TERNE, ‘fuerte, robusto’, ‘valiente’, del gitano terno ‘joven’.

1.ª doc.: 1833-51, en el arg. Ascasubi; Acad. 1884. Clavería, NRFH VII, 127-33, lo documenta desde Espronceda en la ac. ‘valiente’ y desde h. 1900 en la ac. ‘fuerte, robusto’.

Definida por Acad. (1884): «valentón», a la cual en edics. posteriores se ha agregado «fuerte, tieso, robusto de salud» y «perseverante, obstinado». Es palabra favorita de Ascasubi («por mozo trabajador / don Faustino lo quería, / ... / honrao a carta cabal / y terne si se ofrecía» S. Vega, v. 1173; íd. 2814; otros citados por Tiscornia, M. Fierro coment. 485-6) y demás gauchescos (M. Fierro I, 1273). Pero también es usual en España, no sólo en Andalucía (RH XLIX, 607), sino en el Centro y en el Norte (Pz. de Ayala, Pereda). En el Perú y el Ecuador corre el derivado ternejo («valiente, enérgico, vigoroso», Lemos, Semánt. Ecuat., s. v.), en Cuba y Río de la Plata ternejal con el mismo sentido. El vago parecido con terno ‘juramento, porvida’ parece ser casual. Como indica M. L. Wagner (ZRPh. XLIX, 109), se trata del git. general terno ‘joven’, ‘juventud’, o mejor de su plural colectivo terne1, que cuenta con numerosa familia en las hablas gitanas, en la de España ternaró ‘joven, nuevo’, teroné ‘animoso, entero’, ternariló ‘valentía’. En definitiva procede de la India: hindustani tarún «young, adult», scr. taruña. El paso de terno a terne cabe sea debido a influjo del sinónimo fuerte.

1 Es sabido que estas alternancias -e ~ -o son frecuentes en los gitanismos (vid. CALÉ ~ CALÓ): no hay que recurrir, por tanto, a contaminaciones, como la de fuerte, para explicar la terminación en -e de la voz castellana.