RIEL, tomado del cat. riell ‘barra estrecha y larga de metal fundido’, de origen incierto; quizá diminutivo de riu ‘arroyo’, por la forma del metal derretido cuando se arroja en el molde; por razones fonéticas y morfológicas es imposible derivar del lat. REGULA ‘barra’ ni de otras palabras latinas relacionadas con REGULA.
1.ª doc.: 1475, G. de Segovia.
Diez (Wb., 483) propuso como étimo un lat. *REGĔLLUS, dimin. de RୱGŬLA ‘regla’, ‘bastón, vara, barra’, etimología muy espaciosa. Pero como advirtió M-L. esto no es posible en cast., donde el resultado habría sido *reíllo; por esta razón supone M-L. que el vocablo naciera en catalán y de ahí lo tomara el cast. (REW 7177); protestó Moll afirmando que el vocablo cat. era un neologismo modernísimo y tomado del cast. (AORBB III, 56) Pero en esto yerra ciertamente Moll, o se referirá solamente a la ac. ‘carril del tren’. En la de ‘barra de metal’ es sabido que es palabra catalana arraigada, que Ag. define «barra de metall fus, diferent de la copella, que és redona com un pa», documenta riell d’or y de plata en Barcelona en 1832, y los versos «ferrer... / al metall terrestre obrau, / y tant son ser li apurau, / que de barras feu riells» en el Rector de Vallfogona, princ. S. XVII. Claro que esto todavía podría ser castellanismo. Pero el vocablo es mucho más viejo, pues en doc. barcelonés de 1474 se lee «rebí del dit Roig entre plats, scudelles, grasalets, grans de paternostres e riells d’argent, deu marchs» (Homen. a Rubió i Lluch II, 554). Todavía hay documentación anterior, que justamente nos muestra el ambiente originario en que apareció esta palabra. Así riels en 1296, Botet, Mon. III, 281; y leemos en las instrucciones para acuñación de moneda en la Ceca de Valencia, escritas en 1417: «de cascun cresol e de cascuna caça deven pendre les guardes 1 riell, e les dites guardes deven metre aquells riells en una caxa fins que·n donen ensay al ensayador», «e axi com han pres los riells a pes, deven retre la moneda e la ssisalla a pes» y muchos más ejemplos en dicho doc. (BDC XXIV, 112, 113); riell vuelve a salir en otros docs. de la misma colección, uno de 1459 (BDC XXIV, 121, comp. p. 107b) y creo que otros. Mateu i Llopis, especialista en numismática y muy versado en documentación de monedería, define: «barra de metall, prima i llarga, obtinguda per solidificació del metall líquid en uns buits o motlles treballats en les pedres dites rielleres; després aquestes barretes es tallaven en discos, que en ésser posats entre la pila i el trossell, amb un cop de mall es convertien en moneda», y da ejs. del derivado riellera en docs. del S. XV. Teniendo en cuenta esta vieja documentación, y el hecho de que el sufijo -el no se halla nunca con carácter castizo en sustantivos castellanos, debemos mirar como un hecho incontestable la procedencia catalana del cast. riel. Pero en cuanto a la etimología, el problema subsiste.
No hay que decir que es imposible la de Covarr. Pero la de Diez y M-L. (aceptada en forma vaga por la Acad.) tropieza también con insuperables dificultades. En primer lugar ya sería extraño que no estén documentados ni el supuesto diminutivo *REGELLUS, ni el femenino *REGELLA, del cual aquél habría debido extraerse; todavía más lo sería que esta voz del latín vulgar sólo se hubiese conservado en catalán, pues nada semejante encontramos en oc., fr. ant., etc.; es verdad que M-L. cita un napol. reyellཙ ‘regla de albañil’ y riellཙ ‘travesaño de la espita de tonel’ en Irpino, pero estas formas aisladas y sin documentación antigua son bastante sospechosas, y más bien hay que preguntarse si no estarán tomadas del cat. riell o del castellano, estando en una zona donde hubo tanto influjo hispano en los SS. XV-XVII. Aun admitiendo que no sea así y que realmente representen *REGELLUS, la dificultad subsiste para el cat., donde no podría esperarse otro resultado que *regell, en vista de tegell TէGէLLUM (Ag. s. v. tagell), segell (SIGILLUM), sageta (SAGITTA), sagí (SAGզNUM), fagina (FAGINA), afegir AFFIGERE, fregir FRIGERE, llegir (LEGERE), etc.1. En consecuencia, pues, la etimología de Diez y M-L. debe rechazarse.
Cuál sea la verdadera es más difícil decirlo. Habiendo tantos arabismos en el vocabulario de la monedería (empezando por CECA), podría esperarse encontrar una base en árabe, pero nada análogo parece hallarse en este idioma2. Sólo veo una solución posible, aunque conjetural. De riu ‘arroy’, ‘río’, forma el catalán derivados y compuestos sin la u: riera, rial, pedra riera ‘guijarro’, rierol, Rialb, Riner, etc. Luego el diminutivo sería riell, y, en efecto, existe Riells, Riell, como nombre de lugar (Riells de Montseny, Riells del Fai, etc.). Ahora bien, no me parece difícil admitir que los operarios catalanes llamaran riell ‘arroyuelo’ el reguero estrecho y largo de metal derretido que echaban en el molde, y la barrita que con este metal se formaba: V. arriba las definiciones citadas de Mateu, Ag. y Covarr.
DERIV.
Rielera. Enrielar.
1 También hay reina (junto a regina) REGզNA y beina, antiguo baïna, de VAGզNA, pero es tratamiento mucho más raro y que además sólo se da ante զ, donde es natural la reducción de ?Il> a I.― ↩
2 He buscado en vano PAlc., Lerchundi, Bocthor, etc., s. v. riel, barra; Freytag y Dozy, s. v. r-Ȑ-l, r-⺆-l, r-y-l, r-w-l. ↩