SEIS, del lat. SĔX íd.
1.ª doc.: Cid.
DERIV.
Seisavo; seisavar. Seisén o sesén o seiseno; sesena. Seisillo. Sesmo [1146, Oelschl.] ‘sexto’, ‘sexta parte’, de *SEXէMUS íd., analógico de SEPTIMUS; sesma [seisma, 1177, Oelschl.; sesma, 1187; Cej. VIII, § 76, todavía usual en tiempo de Lz. de Arenas, 1633, p. 46]; sesmero (muchas veces escrito etimológicamente sexmo, sexmero).
Siesto ant. ‘lugar’ SEXTUS, V. el artículo ASESTAR. Siesta [Berceo; ‘calor, bochorno’, Gr. Conq. de Ultr., 143; J. Ruiz; «siesta en el medio día: aestus» Nebr.; «era la hora de la siesta cuando llegué... donde ella estaba durmiendo la siesta...» La Ilustre Fregona, Cl. C., 316], de HORA SĔXTA ‘la hora sexta del día, que correspondía a las 12’, de donde ‘hora del máximo calor’ y ‘sueño que se toma después de comer’2; asestar ‘hacer la siesta’, asestadero arag., salm.; sestear [«tener la siesta, meridior», Nebr.], sesteadero [Nebr.]; sestero; sestil; resestero ant. [1589, Fr. J. de Pineda, en Rdz. Marín, 2500 Voces] y después resistero (< *resiestero) [«réverbération du Soleil, le lieu où réverbère le Soleil» Oudin; Aut.; Covarr. dice significaba «el tiempo de mediodía hasta las dos en el verano», lo que requiere comprobación]; relacionándola con resistir se dijo con carácter secundario resistidero [‘lugar donde reverbera el sol’, Fr. L. de Granada, Aut.; Oudin]; para el literato granadino de 1601 resestero era voz de Castilla frente a resistidero de Andalucía, BRAE XXXIV, 370. En resumen: resistidero < *resistiero < *resiestero > resistero; comp. RETESTÍN. Variantes: arg. rechichero; cespedos. y cub. resisterio (RFE XV, 139; Ca., 190); más datos Cej. VIII, § 76.
Cultos. Sexto [Berceo; 1.ª Crón. Gral., 5b21, 182a3, 389a16; Oudin], de sĕxtus íd.; sexta; sextante [S. XVIII, Aut.], de sextans, -antis, ‘sexta, parte’; sextantario; sextario; sextavado, sextavar; sexteto; sextil; sextillo; sextilla; sextina ‘composición de seis estrofas o de seis versos’ [Acad. S. XIX]; séxtula. Sena [Nebr.; Aut.], del lat. sena neutro plural de seni ‘de seis en seis’; senario [Aut.]. Del lat. senaria, plural neutro de senaris ‘sexto, de seis en seis’, como término culto de escolares, quizá proceda el nombre del juego de niños gall. sanaria, especie de juego de la taba que se hacía con dos conchas de ostras (descrito muchas veces en detalle por Sarm. CaG. 111v y sobre todo p. 157); aunque, según las explicaciones del benedictino, para los niños de su tiempo se trataba más de cuatro caras que de seis, el juego pudo evolucionar y Sarm. lo relaciona y compara repetidamente con el juego del lacre, hecho con un palo rollizo, en el cual se marcan cuatro caras, pero que a la fuerza ha de tener seis, siendo paralelepípedo o casi cubo. Tal como en éste, se pudo desdeñar luego dos de las seis caras.
CPT.
Seisañal ant. [«cosa de seis años» Nebr.]. Seiscientos. Sesenta [sessaenta, Cid; doc. de 1186, Oelschl.; sesenta, 1219, F. de Guadalajara; nótese la grafía sesenta, constante en Nebr.], de SEXAGէNTA íd.; sesentavo; sesentén; sesentón; sesentañal [«sexagenarius» Nebr.] ant. Seze ant. ‘dieciséis’ [Berceo; doc. leonés de 1278, Staaff, 62.42; J. Manuel, Libro de los Castigos, Rivad. LI, 268a1, queda anticuado en el S. XIV], del lat. SୱDĔCIM íd.; seceno; secén. Cultismos. Semestre adj. [princ. S. XVII, Paravicino, Aut.], m. [Aut.], de semestris ‘semestral’ (< sex-mens-ris); semestral [Acad. 1884, no 1843]. Séviro, del lat. sevir, -iri. Sexagésimo [Aut.], de sexagesĭmus, derivado de sexaginta ‘60’; sexagésima [Aut.]; sexagesimal; sexagenario [Aut.], de sexagenarius íd., derivado de sexageni ‘de 60 en 60’. Sexángulo. Sexcentésimo. Sexenio [Aut.], de sexennium íd., compuesto con annus ‘año’. Sextaferia; sextaferiar. Sextuplicar; sextuplicación. Séxtuplo, de sextŭplus íd. (con el radical de plicare ‘plegar, doblar’).
Formados con el gr. ƅξ ‘seis’: hexacordo [1708, Aut.]. Hexaedro [Aut.]. Hexágono [Aut.]; hexagonal. Hexámetro [Acad. S. XIX]. Hexápeda [1708, Aut.]. Hexasílabo.
1 Tampoco hay palatalización en port. seis, cat. sis, gasc. cheys, como nota Rohlfs, ASNSL CLXVI, 139, quien subraya la importancia de la posición final; pero sin darse cuenta este filólogo dice lo mismo que su contradictor Schürr (RF LIII, 27ss.), que defiende la explicación por fonética sintáctica: si la -X final fué tratada diferentemente de la medial, fué justamente porque la mayor parte de las veces la -X de SEX iba seguida de una consonante; la colocación de SEX en fin de frase es incomparablemente más rara que ante un sustantivo. La no palatalización de la s en seis cabras, se(i)smo, etc., es paralela a la oposición entre buitre, petral, behetría, mui(t) bueno, por una parte, y escucha, mucho, puches, etc., por la otra.― ↩
2 Igualmente port., cat. ant., mall. sesta. Para la relación de esta expresión con el lenguaje eclesiástico, vid. Rheinfelder, Kultsprache u. Profansprache, 355ss. Del cast. se tomaron el fr. sieste, it. siesta, etc. Más datos en Cej. VIII, § 76. ↩