MUR, ant., ‘ratón’, del lat. MȢS, MȢRIS, íd.

1.ª doc.: S. XIII: Calila (ed. Allen, 25.247), Alex. (v. 2003), Biblia (ms. I-j-8).

El derivado murera está también en Berceo. Para mur en otras versiones bíblicas, vid. Solalinde, Mod. Philol. XXVIII, 93. Además es frecuente en J. Ruiz y muchos autores medievales, sigue siéndolo todavía en APal. (46d, 293b) y Nebr. Todavía J. de Valdés considera el echar mano de mur o de ratón como un asunto de comodidad estilística (Diál. de la L., 145.2). Pero ya en 1601 reconocía F. del Rosal que era voz anticuada. Sólo conservado en castellano, portugués y rético.

DERIV.

Murar ant. y hoy ast. y leon. ‘cazar ratones (el gato)’; murador. Desmurar; desmurador ast. Murera ‘ratonera’ ant. (Berceo, Loores, 198; Glos. de Toledo y del Escorial). Múridos, derivado culto.

Morcillo [Diccionario de Autoridades; -zillo, Nebrija, Dicc. Latino-Esp., s. v. culcitra], morezillo (Nebr. Esp.-Lat., s. v.) o murecillo (Aut.; -zillo, APal. 293b) ‘músculo’1, etimológicamente ‘ratoncito’ (así morezillo J. Ruiz 1429b, murizillo íd. 1431a), por comparación del movimiento del músculo al correr bajo la piel con el de un ratón que escapa; igual metáfora se halla en el lat. tardío mures (S. Isidoro, Etym. XI, i, 117), lat. cl. musculus, y en griego y germánico. El lat. MȢSCŬLUS íd. dió por vía popular muslo [S. XIII, ms. bíblico I-j-8; glos. del Escorial; APal. 96d, 157b, d, 178d; Nebr.], con especialización en los músculos del muslo, miembro carnoso por excelencia; la variante musclo con trad. aproximada sura (pantorrilla), aparece también en dicho ms. bíblico; con otro sentido, mozár. mulch «morezillos de los braços» (PAlc.), para cuya explicación fonética, V. CACHA; con tratamiento culto músculo [h. 1730, M. Martínez, en Aut.]; musculoso [h. 1580, Fragoso]; muscular; musculatura; intramuscular.

CPT.

Musaraña [Alex., 1878; «es algún huerte alemaña / o llobo rabaz muy fiero / o vignadero / o es quiçás musaraña», Lucas Fernández, ed. 1514, fº B a; 1596, Fonseca; Aut.] ‘musgaño’ (Covarr., Aut.), ‘cualquier sabandija’ (1627, Sandoval), ‘figura fingida de persona’ (Fonseca), ‘nubecilla que se pone ante los ojos’ (1614, Cervantes; mirar las musarañas, a. 1625, P. Espinosa, Obras 195.24), ‘mueca’ (amer., BDHA IV, 60), del lat. MȢS ARANĔUS ‘musgaño’, así llamado por la creencia vulgar en el carácter venenoso de su mordedura; del mismo origen que el fr. musaraigne, etc., con adaptación romance a la terminación de araña, mientras que el port. musaranho ha conservado la terminación primitiva2. Otro nombre del mismo animal es murgañom. ratoncillo: sorex», Nebr., Covarr.), canar. murgaño o burgaño ‘ratoncito’ (Lugo, Pérez Vidal), Sierra de Gata molgaño ‘araña’ (VKR II, 84), arag., extrem. y salm. morgaño ‘musaraña’ (Borao; Lamano; BRAE IV, 96), port. murganho ‘musaraña’ (Bluteau), ‘ratón pequeño’ [1601, SimƟo Machado, en Moraes]; con influjo de musaraña: musgaño ‘musaraña’ [1555, Laguna, Aut.; 1570, C. de las Casas; cf. Sarm., como castellano, CaG. 211r], ‘especie de araña grande’ [Aut.], ‘hipócrita’ (en Salamanca: Lamano), gall. musgaño (Carré), y progresando más la contaminación de musaraña se pasó de *mosgañón a mosgarañón o moresgañón ‘araña’ en Cespedosa (RFE XV, 155, 157, 276).

La explicación morfológica de murgaño es discutible: en apariencia representa un tipo *MȢRէCANĔUS, que con algunas alteraciones se habrá conservado también en Valvestino morgano ‘rata’: Val di Sole Ȥgañ, Ȥgot, mazugot, ‘murciélago’, Blois müzgreñ, Loire-Inférieure migr (citas de M-L., REW 5757, 5764a y 5765); pero es inverosímil que este supuesto derivado se creara independientemente de MUSARANEUS: es que más probable, una vez perdido el nominativo MUS en romance, el influjo de MURE cambiara MUSERANEUS3 en *MURERANEUS, disimilado en *MUREGANEUS. Musgaño no puede resultar de una alteración de musaraña por influjo de hurgar, como propone Spitzer MLN LXXII, 1957, 583: demasiado lejano gramatical y semánticamente. El cuanto al langued. murgo, mirgo «souriceau», delfinés meurge, Rouergue murgoto, Aude murgot, Gilhoc murgueto, Toulouse mirgueto, lorenés meurjotte., que M-L. (R. G. II, § 410; REW 5757) toma como pruebas de la existencia de un tipo lat. *MȢRէCA, morfológicamente difícil de explicar (y del cual derivaría murgaño), más bien creo que estas formas meramente dialectales y modernas resultarán de derivaciones regresivas de nuestro *MUREGANEUS.

Murciélago [morciélago, 1251, Calila, ed. Allen, 53.1091]4, metátesis de murciégalo5, que es ampliación de mur ciego (Alex., 2013, 2025; ms. bíblico I-j-8)6. Diminutivo de murciego es el soriano murceguillo citado por G. de Diego (Contr., § 425), y la forma mozárabe del cat. de Elche mussiguello; en el de Font de la Figuera morzeguillo con -z- sonora, que parece sorprendente; sin embargo, obsérvese que las formas catalanas asmuriec, (as)muriac, suponen que, por lo menos en algunos lugares, MURECAECU quedó unificado como una sola palabra, y por lo tanto sonorizó la -Ce- (> -z- > cat. y después cero). Junto al tipo murciano-soriano morzegu(i)ello, -illo, hay también borreguillo empleado en Monóvar (Amancio Martínez Ruiz, Oncle Canyís, glos.) que podría servir como forma intermedia entre el mozárabe cat. y el mozárabe murciano (< * more(z)eguillo), aunque el evidente contacto con borrego invite a desconfiar un poco de este supuesto; también se ha imaginado que el nombre de la montaña empordanesa Montgrí (cuya real silueta quiroptérica o murcielaguina es evidente) salga paralelamente de un *morezguino (> *moregrino?); por incierto que esto sea, no lo es el que el nombre del monte port. Monchique (< mozár. morƇîq, Corominas, Top. Hesp. I, 56) tiene verdaderamente esta etimología. Morceguila ‘excremento de los murciélagos’ [Acad. 1925], voz cuya singular formación no es posible juzgar mientras ignoremos dónde se emplea.

Murciélago se empleó además en el sentido de ‘ladrón’ (Hill X, 68), así llamado porque el murcigallero es ‘ladrón que hurta a prima noche’ (J. Hidalgo), murciglero ‘el que hurta a los que duermen’ (íd.): de ahí por abreviación gnía. murcio ‘ladrón’7, comp. campid. arratapignatai ‘robar’, derivado del cat. rata pinyada ‘murciélago’8; murciar gnía. ‘robar’.

Mio-, elemento inicial de compuestos cultos, tomado del gr. μǢς, μυóς, ‘ratón’, ‘músculo’, hermano del lat. mus: Miocardio; miocarditis. Miodinia (compuesto con ƺƌύνƓ ‘dolor’). Miografía. Miolema (con λέμμα ‘túnica’). Miología. Miosota, de μυòς ϕτƲ ‘oreja de ratón’. Dimiario ‘molusco que tiene dos músculos para cerrar sus valvas’, compuesto de la misma palabra griega con ƌι- ‘dos’.

1 Según Aut. s. v. descerrumarse se ha empleado también en el sentido de ‘cerruma, parte que media entre los menudillos y la corona del casco de las caballerías’.―

2 Estudiaron los nombres romances de la musaraña Schuchardt, ZRPh. XXX, 713; BhZRPh. VI, 32; Riegler, WS IV, 218-9.―

3 La e puede explicarse variamente, pero ya se hallaba en latín vulgar: museraneus, nombre de un cuadrúpedo en Polemio Silvio (S. V); sabido es que el tipo ERANEA (IRANEA) tiene gran extensión en Francia, vid. FEW.―

4 Morciélago se halla también en la Confesión del Amante de Gower (1399), p. 349; Nebr.; la Diana de Pérez (1574), etc. Murciélago en el glos. del Escorial; morcílago en el de Toledo.―

5 Morciégalo figura en Juan Manuel, Caballero y Esc., Rivad. LI, 251a44; Celestina IV, Cl. C. I, 144.1 (así en la ed. de 1499, pero enmendado ya en la de Sevilla 1501, M. P., Antol. de Pros., 65-66); Décadas de A. de Herrera; murciégalo, en La Ilustre Fregona (Cl. C. II, 83), y adjetivado (palabras murciégalas) en La Culta Latiniparla de Quevedo (Cl. C., 155). Hoy sigue empleándose esta forma en Cuba (Pichardo, 187) y en ciertas hablas judeoespañolas, mientras que Méjico, Colombia y Venezuela vacilan entre morciégalo y morciélago (Cuervo, Obr. Inéd., 49 y n. 13). En mozárabe murƇíqal, documentado por R. Martí, PAlc. y el Tignarí (Simonet, s. v.).―

6 Con otro sufijo átono: judesp. mu(r)siégano, mussiénago (Wagner, RFE X, 240), salm. moraciégano, moriciégano, morrac-, morrec-, murac-, murc- (Lamano), San Martín de Trevejo murcégano (RL XXVI, 256). Para más variantes y para la explicación vid. M. P., Festgabe Mussafia, p. 395. Del mismo origen es el portugués murcego, gallego morcego ‘murciélago’ (Sarmiento CaG. 91v) y ‘especie de raya más pequeña’ (211r), y el cat. occid. moricec (Pobla de Segur, Butll. del C. Excurs. de Cat. IX, 70), muricec, o, con forma mozárabe, muritxec, etc.; con evolución catalana asmuriec, muriac, asmuriac (V. la documentación de estas varias formas en BDC XXI, 202b). MUS CAECUS está ya documentado en latín vulgar (Vegecio, Veterin. III, § 77, según Cabrera). Más datos y consideraciones sobre murciélago y análogos: Malkiel, Hisp. R. XIX, 238-63 y 323-40.―

7 Comp. el texto de un entremés citado por Hill «tengo yo un oficio muy bueno, que es oficio de noche... soy murcio».―

8 Indiqué al Sr. Hill la posibilidad de que murcio fuese lo mismo que el port. murcho ‘mustio’ (que en realidad no viene de MURCIDUS, sino de muscho < MUSTէDUS); así lo hice en vista del texto que el Sr. Hill cita s. v. arrugador, donde se prueba que se empleaba este vocablo en el sentido de ‘ladrón’, comp. arruga allí mismo, que parece ser abreviación de arrugador. Si les llamaban arrugador o arruga también era posible darles el nombre de mustios. Pero hoy ante el conjunto de la documentación me inclino a creer preferible la explicación tradicional, dada por Spitzer (Litbl. XLII, 400), Rz. Marín y M. L. Wagner (VKR I, 73-74); arrugador y arruga serán por el contrario calcos semánticos posteriores (debidos al parecido de murcio y port. murcho), hecho lingüístico tan frecuente en las hablas jergales.