MUCHO, del lat. MŬLTUS>, -A, -UM, íd.

1.ª doc.: orígenes del idioma (muito, Glosas Emilianenses; mucho, Cid, etc.).

La forma muito, conservada en portugués, le fué común con el castellano preliterario. Cuando se empleaba como proclítico se sincopaba la o, y si entonces seguía palabra de inicial consonántica, la ya no podía palatalizar la t, igual como ocurría en VULTUREM > buitre, BENEFACTORÍA > behetría, CULTRALEM > cu(i)tral, etc. De ahí el tipo muit bueno, pronto reducido a muy bueno. Si seguía inicial vocálica se decía, p. ej., much alto, forma documentada con frecuencia en el S. XIII, y después algunas veces normalizada en mucho alto. De ahí cierta vacilación, con uso de mucho con el valor de muy, y de muy en lugar de mucho; así se explican los casos en que muy parecería ser bisílabo en Berceo y otros primitivos, pues en realidad hay que enmendar mucho1. Tales usos no desaparecieron del todo hasta muy tarde, pues todavía hallamos mucho huerte en el sayagués de Rodrigo de Reynosa, a fines del S. XV (Philol. Q. XXI, 33), mucho bien (adverbio) en los fragmentos del Graal (Mod. Philol. XXIV, 356), etc.; formas como muy mejor (todavía J. de Valdés, Diál. de la L., 154.26) son más generales. Por lo demás, describir y documentar en detalle esta evolución pertenece a una gramática histórica y no al diccionario. Aquí señalaré la variante aragonesa temprana muto (mutas faziendas, Cronicón Villarense, BRAE VI, 213). Muncho estuvo muy extendido, sobre todo en el S. XVI (así en el P. Las Casas, BRAE VI, 497), y hoy sigue teniendo gran extensión en el habla vulgar; su explicación, como la de la pronunciación general portuguesa mũito, no ofrece duda alguna: se trata simplemente de una extensión de la nasalidad inicial, perteneciente a un tipo frecuentísimo (MANCHA, MANCILLA, MANZANA, etc.)2.

DERIV.

Muchedumbre [muchad-, Alex., 227; -chedumne, Alex., 1680]. Duplicado culto multitud. Muchiguar [h. 1250, Setenario, fº 9; Rim. de Palacio, 1680; como ant. en Nebr.] o amuchiguar [h. 1250, Setenario, fº 9; DHist., amoch-, amulch-, amunch-] o enmochiguar.

CPT.

Compuestos cultos: multicaule; multicolor; multifloro; multiforme; multilátero; multimillonario; multípara, con lat. parĕre ‘parir’; múltiple, tomado de multĭplus con adaptación a la terminación de doble, triple, etc., junto al cual, con empleo distinto, múltiplo y el raro multíplice; multiplicar [S. XV, Biblia med. rom., Gén., 1.22; Nebr.; h. 1580, A. de Morales; 1633, Lz. de Arenas, p. 63], multiplicable, multiplicación [Nebr.], multiplicador, multiplicando, multiplicativo, multiplico; multiplicidad.

1 El caso no es comparable al de los bisílabos reï, greï, hoï, en poetas de la misma época, que son naturales en estas palabras de etimología bisilábica. Pero un muï bisílabo es inconcebible, según el origen de la palabra. Lo que ocurre es que los escribas del S. XIV enmendaban sistemáticamente mucho bueno y análogos en muy bueno, sin preocuparse del metro.―

2 Apenas hacía falta rechazar, como hace E. Cross (MLN LIII, 600-2), la idea de M. A. Luria (Language XIII, 317-8), absolutamente indefendible, de relacionar esta forma con un MUNTUM, lección dudosa de una inscripción latina.