TUFO ‘olor fuerte’, ‘soberbia, entonamiento’, del lat. vg. TȢFUS (lat. T?PHUS), y éste del gr. τǢưος ‘humo, vapor’, ‘soberbia’; en la ac. ‘porción de pelo que cae delante de la oreja’ es otra palabra, tomada del fr. touffe ‘mechón de pelo’, ‘copete de plumas’, ‘espesor de hierba o plantas’, de origen incierto, quizá germánico.
1.ª doc.: 1513, G. A. de Herrera.
Esto no es normal (aun podría sospecharse algo de socarronería por parte del autor); lo corriente en lo antiguo como en nuestros días es lo que muestran estos otros ejs.: «un tufo a vino tiene cuando se llega a mí» Feliciano de Silva, «borrachos con tufo de bodega llena de mosto» Juan de Pineda, «no respirante tuho / aunque en sus arcabucos mora el buho» Pedro Espinosa (h. 1625), «el que tuviere tufo de puta ha de ser a los otros preferido» en un entremés del S. XVII (Cej. VIII, 686-7). Percivale: «tufo: the smell of the stomach after wine»; Oudin: «tufo de olor: vapeur et senteur comme de l’haleine d’un homme qui a beu du vin; tuho, idem; tufa, c’est le mesme que tufo; tiene tufa de ladrón: il a la mine et odeur de larron»; Aut.: «el olor activo y molesto que despide de sí alguna cosa: como el del carbón a medio quemar o encender»; en Covarr. hay la acostumbrada e inextricable mezcla de lo real con lo supuesto y etimológico. Aut. anota también la ac. figurada: «usado siempre en plural y metaphóricamente, vale soberbia, vanidad o entonamiento»; en efecto, el uso en plural es lo normal hasta la actualidad, pero no falta algún caso del singular, de lo cual puede verse un ej. de L. Fz. de Moratín en el dicc. de Ruiz Morcuende1; de la antigüedad de este uso es prueba la del verbo atufarse ‘enojarse’, frecuente desde princ. S. XV, en el Canc. de Baena: «pero non vos atufedes / faziendo grand algazara», «yo fablo a los graciosos, / alegres e mesurados, / non a los muy atufados / sin sabores e puntuosos», y ya en el Lucano de Alf. X (Almazán); V. muchos ejs. desde princ. del S. XVI en Cuervo, Dicc. I, 777; Cej., l. c.; DHist.
De los tufos de cabello los testimonios aparecen más tarde, desde 1611, en estos versos de Góngora: «solicitávala entonces / el señor don Belianís, / mostachos hasta los tufos, / con rumbos de paladín» (otro del mismo autor, y otros de Quevedo, Polo de Medina y Pedro Espinosa en Cej., l. c.); define Aut. «tufos se llaman las dos caídas del pelo, o laderas de delante de las orejas, peinadas o rizadas». Es visible la diferencia entre tufo ‘vapor, olor’, ‘entonamiento’, popular y arraigado, antigua voz hispánica, y tufos ‘mechones’, término de moda importado de Francia.
Aquél es popular también en el cat. tuf ‘olor, tufo’, tufejar ‘despedir tufo’, tufejant ‘maloliente’, y en los dialectos italianos (REW, 9024). Los representantes del otro en la Romania meridional son más escasos y de forma vacilante: port. tufo (o tufo do turbante «a parte delle convexa e relevada», con ej. de 1636 en Moraes; «na roupa a parte relevada e inchada»; tufo de lã «huma porçƟo della aberta»), gall. tufo ‘pieza que los sastres cosen a la principal cuando la obra lo exige así o anda escaso el paño’ (Vall.), Ansó tufa «pequeña borla de seda que colgando por encima de la nariz tapa la cara, aumentando el recato de las mujeres» (Krüger, VKR VIII, 324; Casacuberta, BDC XXIV, 182), Arán tüfa ‘moño de cabello postizo que se ponen las mujeres en lo alto de la cabeza’, gasc. tufe, tuhe f. «huppe, touffe de poils ou de plumes» (Palay), Arrens tuhét «cheveux qui couvrent le front» (vocab. ms. de Rouch-Camelat), Rouergue tufo «huppe», «la hure du porc» (Vayssier, s. v. copusso y tufo); por otra parte cat. tofa «espessor de cabells, filaments, fullatge, mates, etc.; tofa de neu: massa esponjosa de neu» (Fabra; sólo un ej. moderno en Ag.).
Es muy verosímil que todo esto sea préstamo del francés touffe «bouquet épais de cheveux, de plumes, de poils, de fleurs, de plantes, etc.», frecuente desde fines del S. XIV; además God. X, 784, da toffe de bois en un texto que creo del S. XIII, y tofe «flocon de neige» en el Roman d’Alexandre (S. XII o XIII). Por lo demás, el origen del vocablo francés es dudoso: la idea del DGén., adoptada por Wartburg, en Bloch, 2.ª ed., y puesta en duda en la 1.ª, de partir de una forma intermedia entre el alem. zopf m. ‘trenza de cabello, coleta’ y su correspondencia b. alem. topp ‘punta, cumbre’, además de ser sospechosa por la contradicción entre la t- bajo-alemana y la -f- alto-alemana, tropieza también con la diferencia de género. M-L. (REW, 8973) y Sainéan (Sources Indig. II, 219) prefieren partir del lat. tardío TUFA ‘penacho’, voz cuyo origen germánico consta perfectamente (vid. Emout-M. y Walde), aunque se trata de una palabra del todo diferente de la anterior, emparentado con el ags. thûf ‘bandera’, ‘follaje’; esto parece preferible, pero tropieza con la diferencia entre la û larga del anglosajón y la Ŭ que postularía la forma francesa, para lo cual recurre M-L. a un cruce con una onomatopeya BUFF, solución poco satisfactoria2; en realidad no nos consta bien la cantidad del germanismo latino TUFA, y no podemos asegurar que en gótico (de donde vendría la palabra latina) o en fráncico (de donde también podría salir la francesa) no tuviera una cantidad diferente. Tampoco podemos asegurar que el origen del fr. touffe no sea sencillamente onomatopéyico3. Sea de ello lo que quiera, es bastante seguro que el cast. tufos ‘mechones’ es galicismo.
En cuanto a tufo ‘vapor’, ‘olor fuerte’, está claro que procede del lat. T?PHUS, gr. τǢưος ‘vapor, humareda’, ‘soberbia’. En latín, por lo demás, sólo nos consta la existencia de esta segunda ac., figurada (aunque hemos de admitir que también se trasmitiría la primera ac. griega): «homo immanissimo typho turgidus» San Agustín, Conf. VII, ix; «si non mentis elatio et typhus, qui appellatur a graecis, obstaret» Arnobio, Contra Gentes II (citas de Cabrera). V. el artículo typhein del FEW publicado últimamente en Word X (1954), 288-305.
DERIV.
Tufarada [Aut.]4. Tufillas [L. Fz. de Moratín]. Atufar [princ. S. XV, V. arriba]; atufamiento; atufo. De tufos ‘mechones’: atufado y TOJINO.
1 Hoy «la perrada... aparecía con un tufo de mil diablos, meta revolcarse contra el suelo» Santiago C. Oliván, La Prensa de B. A., 8-XII-1940.― ↩
2 Para representantes del lat. TUFA en los Balcanes, vid. Gamillscheg, R. G. II, 257, y Pu?cariu, s. v. tufă. El cast. ant. trunfa, que a este propósito citan M-L. y Gamillscheg, es hápax del Corbacho (trunfas de argentería) cuyo sentido no consta (comp. Steiger, BRAE IX, 546-7), aunque es posible que sea lo mismo que el port. ant. trunfa «toucado antigo» (comp. Baist, RF IV, 372; quizá hubo algo de esto en cat., pues Ag. s. v. tufa remite a trumfa, por lo visto olvidado en el artículo correspondiente, pero no tengo otras noticias); pero fonéticamente parece seguro que esto en su origen no tiene nada que ver con tufos y su familia. Para otros nombres romances del tocado, de procedencia germánica, vid. Jud, Litbl. XXXI, 154 n. 2.― ↩
3 Acerca de este problema también habrá que tener en cuenta la existencia del gall. tufa «bohordo, cafia o junco de la espadaña» (Vall.), que evidentemente procede del gr. τύưƓ, lat. tardío TYPHE ‘espadaña’, y que daría una buena base semántica para llegar a ‘penacho’, ‘mechón’. Pero su aislamiento en romance invita por ahora a creer en una coincidencia casual.― ↩
4 «Sube y se difunde por la atmósfera una agria tufarada de recalentados sudores» J. H. Figueroa Aráoz, La Nación de B. A., 10-VIII-1941. ↩