Donde se lee «
regaliz nin çumac nin flor de cardón... nin nenguna especia, si no es pebre o comino, otra non deve dar peaje» (
RFE VIII, 12). Pero en Nebr. se encuentra la forma «
regaliza o orosuz: glycirrhyza» que debemos mirar como primitiva, adaptada posteriormente a la terminación de su sinónimo arabizante
OROZUZ. Abenbeclarix registra la forma mozárabe
Ȑarq⺆liš (Simonet, p. 185), con trasposición de la sílaba inicial. El grecolatino
GLYCYRRHIZA sufrió en latín vulgar deformaciones y adaptaciones varias, con la acostumbrada representación del
CY griego por
QUI, con el fin de imitar el sonido mixto de la
Y griega, y con varios grupos consonánticos que imitaban en la baja época la pronunciación africada de la
Z griega: de ahí
LIQUIRITIA en Vegecio y en Teodoro Prisciano,
liquiridia en
CGL III, 538.18,
cliriza allí mismo,
glycyriza en
CGL V, 205.32; una vez constituída la forma en
-QU- se simplificó
GL- en
L- con objeto de adaptar el vocablo a la etimología popular
LIQUERE ‘liquidar’. Las varias formas romances son descendientes semipopulares de
LIQUIRITIA, parcialmente con metátesis: it.
legorizia y
regolizia, fr.
réglisse, cat.
regalèssia y
regalíssia (que no hay por qué mirar como italianismo, según hace M-L.,
REW 5079), cast.
regaliz(
a), port.
regalice. Ingl.
licorice, al.
lakritze. En vasco, Bera-Me. registran un
likurusna o
likurusa, que falta en Azkue, en el índice de Bouda-Baumg. y que quizá no tenga nada que ver, a menos que la definición ‘hipericón’ sea inexacta.