TAUJEL, origen incierto, quizá de un ár. vg. taȬǤîh ‘acción de apuntalar o apoyar’, derivado del verbo wáǤǤah.
Dozy,
Gloss., p. 349, lo cita de este autor con la definición «regla o pieza de madera que sirve para mantener la forma semicircular en una media naranja o cúpula de madera»; de Dozy debió de tomarlo la Acad., que admitió el vocablo en 1884 (no 1869). Mariátegui en el glosario a Lz. de Arenas: «el primer palo que trazan los carpinteros, y del cual copian los demás que necesitan; patrón» (V. ej. en el texto, p. 33). Se limita Dozy a preguntar cuál es la etimología. Eguílaz, menos cauteloso, define «cinta de tabla de que los oficiales carpinteros sacan las piezas para obras de lazo» (?), y afirma que viene del mozár.
ƫaȬǤûl «sagitta» sólo documentado en R. Martí y como apodo de un morisco granadino (Simonet, s. v.
thauchol)
; esto, que ya no convence por razones semánticas, es imposible fonéticamente, puesto que
-ûl no podría dar
-el1. Sólo veo una posibilidad. El verbo árabe
wáǤǤah es clásico y muy conocido en acs. como «donner une tournure, un mode (à une affaire)», «donner à la terre une face unie (pluie)», «arranger l’affaire convenablement», «élever quelqu’un à un rang», «envoyer quelqu’un pour une affaire»; pero además en escritores hispanos y occidentales (Abenjaldún, Almacarí) vale ‘apuntalar, apoyar’, y en otras fuentes vulgares ‘disponer, arreglar bien (unas piedras)’ (Dozy,
Suppl. II, 784
b): está claro, pues, que el nombre de acción correspondiente
taȬǤîh podía emplearse como término de arquitectura, y si el verbo en cuestión vale ‘apuntalar, apoyar’ su infinitivo o nombre de acción
taȬǤîh es ‘acción de apoyar, apuntalar’, definición bastante adecuada para el objeto que nos describe López de Arenas; desde la idea de ‘dar forma, arreglar’ también se llega fácilmente a ‘modelo, patrón’
2. Es natural que la final extranjera
-h fuese reproducida aproximadamente por
-l, sonido que además pudo nacer espontáneamente por una especie de «cambio de sufijo», como en
ALBAÑIL,
ALBAÑAL y otros tantos arabismos. Por otra parte, el cambio de
î en
e, que sería normal ante
Ʌ es más sorprendente ante
h, pero no es inverosímil que abundaran las confusiones entre estas dos aspiradas en el árabe de España, y PAlc. en su transcripción no las distingue en absoluto.
También se podrá pensar en taȬšîɅ nombre de acción de wáššaɅ ‘poner un cinturón’ (y aun sería preferible en el aspecto fonético), pero ésta es palabra menos conocida (aunque R. Martí registra wáššaɅ y taȬsîɅ con las traducciones «cingere», «ornare» y «cingulum»).