PUTA, etimología incierta, probablemente de mismo origen que el it. antic. putto, putta, ‘muchacho, -a’, a saber del lat. vg. *PȢTTUS, -A, variante de PUTUS, ‘niño, -a’.
1.ª doc.: S. XIII.
Puta es no menos general y arraigado en port., cat. y oc.2; el fr., el it. y parcialmente la lengua de Oc tienen una forma más larga, fr. putain i., oc. putan f., it. puttana, que se explica por la antigua declinación femenina del tipo Berte-Bertain, nonne-nonnain; una forma semejante penetró también en la Península Ibérica: cat. ant. putana (muy frecuente en el S. XIII: Vides de Sants, Set Savis, Costums de Tortosa), que debió también existir en cast. puesto que hay varón putañero «scortator» en el citado ms. bíblico, pero que comúnmente fué alterada en putaña (Berceo, Mil., 222; comp. ermitaño por EREMITANEM, y demás casos análogos citados en HAZAÑA), cuya vitalidad se nota por los derivados abajo citados. Esta forma difícilmente puede ser autóctona en tierras ibéricas, donde no hay huellas de la declinación femenina -A, -ANIS; quizá lo sea en Italia3; en cast. y cat. debió de tomarse de Francia.
No hay acuerdo general acerca de la etimología. Diez (Wb., 259), seguido por Pieri (AGI XV, 185), M-L. (REW 6890; brevemente ZRPh. XXIV, 143), Migliorini y otros, parte del lat. PUTOS, -A, ‘niño, -a’; Förster (ZRPh. III, 565), seguido por Gamillscheg (EWFS) y Bloch, se decide por PȢTէDA, fem. de PUTIDUS ‘hediondo’. No se pueden dar razones terminantes en ningún sentido. En lo semántico las dos ideas son plenamente aceptables: que un término que significa ‘niña’, ‘muchacha’, se tome tan peyorativamente; es un hecho que se ha repetido con carácter más o menos ocasional o permanente en todas las lenguas del mundo, y en muchas ha cristalizado: alem. dirne, fr. fille. Por otra parte, hay también casos, aunque no tan generales, en que nombres de este sentido indicaban primitivamente el desaseo de la ramera decaída y mal oliente, p. ej. el cast. CELLENCA; es más, el fr. put, -te, como adj., tuvo, en la Edad Media y con gran extensión, el sentido general de ‘malo’ (de put aire opuesto a de bon aire ‘noble’), y no cabe dudar, sin embargo, de que su sentido propio y primitivo fué ‘hediondo’4, que también se encuentra en lo antiguo y en los dialectos (gat put ‘turón’ en los Pirineos): mucho exagera, por lo tanto, M-L. al afirmar que el étimo PUTIDUS no es aceptable por razones semánticas.
Tampoco hay obstáculos fonéticos insuperables para ninguno de los dos étimos. Es verdad que el único ej. versificado del lat. PUTUS indica una primera sílaba breve, y por lo tanto prueba que era breve la Ŭ y sencilla la T, cuando necesitamos una base con Ȣ y TT; pero el hecho es que el it. putto, putta, ‘muchacho, -a’, de cuyo origen no cabe dudar, presenta las características indicadas, y como consta que PUTUS era vocablo popular y afectivo; no hay dificultad en admitir un refuerzo consonántico de carácter expresivo (como en *BRȢTTUS > it. brutto, cat. brut, -ta; *MզCCA > cat. mica, etc.); por otra parte, el sinónimo más frecuente PȢSUS tiene U larga, que pudo comunicar a su equivalente, y Ernout halla una explicación de fonética histórica latina para el cambio de *PȢ(T)TILLUS en PŬTILLUS (así en Plauto), que pudo luego traer consigo a PUTUS. Algo más fuerte sería la objeción que podría hacerse a puta < PȢTէDA, desde el punto de vista de la fonética cast.-port.: por más que desde el punto de vista del fr., cat. y aun it. nada se pudiera objetar contra esta etimología (comp. net, -tte; net, -ta; netto, -tta: NITIDUS; cat. gat put PUTIDUS), tal evolución sería imposible en aquellos dos idiomas (comp. nidio, pudio). Es verdad que así como putana, -aña, ha de ser galicismo, también pudo serlo puta: pero entonces ¿cuál sería la vieja denominación castiza? No hay otra que sea antigua, de suerte que tal préstamo sería muy difícil de aceptar. De todos modos la posibilidad teórica de este préstamo nos impide dar como absolutamente seguro el étimo PUTA.
En favor de esta última etimología, la mejor razón consiste en la gran inverosimilitud de que el it. putta ‘muchacha’ sea de origen diferente dei de su homónimo galo e iberorromance, y del de puttana. Es verdad que hoy putto, putta, son en italiano términos librescos o propios de la terminología artística: ‘niño pintado o esculpido, especialmente los infantes mofletudos de los capiteles, etc.’. Esto podría sugerir un cultismo procedente del virgiliano putus, que sólo secundariamente fuese atraído a la órbita de puttana tomando la tt doble de éste: así tambalearía nuestro supuesto de una forma vulgar *PȢTTUS con vocal larga y geminada. Pero esta interpretación se basaría en un conocimiento superficial del vocabulario italiano. Putto no ha sido siempre un término libresco: Tommaseo cita muchos ejs. literarios antiguos que revelan un uso familiar y popular, en los SS. XVI y XVII se empleó en el sentido de ‘urraca’, el Aretino dijo puttotta por «ragazzotta», y hoy todavía corre puttello por «il ragazzo che aiuta il ferriere»; es más, el AIS nos muestra que en una zona bastante amplia de la Lombardía oriental y central, y del Oeste del Véneto se emplea pütél, y a ambas orillas del Bajo Po putin, como expresión normal y general de la idea de ‘niño’, ‘muchacho’ y aun ‘joven’ sin excluir los femeninos correspondientes (mapas 42-46). En una palabra, el étimo PUTA no presenta absolutamente ninguna dificultad seria; y para reforzar su probabilidad tenemos todavía que el texto de Virgilio nos presenta ya el vocablo como término vulgar y tomado en mala parte5.
DERIV.
Puto ‘sodomita, esp. el pasivo’ [med. S. XV, Coplas del Provincial, 42, 75, 76; «p. que padece: catamitus; p. que haze: pedico» Nebr.; anticuado en gran parte de España, pero muy vivo en la Arg. y otras partes de América], gall.-port. ant. puto ‘pederasta’ (R. Lapa, CEsc. 340.9). Putañear [Nebr.]; putañero [íd.; -nero, V. arriba], gall.-port. ant. putanheiro ‘inclinado al trato con prostitutas’ (R. Lapa, CEsc. 286.3); putañería ‘acción propia de ramera’ (Timoneda, Rivad. III, 144). Putaísmo o putanismo [ambos Aut.]. Putear [Aut.]. Putero; putería [APal. 240b, 392b; Nebr.]. Putesco [1613, Cervantes]. Putuela. Emputecer [tr. y refl., Nebr.].
1 También gallego, aunque, al menos en parte, tomado del castellano: «pucha interjección de alegría, también ay da pucha (< ah hidepucha!) para ponderar el buen gusto de algo» (Sarm. CaG. 184v).― ↩
2 En todas partes ya es frecuente en la E. Media. P. ej. en cat. se halla ya en Turmeda (fin S. XIV), Bons Amonest., 150; en el Curial, en Jaume Roig, etc.― ↩
3 Así lo da a entender M-L. en It. Gramm., p. 202, comparando mil. tosann (pl. de tosa ‘muchacha’), tarent. ziana ‘tía’, etc.; mientras que en el REW admite préstamo occitano; lo cual es difícil de creer siendo voz antigua y tan arraigada, y desprovista de concurrentes.― ↩
4 En teoría se podría pensar en una generalización de sentido partiendo de ‘ramera’, comp. it. quest’ uscio puttana, che non lo posso chiudere; ho una paura puttana, etc.; y frases análogas se podrían citar en romances ibéricos (cat. passar-la puta); puto en el sentido de ‘malo’, si es esto lo que vale en Juan del Encina (Fcha.), ha de partir de la idea de ‘prostituta’ y no de PUTIDUS.― ↩
5 «Dispeream, nisi me perdidit iste putus; sin autem praecepta me vetant dicere; sane non dicam, sed me perdidit iste puer». ↩