PULQUE, voz mejicana de origen incierto, quizá del náhuatl puliuhki ‘descompuesto, echado a perder’.

1.ª doc.: 1524.

Sale con esta fecha en una carta de Hernán Cortés; además se citan ejs. de la misma forma pulque en docs. de 1525 y 1529. La variante pulcre aparece en Fr. Bernardino de Sahagún (1575; 2 veces, y pulque una vez), Ramos Duarte cita ejs. de la misma en 1570 y 1584, está además en Vargas Machuca (1599: Wiener, ZRPh. XXXIII, 527), y la emplea Cervantes de Salazar (1560-75; libro I, cap. 16, vol. I, p. 36); sin embargo, pronto se pierde memoria de esta variante, mientras que pulque es frecuente en los SS. XVIII y XIX y parece ser la única forma empleada en la actualidad.

El pulque es bebida alcohólica muy fuerte, de color blanco, que se obtiene por la fermentación del jugo dulce del maguey o zábila (Agave americana); este jugo se saca cortando en el centro de la planta las hojas tiernas de que sale el tallo, y dejando en su lugar una cavidad, desde la cual aspiran el jugo por medio de una especie de calabaza larga y estrecha; la extracción del pulque ha sido siempre una de las ocupaciones más activas del campesino mejicano, y cualquiera que haya viajado por la República habrá observado muchas veces los magueyes cortados y los indios armados del tubo característico. La preparación del pulque se practicaba ya mucho antes del Descubrimiento.

Sin embargo, el nombre del pulque en lengua náhuatl es muy diferente, uktli u oktli (Friederici, Am. Wb., 455), que más ampliamente designa las bebidas espirituosas en general, y entre ellas el vino; de ahí que el pulque se llame en forma más estricta iztak uktli ‘vino blanco’. Es obvia la dificultad que hay en derivar de ahí el cast. pulque. Supone, por lo tanto, Leo Wiener, l. c., que pulque salga de una alteración del cast. pulpa, sin duda por sacarse del interior de un vegetal, pero además de las dificultades semánticas esta etimología es inaceptable en el aspecto fonético1. Friederici se inclina a admitir una corrupción de uktli en boca de los españoles, lo cual ya es más razonable; así llegaríamos fácilmente a *ucle (comp. cacle < náh. kaktli) y aun acaso a *ulque. Para explicar la p- se podría alegar la posibilidad de un cruce entre uktli y el cast. pulpa, de uso popular entre los conquistadores con referencia a los frutos americanos, ya desde el S. XVI, según he probado a propósito de pulpero; sin embargo, los cruces entre palabras no sinónimas son difíciles de concebir, y aun suponiendo que se aplicara pulpa al tuétano o al cogollo del maguey, esto todavía no es el pulque; por lo demás la idea de relacionar pulque con pulpa o pulpero, viene de la confusión que hizo entre pulquería y pulpería un autor medianamente conocedor de las cosas amerricanas y tan tardío como Solórzano Pereira (1648) Luego esta idea es improbable. Es claro que hay que rechazar la relación sugerida por Ramos Duarte entre pulque y una voz cumanagota pucra «lo interior del cogollo», idea inaceptable por razones fonéticas y geográficas, ya que siendo sólo mejicano es increíble que el pulque trajera el nombre de Venezuela. Es un hecho que la chicha o sidra de manzana y otras frutas2 se llama en araucano pùlkù o pulku [S. XVIII], de donde el chil. pulcu [Carvallo, h. 1800; vid. Lenz, Dicc. 643], pero sacar de ahí el mej. pulque, como quisieran el P. Clavijero y el aztequista Orozco Berra, es imposible dada la fecha de 1524, anterior al descubrimiento de Chile y aun del Perú.

La más verosímil, aunque nada segura, es la pista señalada primero por Núñez Ortega y precisada por el Prof. De Ceuleneer y por Robelo (Dicc. de Aztequismos, pp. 637-42): pulque puede tener que ver con el náhuatl poliuhki ‘descompuesto, corrompido’. Es palabra antigua de los aztecas, puesto que Fr. A. de Molina (1571) ya registra poliuhqui «cosa que se perdió» (y traduce deshazerse las nuves con los grandes vientos por poliuh y otros verbos derivados). Ahora bien, la pronunciación náhuatl vacila constantemente entre o y u, de suerte que podemos partir de una variante puliuhki. En cuanto al detalle, supuso Núñez una contracción de puliuhki uktli ‘vino corrompido’ en puli(uh)uktli, lo cual tendría la ventaja de explicar la forma antigua pulcre (< *pulcle); sin embargo, pulcre es forma minoritaria y no parece ser la más antigua, de suerte que es más probable sea alteración de pulque por repercusión de la líquida. Más sencillo es admitir con Robelo que pulque se deba a una mala inteligencia de los conquistadores, que oían aplicar con gran frecuencia el adjetivo puliuhki ‘corrompido’ al pulque, por ser bebida que se descompone rápidamente y sólo dura potable de 24 a 36 horas; el hecho es, sin embargo, que muchas veces se consume cuando ya está maleado, lo que puede contribuir a su fuerte efecto intoxicante, y explica la frecuente calificación de hediondo o repugnante que le dan los españoles (V. la relación de 1584 citada por Ramos Duarte)3. Queda el problema de la contracción de puliuhki en pulque, cuya solución es tanto menos evidente cuanto que la acentuación es puliúhki. Sin embargo, no es éste el único caso de estos retrocesos acentuales en las palabras procedentes del náhuatl, idioma en que el acento expiratorio se combina con distinciones tonales y cuantitativas, y con el saltillo o explosión glotal, confundida a veces con el acento por el oído europeo. Compárense los casos de jícara < šikálli, jícama < šikamátli, Méjico < Mešíko,. Pánuco < Panútla (así en B. de Sahagún, cita de Robelo, p. 637), y vid. BDHA IV, 185n.2 y 160, y mis artículos JÍCARA y PETACA.

DERIV.

Pulquería.

1 El cambio de lp en lk se debería a la pronunciación azteca, según Wiener, por ser aquel nexo ajeno al idioma indígena. Afirmación absolutamente arbitraria, pues precisamente es frecuente en náhuatl: me bastará recordar milpa, GALPÓN, talpacle, calpan, calpisque, y nombres de lugar muy conocidos como Tlalpan, Tlalpisca, Tlalpujahua, Tejalpa, Nextlalpa, etc. En cuanto al influjo del lat. PULTES ‘puches’, de que echa mano el propio autor, está a la vista que de nada puede servir para el caso (no existe el cat. pultres que ahí cita).―

2 En el Sur argentino se hace con el fruto del piquillín (Condalia lineata), según I. Moya, Romancero I, 350, quien cita La Cautiva de E. Echeverría (1837).―

3 O podrá pensarse en que lo de descompuesto aluda simplemente a la fermentación.