PICHANA, arg., chil., per., colomb., ‘escoba’, ‘Baccharis spartioides, planta muy ramosa’, del quich. piƇána ‘escoba’, ‘cepillo’, derivado de piƇá(n)i ‘barrer’, ‘limpiar’.

1.ª doc.: 1854, Philippi (en Lenz, Dicc. 583-4).

Está muy arraigado, en ambas acs., especialmente en el Oeste y Norte argentinos; en Chile se conocen las acs. secundarias, sobre todo en el Norte y el Sur del país; en Colombia se emplea pichanga ‘escoba’, y solamente en el Sur, hasta Popayán (Cuervo, Ap., § 979). Documentación argentina: Carrizo, Canc. de Jujuy, s. v.; Canc. de Tucumán II, 478; Draghi, Canc. Pop. Cuyano, 431; Montagne, Cuentos Cuyanos, 48; Chaca, Hist. de Tupungato, 291; en el sentido de arbusto: Draghi, o. c, p. cxxii; Inchauspe, La Prensa, 21-V-1944. Pichanga ‘bebida alcohólica’, conocido en Cuyo (Draghi, o. c, p. xxiii; J. Solano Luis, diario Los Andes, 1-1-1941), será homónimo sin relación. Más datos en Friederici, Am. Wb., 500a. Los quich. pichani y pichana ya se documentan en Gz. de Holguín (1608), y el aimará pichaña ya en Bertonio (1612). El parecido con el mozár. pišâniya ‘especie de serpol’ (Simonet, 445) es casual (V. PESTAÑA).