VENIR, del lat. VĔNIRE ‘ir’, ‘venir’.

1.ª doc.: Cid.

De uso general en todas las épocas y conservado en todos los romances. El estudio de las formas, y aun de los significados, de un verbo tan esencial, pertenece más a la gramática que al diccionario. En latín la distinción de sentido entre IRE y VENIRE era enteramente distinta de la que se ha impuesto en cast. mod.; VENIRE expresaba comúnmente lo que llaman los lingüistas el «aspecto determinado» e IRE el «aspecto indeterminado». Esto es: aquél expresa un movimiento encaminado a un lugar definido, en tanto que el movimiento expresado por IRE no tiende de por sí hacia un lugar preciso, más bien expresa el lugar por donde se va, la manera como se va, el propósito de la ida, etc.: eo alia via, pedibus o equis ire, cubitum ire, sic eat quaecumque Romana lugebit hostem; por otra parte Athenas venit, ei venit in mentem, venire in conspectum alicujus. De esta manera ire equivalía muchas veces más bien al sentido del cast. andar, mientras que venire expresaba movimiento hacia un lugar cualquiera que fuese la posición que respecto de él ocupase el sujeto hablante. Pero como en el lenguaje hablado de toda persona abundan sobre todo las frases de movimiento hacia el lugar que ella ocupa, es natural que en todas las lenguas romances se tendiera a relacionar VENIRE con los movimientos hacia ese lugar, empleo en el cual era imposible ya en latín echar mano de IRE, por su mismo sentido aspectual. Sin embargo, en los demás romances se conserva la posibilidad de emplear VENIRE para movimientos hacia lugares no ocupados por el hablante, posibilidad que permanece casi sin limitaciones en la época medieval y que modernamente ha quedado prácticamente restringida a los movimientos hacia la persona a quien se habla, o hacia la persona que habla, o a los movimientos hacia un tercer lugar cuando se hacen junto con el que habla: así en it., fr., oc., cat., donde tan posible es decir vengo a te, je viens tout de suite, vindré a veure’t cada dia, vols venir amb mi a veure’l?, como digli che venga qua, dis-lui qu’il vienne, digues-li que vingui (por lo demás ésa es también la amplitud semántica del ingl. to come, del alem. kommen, etc.)1.

El castellano moderno se aparta de los idiomas hermanos, restringiendo aún más el empleo de venir, limitado exclusivamente al movimiento hacia la primera persona; y esencialmente hace lo mismo el portugués de la metrópoli, donde a la pregunta tens demora? se responde vou, mien) tras que en la India portuguesa todavía se dice, medievalmente, venho (RL XXVII, 290). En cast. esta restricción es también muy moderna: todavía Lope escribía «¿No vienes, conde? ―Ya vengo» (El Cuerdo Loco, v. 124); ejs. semejantes se encuentran en Cervantes, Juan de Valdés (Diál. de la L., 173.3), Apol., Bocados de Oro, Berceo (Mil, 52d, 53a, 725b, 862b, 909a), etc. (listas en MLN XXVII, 173n.18; Icaza, Supercherías y errores cervantinos, 1917, 27-39; BRAE III, 75-79; ZRPh. XII, 563; Rom. XVII, 417). Hoy la restricción moderna parece ser bastante general a todos los países de lengua cast., pues en la Arg. sólo la violan los italianos, los catalanes y sus hijos; pero quizá no sea así en todas partes: Lemos nos informa de que en las provincias ecuatorianas de Cañar y Azuay es popular decir ¿yo vendré? «tocando las puertas de una habitación, como pidiendo permiso para entrar» (Barb. Fon., s. v.). Por lo demás, en la Edad Media y aun el Siglo de Oro, el empleo de venir por el moderno ir no se reduce al caso del movimiento hacia la segunda persona, pues como en las demás lenguas romances medievales es casi tan amplio como en latín, y puede referirse al movimiento hacia cualquier lugar determinado: «con estas pláticas llegamos a Torrejón, donde se quedó, que venía a ver una prima suya» Quevedo (Buscón, Cl. C., p. 102), «D. Quijote se despidió de sus huéspedes, los cuales rogaron se viniese con ellos a Sevilla» (Quijote I, xiv, Cl. C. I, 326; íd. I, xlii, IV, 112), «me habéis de hacer merced de venir conmigo, que llevando un español a mi lado... haré cuenta que llevo en mi guarda los ejércitos de Jerjes» (La Señora Cornelia, ed. Hz. Ureña, p. 175), «los caminos donde los Moros avían de venir a Granada» Pz. de Hita (ed. Blanchard II, 20); algunas veces se hace sinónimo de ‘llegar’ o ‘acudir’: Berceo, Mil., 711a, 734a, 888d, 889a, etc.

Hispanismo típico es el uso reflexivo venirse, ya documentado en Berceo (Mil., 81c), de tono muy popular y aun plebeyo en casos como vínose para San Lúcar (así Pz. de Hita, I, 297), normal y general en la casa se viene abajo (ya Calderón, Mágico Prodigioso III, xxix, ed. Losada, p. 251).

Ast. vinir (V).

DERIV.

Venida [Berceo]. Venidero [1212, M. P., D. L., 113.7; «affore, ser v. al tiempo futuro» APal. 10b; «v., que a de venir: venturus; v., que a de ser: futurus» Nebr.]. Venedizo. Viniente, raramente veniente. Ventura ‘suene buena o mala’ [Cid], especialmente ‘buena suerte, dicha’ [Cid], de VENTȢRA ‘lo por venir’, pl. neutro de VENTȢRUS ‘el que ha de venir’ (venturo es latinismo raro en cast.); venturado ant. ‘dichoso’ (Berceo); venturanza; venturero [«fortuitus» Nebr.], gall. ventureiro: «as froliñas ventureiras que nacen nos campos... dende entón eu quixen ser un ventureiro das letras» Castelao 158.11, 158.15; venturoso [«en lides venturoso» Berceo, S. M. 128b]; venturón; venturina [Aut.]; desventura [med. S. XIII, Buenos Prov., 10.20]; desventurado [desav-, Rim. de Palacio, 1186].

Avenir [Cid: Cuervo, Dicc. I, 798-801; es muy corriente en la 1.ª Crón. Gral. con los sentidos de ‘ocurrir’ (8b, 24b, 25a, 38b) y ‘ponerse de acuerdo’ (27b, 37a); «a. el río: diluo, inundo; a., convenirse: convenio» Nebr.]; la variante advenir es grafía latinizante anticuada o galicismo reciente; avenida [1209, M. P., D. L., 161.15; 2.ª mitad S. XIII, Alfonso X]; avenidero; avenidor; aveniente (para el acatalanado avenenteza, vid. AVILANTEZ); avenencia [1206, M. P., D. L., 266.4; 1240, F. Juzgo]2; en la ac. ‘especie de cucharón de mango largo para sacar vino de una bota’ [¿S. XV?, ej. en DHist.], hoy se dice venencia; advenedizo (o avene- o aveni- ant.); avenimiento y adven-; adviento [S. XV, Santillana, DHist.], tomado de advĕntus ‘llegada’; adventicio; desavenir [h. 1290, 1.ª Crón. Gral., 408a27]. Aventura [1206, M. P., D. L., 266.71; 1240, F. Juzgo]; aventurar [Berceo: Cuervo, Dicc. I, 804-5]; aventurado; aventurero [princ. S. XV, Canc. de Baena]; aventuroso ant.

Circunvenir [Acad. S. XIX], poco usado, tomado de circumvenire íd.

Contravenir [1240, F. Juzgo; frecuente sólo desde el S. XVI: Cuervo, Dicc. II, 501-2]; contraveniente; contraventor [Aut.]; contravención [ley de 1532-1640, N. Recopil., Aut.: Cuervo, Dicc. II, 501].

Convenir [1206, M. P., D. L., 265.19; 1240, F. Juzgo: Cuervo, Dicc. II, 515-9; docs. leon. de 1245 y 1291: Staaff 77.54, 71.31 y 49], de CONVENIRE, ‘ir a un mismo lugar, juntarse’; convenio [Acad., ya 1780; no Gili, Tes., APal., Covarr., C. de las Casas; Fcha. sólo conven en unos autos del S. XVI; Góngora; Schmidt, Canc. de Baena; Tilander, F. Aragón, Vidal Mayor; Gorosch], cat. conveni [S. XIX en DAlcM. y Belvitges, nada en Ag. ni Balari, Torra, Lacav., Aversó ni P. Marc]3, b. lat. convenium, según DuC. sólo en unos Fueros arag. de 1180 de Alfonso el Casto de Aragón; it. convegno es normalmente ‘reunión’, pero Dante lo emplea en el sentido de ‘condición’, ac. que Buti confirma; FEW *CONVENIUM cita oc. ant. coviens ‘convention’ en los Comptes Consul. d’Albi (nada Levy, Rayn., Pansier ni Mistral), fr. ant. y med. couvin ‘affaire, projet, machination, accord’ (SS. XIII-XV); port. convénio (sólo Fig., no Moraes ni CortesƟo); convención [Nebr.].

Conveniente [Berceo: Cuervo, Diccionario de Construcción y Régimen II, 513-5; para el vulgarismo conviniente: Cuervo, Obr. Inéditas, 197]; conveniencia [-nenza, 1206; -nencia, Berceo y hasta el S. XV: Cuervo, Dicc. II, 511-3; -niencia, Nebr.; comenencia vulgar en ast., V, y en muchas partes]; inconveniente; convenible [1240, F. Juzgo; S. XVII: Cuervo, Dicc. II, 510-1]; desconvenir [«desconcertarse» Nebr.]; reconvenir [Aut.]; reconvención [Aut.]; convención [Nebr.], tomado del lat. conventio, -ōnis, ‘reunión’; convencional; convencionalismo; de conventio es contracción el lat. contio, -ōnis, ‘arenga’, rara vez empleado en cast. en la forma conción; concionar. Convento [-viento, Berceo, ‘concurso de gente’, S. Or., 137, ya en Berceo aplicado a una comunidad de religiosos; «-vento, lugar; -vento, las mesmas personas: conventus» Nebr.], tomado de convĕntus, -ūs, ‘reunión de gente’; conventual [Nebr.].

Devenir, raro y poco castizo [Acad. S. XIX], del fr. devenir; se emplea sustantivado (y aun como verbo), en calidad de tecnicismo filosófico para traducir el alem. das Werden.

Evenir, raro, de evenire ‘acaecer’; evento [h. 1520, Padilla (C. C. Smith, BHisp. LXI); Quevedo], de eventus, -ūs, íd.; eventual [Acad. S. XIX], eventualidad.

Intervenir [entreve-, Alex., 1162; interve- Pz. de Guzmán (C. C. Smith), Nebr., h. 1580, Fr. L. de Granada, Fr. L. de León], de intervenire íd.; entrevenimiento ant. (Nebr.); intervención [S. XVII, Aut.]; interventor [Acad. S. XIX].

Inventar [Celestina (C. C. Smith); Nebr.], derivado culto (común a las varias lenguas romances) del lat. inventum ‘invención’ [> cast. invento, S. XVII, Aut.], derivado de invenire ‘hallar’; invención [1433, Villena (C. C. Smith); Nebr.; el semi-popular invinción, ya en Boscán y Tirso: Cuervo, Obr. Inéd., 197]; inventor [h. 1440, A. Torre, Mena (C. C. Smith); Nebr.]; inventivo [fin S. XVI, Aut.], inventiva [Calderón]; inventario [Nebrija], del lat. inventarium, propiamente ‘lista de lo hallado’.

Obvención, de obventio, -onis; obvencional (derechos -les), falta en Acad.

Prevenirp., anticiparse: praevenio» Nebr.], de praevenire íd.; los clásicos, además de la ac. ‘preparar’ (Rz. de Alarcón, Paredes Oyen, v. 127, etc.) y demás generales, le dan la de ‘avisar, advertir’ («dentro de una hora / los pescadores prevén / que canten y bailen» Tirso, Burlador I, 688), hoy anticuada en España, pero popular en la Arg. (M. Fierro I, 1700), donde llega hasta ‘anunciar’ («me habían prevenido este recibimiento» Bufano, La Prensa, 23-XI-1941); prevenido; desprevenido; preveniente; prevención; preventivo.

Provenir [2.ª mitad S. XVI, Aut.], de provenire ‘adelantarse’, ‘aparecer, nacer, producirse’; proveniente.

Revenir ‘volver’ ant. (Alex., 60), -rse ‘encogerse, consumirse’ [Covarr.], ‘avinagrarse’, ‘ceder’ [Aut.], ‘escupir una cosa hacia fuera la humedad que tiene’ [Acad.], ‘inundarse una tierra’ arg., chil. (Amunátegui, Al través del Dicc. p. 27), comp. en el port. de Évora «os vasos porosos revêem agua» (RL XXXI, 116); revenimiento o revenición arg. ‘inundación’. Gall. rever ‘volver más compacta una masa’, ‘revenirse’ (Vall.): «os nosos cantares a rever tenrura e malicia»; reverse ‘alegrarse, complacerse’ (Vall.): «revíase compasiva cando os mozos do seu igual criaban o pasmo» Castelao 251.7f., 205.6.

Sobrevenir [Berceo; Alex., 156; versión S. XIV del Roman de Troie, RFE III, 128n.]; sobrevienta ant. ‘sorpresa’ [Cid, Berceo; «superventio» Nebr.]; sobreviento.

Subvenir [Acad. S. XIX], de subvenire íd.; subvención; subvencionar.

Hipérbato(n), tomado del gr. ȗπερβατóν, derivado de ȗπερβαίνειν ‘pasar por encima’, ‘atravesar’, que a su vez lo es de βαίνειν, sinónimo y hermano del lat. venire; hiperbático.

CPT.

Bienvenido [S. XV, DHist.]; bienvenida [med. S. XVI, DHist.]. Bienaventurado [bienv-, Berceo; bienav-, 1240, F. Juzgo]; bienaventuranza [1490, Celestina, Nebr.]. Malaventurado [h. 1280, 1.ª Crón. Gral. 186b53; Quevedo; no PAlc., C. de las Casas]; malaventura [Acad. S. XIX]; malaventuranza [íd.]. Malavenido. Porvenir [1.ª mitad S. XIX, J. N. Gallego], calco del fr. avenir (Baralt), en lugar de los castizos lo por venir, lo venidero, el futuro; hoy porvenir se ha generalizado.

1 A. Badia Margarit en un trabajo publicado en los Estudios Mz. Pidal III, 3-31, trata de explicar la diferencia en el uso de venir entre el castellano y el catalán relacionándolo con la reducción de los tres demostrativos a dos, que se ha producido modernamente en una parte del territorio catalán: aquí = cast. aquí y ahí, aquest = cast. este y ese. Pero contra lo que él afirma, es éste un fenómeno de área muy limitada y de fecha reciente (la distinción entre ací y aquí, y aun entre aquest y aqueix, sigue viva no sólo en Valencia y Rosellón, sino en la mayor parte del Principado) mientras que (pese a los casos esporádicos que cita) el uso del cat. venir, de conformidad con las reglas del catalán moderno y en desacuerdo con las normas actuales del castellano, ha sido siempre general en catalán y es el heredado del latín. Por otra parte es común con las demás lenguas romances; luego es el castellano el que ha innovado, aun frente al castellano antiguo y clásico, y por lo tanto es el uso cast. moderno de venir el que requiere explicación y no el catalán.―

2 En gallego avenza > avĩẽza > avinza «diezmo de ganados: especie de contribución que se pagaba a los curas» (Vall.) < avinça ‘avenencia, cambio’ Sarm. CaG. 69r, «avinza seis canadas de viño a a dorna do viño que Deus der» Pontevedra a. 1436 ib. 169v.―

3 Fecha tardía que no sorprende, dado que en la Edad Media se emplea el sustantivo covinent así en cat. como en oc. (ahí también convinent, menos corriente).