PAÑOL, ‘compartimiento en el buque para guardar víveres, municiones, etc.’, tomado del cat. pallol ‘entarimado del fondo de la nave’, ‘entarimado del pañol’, ‘pañol’, del mismo origen que oc. paiòu y el it. pagliolo íd.; el significado primitivo parece ser ‘yacija, cama’, conservado en muchas hablas romances; probablemente de PALLէOLUM, diminutivo del lat. PALLէUM ‘manta de cama’.

1.ª doc.: 1539, Ant. de Guevara.

Está también en E. de Salazar (h. 1573, p. 43), Minsheu (1623), el Vocab. Marítimo de Sevilla (1696), Aut., etc. En portugués hallamos paiol desde princ. S. XVI (Jal, s. v.). El cat. pallol es mucho más antiguo, pues ya se lee en el Consulado de Mar, S. XIII: «taulam qui·s metra per hòmens qui no sien estrangers en algun veixell, per fer pallols, cambres e altres semblants servituts» (ed. Moliné, p. 229); también varias veces en doc. de 1406: «costaren 6 stores per obs de fer lo pallol del pa... 18 s.» (Jal, s. v.). Hoy es palabra muy popular en la costa catalana, donde designa el entarimado que forma el suelo de la barca (oído muchas veces en Sant Pol, l’Escala, etc.; BDC XII, 52, s. v. paiol); en lo antiguo es también lo mismo que el pañol castellano, ac. que es posible siga viva, aunque no tiene aplicación en las barcas de pescadores que conozco; además de ahí se pasó a ‘depósito de grano’ en sentido no náutico, frecuente también en la Edad Media (Ag.); sin embargo, ya entonces era el pallol no sólo el compartimiento o despensa, sino en particular el entarimado o la yacija de esteras que formaba el suelo del pañol, como se ve por los dos ejs. que he citado arriba: como este suelo, que debía permanecer absolutamente seco, para conservar las provisiones, era la parte más esencial de la despensa, es natural que su nombre pasara a designar la despensa misma. En lengua de Oc no tenemos datos medievales del empleo náutico del vocablo, que hoy es paiòu, con el mismo sentido que en Cataluña, pero esta razón no basta para dudar de que entonces ya se empleara. El it. pagliolo tiene los mismos significados1 y se documenta desde 1460. En francés encontramos paillol ya en 1382. Para toda esta documentación, vid. Vidos, Parole Marin., 499-501.

De estas varias formas romances la fonética nos enseña que sólo la cat., la oc. y la it. pueden ser autóctonas; se trata, pues, de una voz náutica mediterránea, de fecha seguramente muy antigua, y que no hay ninguna razón para no creer autóctona en cada uno de estos tres romances; en francés puede venir de cualquiera de ellos, quizá de la lengua de Oc; en castellano y en portugués ha de ser catalanismo: paiol, como se dice en Portugal, es la forma dialectal catalana de la costa de Levante y de las Baleares, y es forma importante, pues al mismo tiempo confirma que la ll catalana no viene de LL latina, sino de L?. En castellano el vocablo sufrió una disimilación, quizá apoyada por el influjo de paño, motivado por el empleo de esteras y trapos viejos para formar el suelo del pañol; algo parecido ha ocurrido en el ngr. πανιóλο «plancher de cale» (influjo del latinismo παννί ‘paño’), como sugieren atinadamente los Kahane (Byz.-Ngr. Jahrb. XV, 106), que será tomado del it. pagliolo2. En Murcia se conserva la forma pallol igual a la catalana; y en Santander existe una variante payuelo (Alcalde del Río, s. v., y s. v. carreta; en los altos valles de Santander es «parte delantera del suelo del carro», BRAE XXV, 392), que parece ser la leonesa autóctona, olvidada en otras partes. En otras hablas romances nuestro vocablo tiene sentido no náutico: oc. ant. palhola ‘cama de parida’, ‘mujer que pare’, corso pagliole, toscano impagliuolata, genov. paggiuà íd. (Litbl. XXXVI, 285), engad. paglioula, y así en muchas hablas del Norte de Italia y de Francia (REW 6161). Esto confirma que el sentido primitivo fué el de ‘cama, yacija’, de donde se pasó al entarimado del pañol y luego al pañol mismo.

Meyer-Lübke (REW), Vidos, Deanovi? (ARom. XXI, 272) y Moll (AORBB III, 35)3 quieren partir de PALEA, admitiendo que el suelo del pañol se formaba con paja, lo cual no está probado por la documentación; lo que sí prueba ésta es que se hacía con esteras o tablas. Estamos, pues, ante una generalización del sentido de ‘lecho’, sugerido en parte por las esteras, comparadas a mantas de cama, y basada sobre todo en el hecho de que el entarimado es como el lecho sobre que descansan los abastecimientos. Partiendo de PALEA tropezamos con un grave obstáculo morfológico, pues el sufijo -֊LUS no sirve para formar derivados adjetivos, y tampoco se justifica el paso al género masculino. En cambio, sabemos que PALLէUM tenía en latín el sentido de ‘manta de cama’, documentado por Forcellini en multitud de autores clásicos y de la Edad de Plata. Indudablemente estamos ante un descendiente de su diminutivo PALLIOLUM que pasó de las mantas a la cama misma o yacija (V. el tránsito opuesto en COBIJA), en unas partes empleado en singular con valor colectivo (pallol), en otras partes en el plural PALLIOLA (> oc. ant. palhola, etc.). Para otros descendientes populares de PALLIOLUM en romance, vid. REW 6167a, y aquí FERRERUELO.

DERIV.

Pañolero.

1 Del sentido primitivo viene Lipari paddŷuolu ‘varengas de la barca’, VKR III, 357-8.―

2 Vidos y Jal quieren explicar este cambio del castellano y neogriego por el influjo de pan; pero éste hubiera dado panol y no pañol. La forma panol figura en Covarr. (de donde la tomarían las eds. tardías de Oudin, en el cual todavía no figura en 1616), pero es forma de existencia dudosa, pues en Covarr. hay grafías imperfectas como panizuelo, donde ha habido olvido meramente gráfico del tilde.―

3 Éste supone primitiva la ac. ‘depósito de paja’ con que define Ag. los ejs. aludidos, pero se trata de una definición inspirada en la etimología aparente y no confirmada por los textos. Es siempre un depósito de grano.