el que lleva el trigo al molino’ [Orden. de Sevilla, ed. 1527], ‘tabla en que se lleva el pan al horno’, anacalo ‘criado de la hornera, que iba a las casas particulares por el pan que se había de cocer, y lo llevaba al horno en unas tablas grandes’ [Covarr.].

DERIV.

Añacalero and. ‘el que acarrea cal, teja, ladrillo y otros materiales para las obras’.

1 Quizá *alnaquel pasaría ulteriormente a anaquel, comp. ANAFE.