MONIGOTE, ‘monaguillo o lego de convento’, ‘persona insignificante’, ‘niño, muchacho’, ‘muñeco’, probablemente está por *monagote, despectivo de MONAGUILLO.
1.ª doc.: 1595, Góngora.
Luego monigote resulta visiblemente de cambio de sufijo de monaguillo (comp. monagón en el Alex., 1792d)2; la i quizá se explique por una variante *moniguiello (< moneguiello, semejante al vulgar monesterio), o más bien por el influjo de monicongo, que hoy se emplea en Málaga como sinónimo de monigote (RH XLIX, 510) y en toda Colombia en los sentidos de ‘mocoso, mozo inexperimentado’, ‘muñeco’, ‘mozuelo afeminado e insustancial’ y ‘grabado, estampa’ (Sundheim; Cuervo, Ap., § 520n.; Uribe; Tascón, etc.), anteriormente fué ‘negro africano’ (Torres Naharro; romance de fines del S. XVI; Quijote; citas en Cejador, s. v.) y primitivamente fué nombre propio del Congo (Ercilla, Rojas Zorrilla). En monigote la ac. ‘muñeco, fantoche’, que es hoy la más viva, pudo venir de la de ‘niño’ (comp. viceversa muñeco en el sentido de ‘niño’), espontáneamente o por influjo de muñeco; eso indica el val. monyicot ‘criatura, niño de pecho’3. Hay otras palabras de forma análoga, fáciles de explicar.
Monicaco no fué admitido por la Acad. hasta 1899 o 1914, pero lo empleó ya, fin S. XVIII, Ramón de la Cruz (cita de Pagés): se debe a un cruce de monigote con MACACO, que se documenta desde 1555, y además de ‘simio’ significa ‘feo, deforme’, ‘desgraciado’ y ‘ruin, afeminado’. La forma hominicaco ‘hombrezuelo’, aunque ya documentada en la Pícara Justina, a. 1605, lejos de ser más antigua, será alteración de monicaco por influjo del lat. homo, hominis. Monicaco es la forma popular en todas partes, con los varios significados, ‘imagen, grabado, ilustración’ en la Arg., monicuaco ‘jovenzuelo’ o ‘figurilla despreciable’ en Canarias (Pérez Vidal, p. 133; Régulo Pérez, Rev. de Hist., La Laguna, n.º 78, 258), etc. En cuanto al canar., cub., portorriq. y venez. monifato ‘jovenzuelo, chicuelo sin experiencia’ (Millares), ‘juguete, figurilla despreciable, ente ridículo’ (Lugo, Pérez Vidal), ‘figura humana o de animales ridículamente hecha’ (Pichardo), proviene seguramente del gall. monifate ‘muñeco’ («un monifate de farrapos» Castelao 234.9), ‘chisgarabís, entremetido’ (Carré; Leite, RL VII, 204), bonifate ‘mono o títere de ciego’ (anónimo de h. 1850, ibid.), port. bonifrate ‘muñeco, títere, autómata’, ‘mujer liviana, casquivana’ [1546, Ulisipo, en Moraes], que parece ser un representante culto de manu factus (o el plural manu facti) ‘hecho a mano’, con influjo popular de boneco ‘muñeco’4; como hay junto al gall. monèco ‘muñeco’ (Castelao 298.19) un monècra (Vall., Supl.), y Lugrís da monicroque ‘monigote’, no es extraño que también se haya dicho monicreque («dar empezo a isas carantoñas porcas, a ises monicreques moxentos, a ise humorismo de taberna» Castelao 28.20).
DERIV.
Monicaquerías ‘tonterías’ en la andaluza F. Caballero (RH XLIX, 510).
1 Según cita de éste, Puigblanch asegura que la ac. ‘persona ignorante y sin representación’ «ahora sólo tiene aplicación entre gente de iglesia, aunque en lo antiguo se aplicó aun a los médicos».― ↩
2 «Los días son bien grandes, los campos reverdidos, / son los passariellos del mal pelo exidos, / los távanos que muerden non son aun venidos, / luchan los monagones en bragas, sen vestidos». P sustituye por moçuelos.― ↩
3 «Encara li ix la llet als morros... A on volen posarse els monyicots entre’ls hòmens?», Borràs i Jarque, Bol. Soc. Castellón, de Cult. XV, 244; «les... casades en los monyicòts al còll», M. Gadea, Tèrra del Gè I, 374, 113.― ↩
4 Bonus frater (o un vocativo bone frater), como admiten Coelho y otros etimologistas portugueses, no es verosímil desde el punto de vista semántico. Claro que en portugués el vocablo sufrió el influjo de frade ‘fraile’. ↩