MANCILLA, probablemente del lat. vg. MACĔLLA, diminutivo de MACULA ‘mancha’, pero influído por el verbo mancillar, que en parte procede del lat. vg. *MACELLARE ‘matar, sacrificar’, derivado de MACĔLLUM ‘matadero’, voz de origen independiente; sin embargo, existe la posibilidad de que mancilla sea un mero postverbal de este mancillar, derivado en el sentido de ‘herida’, que habría evolucionado secundariamente hacia los de ‘mancha moral’ y ‘lástima’.

1.ª doc.: maziella y manziella en Berceo.

Maziella aparece en Sacrif., 185d («nin tacha nin maziella non fue en él fallada»), pero lo común en este poeta es ya manziella. Tiene z sonora en los mss. de ortografía cuidada, así como en Guillén de Segovia (p. 83), APal. (39b, 48b, 55d, 92d, 138b, 255b, 359b), Nebr. («manzilla o mancha: macula»), lo propio que en el port. mazela (ant. a veces manzela). La ac. más común en la primera época es ‘tacha, mancha moral’ (p. ej. «que entró sin maçiella e quito de pecado», Mil., 165d), pero se hallan otras como ‘angustia, pena moral’ (Alex., 45), ‘desgracia’ (Alex., 838; S. Mill., 229d, 372a); a veces se acerca a un significado más material, como en algunos de los ejs. que cita Malkiel, n. 911; no creo que los haya, al menos en la Edad Media, de una ac. ‘mancha de color o de suciedad’2; la ac. ‘lástima, piedad que inspira algo’ apenas aparece claramente antes del Siglo de Oro3; hoy manzía ‘pena, lástima’ entre los judíos de Marruecos (BRAE XV, 219). En la actualidad mancilla es palabra anticuada, aunque todavía la emplea a veces el lenguaje escrito en la ac. ‘mancha moral, deshonor’. En gallegoportugués antiguo se halla todavía la ac. fisiológica ‘achaque, mal, lisiadura’ («sarna e bustelas e freima... e... outras muitas enfermidades e mazelas», Livro de Marco Paulo), en la Crónica Troyana es «dolor, lástima, mal, daño, enfermedad» (glos. de Mtz. Salazar), en otras partes ‘pena, dolor moral’ (Malkiel, n. 113), ‘matadura, herida; enfermedad; todo lo que aflige; mancha en la reputación’ (Pensado, CaG. p. 149). No hay formas equiparables en los demás romances.

Es básico para el estudio del origen de nuestra palabra el documentadísimo estudio de Malkiel, Hisp. R. XV, 291-7 (adiciones, Univ. of Calif. Publ. in Ling. I, 282, n. 216): es plausible su conclusión de que en la formación de nuestro vocablo colaboraron MACELLA, diminutivo de MACULA, y *MACELLARE, derivado de MACELLUM ‘matadero’ (a lo cual ya parece inclinarse M-L., REW 5199). MACELLA se halla una vez en notas tironianas, junto a macula (ALLG XII, 66), lo cual indica un sentido análogo al de éste, y se ha señalado también en un códice de glosas (CGL VI, 665); *MACELLARE ‘matar, hacer matanza’ no está realmente documentado (el testimonio de Papias en el S. XI es en realidad italiano), pero su existencia en latín vulgar está asegurada por la coincidencia del it. macellare, logud. magheȓȓare, fr. ant. maiseler, oc. ant. mazelar, port. íd. ‘causar mataduras, llagar’ (ya amazelar-se ‘lamentarse’ en FernƟo Lopes, S. XV), y el cast. ant. manzellar, -illar [‘afectar de enfermedad’, S. Dom., 688a, etc.]. Como la existencia de un MACELLA ‘mancha’, a base de los testimonios citados, no puede mirarse como absolutamente indiscutible, lo más sencillo sería partir del verbo (a)manzillar (de MACELLUM), que es bastante frecuente en la Edad Media (Malkiel, nn. 97-103), y considerar manzilla como derivado postverbal. De mancillar ‘hacer matanza’ y luego ‘herir’ saldría mancilla ‘herida’, cuyo sentido evolucionaría luego hacia ‘mancha moral’ y ‘lástima’. Aunque la diversidad de acs. de lastimar y lástima tiene raíz diferente (pues ahí lo primario es la ac. ‘vituperar’, ‘ofender’), no dejaría de apoyar este punto de vista. Sin embargo, el cuadro semántico trazado arriba esta bastante más próximo al sentido de MACULA que al de MACELLARE y el port. magoar ‘ajar’, ‘contundir’, ‘ofender’, derivado de mágoa ‘mancha’, ‘contusión’, ‘tristeza’ (MACULA) nos prueba que todas las acs. de mancilla y de mancillar pueden explicarse por el diminutivo de MACULA. Luego es más probable partir de éste, si bien reconociendo que con él debió confluir la familia de MACELLARE, cuya existencia fué siempre lozana en gallegoportugués, y estuvo indiscutiblemente representada en el castellano medieval por el adjetivo manzillero ‘carnicero’ de Juan Ruiz: mastyn mazillero 178a, cigüeña manzillera (la que se come las ranas) 202a, león mazillero (326c), omne manzellero (el donjuanesco, 561d); lobos manzilleros aparece todavía en Villasandino (NBAE XXIII, 341a)4.

DERIV.

Macillar y amancillar (V. arriba y DHist.); mancilladero; mancillado; mancillamiento; mancilloso [mancell., Sacrif., 90]; mancillento ant. (manz-, APal. 237d, 240d). Mancillero (V. arriba). Gall. esmacelado ‘herido con contusión’ (tengo este carrillo, este dedo, esmacelado), Sarm. CaG. 218v y p. 149.

1 Sin embargo, en la mayor parte predomina también el matiz moral, como en los dos del Rim. de Palacio, y en Leomarte (med. S. XIV) 175.10 («las grandes manzillas e llagas que me son venidas de la griega Elena»), 220.25 («las m. que el uno al otro fazía», Troilo y Briseida al despedirse). El más cercano es «bien entendían que ninguno non escapava sin m.», hablando de la destrucción de Troya, 127.22.―

2 Malkiel, n. 88, cita J. Ruiz 1555b, pero la limpieza a que ahí se opone manzilla es limpieza o pureza moral. Los equivalentes latinos macula, labes y nota (en los glosarios de Toledo y del Escorial) son palabras que tienen también acs. figuradas.―

3 «Decíalo con lágrimas... los qu’estábamos presentes tuvimos mancilla» Bernal Díaz, cap. 46. «No te pido con lágrimas mi esposo, / ni que de mi dolor tengas mançilla», Lope, Corona Merecida, v. 2593; Pedro Carbonero, v. 2173. Anteriormente hay usos próximos, como los que cita Malkiel, n. 94, pero al menos los del Alex., P. de Berague, J. Ruiz, y muchos de Alfonso XI, son bastante distintos. Sin embargo, aparece una vez en Fn. González («avié de sus vassallos el conde gran manzilla», 540c).―

4 La n se debe sencillamente a propagación de la nasal inicial, como en MANCHA; es innecesario admitir influjos auxiliares. No es extraño que tengamos sonora tras la nasal en manziella y sorda en mancha: ello no prueba precisamente que la epéntesis se produjera en fechas diferentes, remontándose *MANCLA ya al latín vulgar, pues *mangla habría dado el mismo resultado (comp. CINCHA).