Cuando el rey de Jerusalén envía a la hermana del conde de Trípoli para casar con el emperador de Constantinopla «todos sos parientes e amigos dieron algo de lo suyo... allí fueron los paños de seda de muchas maneras... e coronas d’oro e de piedras preciosas, e cintas e
cerciellos, e sartales e sortijas...» (Rivad. XLVII, 497
b, lín. 8). Con el mismo sentido en J. Ruiz: «dam
çarçillos (
G çarciellos) e hevilla de latón bien reluziente» exige la serrana Menga Lloriente cuando piden su mano (1004
a);
traer al sarçillo (
G al çarcillo) parece significar ‘al retortero’ en 718
d, aunque no es seguro que sea el mismo vocablo. Sea como quiera, esta variante en -
a- puede explicarse fácilmente por vía fonética y es aún más probable que contribuyera mucho a su formación o a su triunfo el influjo de
ZARZO, que no carece de afinidad semántica. Sea como quiera, la forma antigua aparece también, en otra de las acs. del vocablo, en invent. arag. de 1331, donde
cerciello vale ‘cello’ (
BRAE II, 553). Nebr. todavía se mantiene fiel a la misma: «
cercillo de vid: capreolus, clavicula;
c.
de oreja: inauris»; y
cercillos ‘pendientes’ está en la Biblia judeoespañola de Ferrara (1553),
BRAE V 356. Pero APal. ya emplea
çarcillos ‘pendientes’ (206
d, 300
d), y
Aut. no conoce otra forma, en cualquiera de las tres acs. citadas; la de ‘arco de cuba’ la califica de aragonesa. Sigue hoy siendo palabra generalmente conocida, sobre todo en la ac. ‘pendientes’. La andaluza Fernán Caballero distingue entre los dos sinónimos, aplicando
pendientes a cada uno de los colgajos que componen un
zarcillo de tres pendientes (
La Gaviota I, cap. 14, p. 176).
Ya Cabrera, Dicc. de Etimologías, indicó la etimología CIRCELLUS, voz documentada en escolios de Juvenal y en otras fuentes, en su sentido primitivo de ‘aro pequeño’ y en otras acs., y que en la Vida de León III (h. 800) significa lo mismo que en español: «obtulit circellos paria duo gemmis ornatos». Con este valor se ha conservado además en muchas hablas balcánicas y del Sur de Italia: gr. mod. κουρκέλλι ‘anillo de hierro’, dalm. kerkelli ‘pendientes’ (S. XV, ZRPh. LIV, 482), rum. cercel íd., sic. circeȓȓu, napol. chirchiello, Vasto ciarcille «cerchietti d’oro coi quali si bucano i lobuli delle orecchie» (Jud, ZRPh. XXXVIII, 29n.; ASNSL CXXII, 433), el sic. ant. chirchelli «orecchini a cerchio» no se debe a influjo cast. puesto que ya aparece en el S. XIV (ARom. XX, 42). Por lo demás, en romance se ha conservado solamente en el fr. cerceau, con el sentido de ‘aro de cuba’, comp. CERCO.