PUES, del lat. P֊ST ‘después’, ‘detrás’, ‘después de, detrás de’, que en la baja época tomó el valor de POSTQUAM ‘después que’, ‘como, puesto que’.

1.ª doc.: orígenes (Cid, etc.).

Ya en este poema aparece con el valor de conjunción causal e ilativa análogo al moderno, y constante en todas las épocas del idioma; sólo port. ant. pos, casi sólo prep. temporal; los demás romances se apartan más en la forma y sentido.

Además en el idioma antiguo se conserva el valor adverbial ‘después’ igual al latino clásico: Sta. M. Egipc. («después les mandava fer oración / e les fazién luego sermón; / pues dexa de sermonar / huno a otro los faze besar», 840), muy frecuente en el Cronicón Villarense, h. 1210 (BRAE VI, 210), también conocido en Berceo (Sacrif., 58), Alex. (432, 2311), docs. murcianos medievales (pos, a. 1244, G. Soriano, p. 194). Desde aquí se podría llegar al valor de conjunción consecutiva o ilativa, pero es más probable que como conjunción salga del uso de POST con valor de POSTQUAM que ya hacía el latín tardío, según probó Löfstedt1.

En el significado causal es mucho más clásico que moderno emplearlo introduciendo oraciones breves: «no diga nada de todos los altísimos secretos que le he comunicado en materia de destreza, y guárdelo para sí, pues tiene buen entendimiento» (Buscón, Cl. C., p. 112), donde hoy diríamos más bien puesto que. A veces tiene un valor enfático, de insistencia, en los clásicos: «Ve tú, y mira aquella puerta: / ¡presto, acaba! / CATAL.: ¿Yo? D. JUAN:, pues. / Acaba, menea los pies» (Tirso, Burlador III, v. 503); valor conservado popularmente en el Oeste argentino y en otras partes; quizá partiendo de tales construcciones, o por algún calco del vasco, se ha llegado al abuso típico del cast. vascongado: «―¿Adonde vas pues? ―A casa pues» (Arriaga, Lex. Bilbaíno); abusos comparables, aunque algo distintos, se notan en el habla coloquial chilena, donde se convierte en mera partícula enfática, y en el lenguaje popular argentino, especialmente en las réplicas enfáticas sí pues, no pues; pero el estudio atento de estos hechos saldría totalmente del marco de este diccionario.

La combinación interrogativa ¿pues no? aparece en los clásicos como equivalente del moderno ‘claro que sí’2; en gauchesco pasa a equivalente de ‘¡cómo no!’, asentimiento levemente enfático3. Observaciones sintácticas y estilísticas acerca del uso de pues, Spitzer, ASNSL CXLII, 270-54.

El fuerte desgaste sufrido por esta partícula se refleja en sus formas vulgares reducidas pus y pos, para las cuales, Cuervo, Ap.7, p. 583; BDHA I, 118n.; pus ya se encuentra en la Farsa de Alonso de Salaya, S. XVI (ed. Gillet, p. 58); hoy pu es familiar en el uso chileno cuasi-expletivo a que me he referido (a veces reducido hasta p: ¡sí p!; o pronunciado inspirativamente); po con el mismo valor es más vulgar y rústico en aquella nación y en el interior argentino5.

DERIV.

Derivados latinos de POST (comp. POSTRIMERO). Postigo [1144, BHisp. LVIII, 363, Berceo, J. Ruiz], ‘puerta trasera’ (APal. 374d «puerta escondida que está remota de la pública entrada»; Nebr. «puerta tras casa»), ‘puerta chica abierta en otra mayor’ (S. XV, Crón. de Juan II, Aut.; «p. de puerta principal», Nebr.), de donde ‘cada una de las puertecillas que hay en las ventanas’ (no en Aut.): del lat. POSTզCUM ‘puerta trasera’ (pero la segunda ac. ya se halla en glos. latinos: «porta minor in majore» en el glos. Werth. Gallée, CGL VII, 111); postiguejo ‘postiguillo’ (Alex., 1420). Poterna [Acad. ya 1843, como término de fortificación], del fr. poterne ‘postigo, puerta trasera’, antes posterle [S. XII], y éste del lat. tardío POSTĔRŬLA, diminutivo de POSTERUS, -A, -UM, ‘trasero’.

CPT.

Apués ‘después’ (doc. de 1388, G. Soriano, p. 191); apos(t), DHist.; gall. apus ‘cerca de’, doc. de 13886.

Después [Cid; Berceo, Santa Oria, 18a7; ya frecuente desde fines del siglo XIII: Cuervo, Diccionario de Constr. II, 1159-65]; es forma no del todo ajena al port., cat. (ant. despuix, mod. despús-ahir ‘anteayer’), oc. ant., fr. ant., rét. y hablas del N. de Italia, pero rara o minoritaria en estos idiomas; es dudoso que se pueda atribuir una combinación DE-EX-POST al latín vulgar; más bien parece tratarse de una alteración del ant. depués (Berceo, Mil., 40c, 745b; prep., 807b; adv., 905d; etc.; depos(t) en docs. de 1035 y 1055, M. P., Oríg., 393; depós Alex., 1842; hoy ast., V), puesto que DEPOST ya se encuentra en el latín africano (ALLG VIII, 189), y de ahí proceden port. depois, oc. depueis, fr. depuis, it. dopo, retorrom. davos; la alteración puede deberse a influjo de desde, desque, con los cuales coincidían muchos usos de de(s)pués8.

Empós [fin del siglo XII, Oelschläger; Berceo; empués, Berceo, Signos, 10, asturiano dempués ‘después’, Vigón; en lo antiguo empleado muy frecuentemente como prep. sin el auxilio de de: empós él, etc., en el Cuento de Otas y muchos textos; en tiempo de Santillana ya se anticuaba, pues el amanuense del Marqués lo sustituye por tras en su copia de la 1.ª Crón. Gral., M. P., Inf. de Lara, 228.12; pero después lo resucitó el lenguaje noble y poético, y con este carácter sobrevive algo hasta hoy].

De un cruce de pois que con se quer (= cast. pues que y si quier), o quizá mejor pots que y como qu(i)er que, salió la conjunción gall. piquer ‘con tal que’, ‘el caso es que’ (Lugrís). V. QUERER n. 15.

1 Skrifter utgivna af k. Humanist Vetenskap-Samfundet i Uppsala XII, iv, pp. 23 ss.; Beiträge zur Kenntnis der späteren Latinität, pp. 27ss., 64ss.―

2 «Y ¿Dios ha de perdonar / a un hombre que le ofendió / con obras y con palabras / y pensamientos? PASTORCILLO: ¿Pues no? / Aunque sus ofensas sean / más que átomos del sol» Tirso, Condenado por Desconfiado II, xi, ed. Losada, p. 140.―

3 «Cántemé alguna cosita, / antes de nuestro malambo. / VEGA: ¡Pues no, cielo! ¡En el momento!», Ascasubi, S. Vega, v. 1830; BDHA III, 212.―

4 Materiales para el estudio de pues que: Pérez de Hita, ed. Blanchard I, 43; Lope, El Cuerdo Loco, v. 161; Tirso, El Condenado por Desconfiado I, vi y xiv, ed. Losada, pp. 108, 125; Calderón, El Mágico Prodigioso III, iv, ed. íd., p. 227.―

5 Montagne, Cuentos Cuyanos, 16, 20, 84; Alberto Córdoba, La Prensa, 9-VI-1940; Neyra, ibid. 17-111-1940.―

6 «Mando meu corpo seer enterrado apus o carvallo de Sta. Maria d’Oulyveira apaar da Cruz... he a par desta vila de Pontevedra» Sarm. CaG. 168v (y en 180vb612 lo explica por «juxta»).―

7 Pero en S. Dom., 333, uno de los mss. trae la forma depués, que acaso fuese la única empleada en las obras de este autor.―

8 Después que ‘desde que’ es clásico: 2.ª parte anónima del Lazarillo, a. 1555, Rivad. III, 106; Lope, El Cuerdo Loco, v. 2056; Ruiz de Alarcón, La Verdad Sospechosa, Cl. C., p. 26; Las Paredes Oyen, p. 176. Para después preposición, Hanssen, Gram., § 716. Para después que + part. ‘después de’, Pietsch, Homen. a M. P. I, 33. Después acá ‘de entonces acá, desde entonces’, G. de Alfarache, Cl. C. II, 11.18; Rz. de Alarcón, La Verdad Sospechosa, p. 86. Vulgarmente el cruce se produjo con empós, resultando dempués, empleado ya por Rojas Zorrilla, Moreto (Cuervo, l. c.) y Vêlez de Guevara (La Serrana de la Vera, v. 665).