MOHO, voz hermana del port. môfo, it. muffa, alem. muff y neerl. muf, probablemente voces de creación expresiva, que indican la vaharada de humedad y corrupción que despiden los cuerpos enmohecidos.

1.ª doc.: h. 1270, Partidas.

Muchas veces significa también ‘herrumbre’ o bien ‘musgo’. En las Partidas, como indicó Cuervo (Ap., § 519n.), se habla del moho del plomo, Nebr. traduce por moho del cobre el lat. aerugo, y Santaella por moho del hierro el lat. rubigo; orín y moho figuran como sinónimos tomados conjuntamente en Fz. de Oviedo, Cervantes y Huerta; «piedra movediza non cubre moho» Zifar, 35.2, y Castigos de D. Sancho, 209. Pero la aplicación al hongo que ataca principalmente el pan y el vino es también antigua: «mucor es una pelota o moho que nasce en el pan», APal. 289b; «moho de pan o vino: mucor», Nebr. (que en su dicc. hisp.-lat. no se hace cargo de la ac. ‘orín’), etc. Siempre ha sido ac. de uso general. Pero también lo hallamos en el sentido de ‘musgo’, así en el famoso refrán «piedra movediza nunca moho la cobija», ilustrado ya en la Celestina (acto XV, Cl. C. II, 143.10) y recogido por Seb. de Horozco, Sánchez de la Ballesta, el Mtro. Correas, etc.; Nebr. anota «moho de árbol o fuente: muscus»; el asturiano Rato explica moflu por «hierba que crece en los troncos de los árboles, en las peñas y esp. en las piedras de los ríos», variante que según Vigón es también de la parte oriental (S. Jorge) mientras que en Colunga dicen mofu con el mismo significado; en Cespedosa mojo es ‘liquen’ (RFE XV, 150). La h era, pues, aspirada, y lo es todavía no sólo allí, sino también en parte muy grande de América (BDHA I, 171; III, 60, 61), mientras que el primitivo mofo sigue pronunciándose en el leonés occidental de Miranda (Leite, Phil. Mirand. I, 459), en gall. mufos ‘moho que nace en paredes y árboles’ (Sarm. CaG. 137r), en el judeoespañol de Bosnia (mófu, RFE XVII, 133), etc.; igualmente port. môfo, que quizá no sea menos antiguo que en castellano, aunque ahí concurra con bolôr y no traigan autoridades los diccionarios [Bluteau].

En Italia muffo es sólo antiguo, y vale ‘enmohecido’, pero muffa es palabra de todos los tiempos y vale ‘moho’ y ‘olor sofocante, a enmohecimiento’; éste es el sentido que predomina en el alem. muff aunque también se halla el otro, y el neerl. muf vale ‘enmohecido, con olor a encerrado’. En Italia el vocablo está muy extendido dialectalmente (sic. mufara íd., Rohlfs, ARom. VII, 451), enlaza en los Alpes con el b. engad. paun müf ‘pan con gusto a encerrado’ (ZRPh. XLI, 279), y es palabra no menos antigua en italiano que en español, a juzgar por el b. lat. muf(f)a registrado o empleado por Juan de Janua (1286) y Piero de’ Crescenzi (h. 1300), vid. Du C.1 En cambio en germánico no se documenta hasta 1475 (Baist, RF I, 110-111; Kluge, s. v.), y la -ff- o -f- causaría alguna dificultad si tuviera que explicarse como palabra hereditaria del teutónico; luego en lugar de suponer que sea germanismo en romance, como han hecho Diez, M-L. (REW 5713, con dudas) y otros muchos, más bien habría razón para sospechar que al germánico se propagara desde Italia. Por otra parte el hiato completo entre el área hispánica y la itálica (el vocablo falta completamente en catalán y en francés, y no se halla o apenas se halla en lengua de Oc2), y la diferencia vocálica en los dos países, presentan también obstáculos para atribuir el vocablo al latín vulgar. La verdad seguramente es que en todas partes esta palabra es de creación expresiva y autóctona3.

M. L. Wagner, ZRPh. LXX, 270-1, aclara importantes detalles de las formas dialectales; la variante leonesa mafa no la explicaría ya por ningún cruce, sino como variante en la base expresiva.

DERIV.

Moheña, ortiga menor o ~, ‘urtica urens’ [moeña, 1627, Cienfuegos; 1762, Quer; Colmeiro IV, 654; Acad. ya 1817], seguramente por comparación del moho con la pelusa que la cubre. Mohiento ‘mohoso’, ant. («çaticos del pan mohientos», APal. 289b). Mohoso [«mucidus; muscosus», Nebr.; hoy mojoso en la prov. de Ciudad Real, RFE XXIII, 243, en la Arg.4 BDHA III, 60-1, etc.]; amohosar ‘enmohecer’ arg. Enmohecer [Cervantes, Aut.], con variante antic. amohecer [Quevedo]; enmohecimiento. V. en MOHEDA otro derivado, con sentido sui generis, y comp. MOHINO.

1 Creo no tiene otro fundamento el «lat. mufa» que algunos citan. El glosario de Forcellini no cita fuentes.―

2 Mistral da moufo como «languedociano» y «marsellés», en calidad de variante de mousso, cuyo sentido básico es ‘musgo’, pero tiene otros muchos; y en tales casos siempre hay que dudar de las afirmaciones de Mistral. Desde luego el vocablo no se conoce allí, en la Edad Media, y el único ej. que Mistral cita es de Niza, luego en parte al menos será italianismo.―

3 No puede tomarse en consideración el étimo gótico *MUDW construído por Gamillscheg (R. G. I, p. 371-2) como derivado de una raíz sólo representada en escandinavo; sobre todo porque el tratamiento fonético es inadmisible.―

4 Ahí se sustantiva también en el sentido de ‘sable’, ‘facón’, RFE XX, 177. En Cespedosa el adjetivo se pronuncia moso, RFE XV, 141. Son curiosas las variantes maurientu ‘(pan) mohoso’ y maurecer ‘enmohecer (el pan)’ corrientes en Colunga; se deberán a un cruce con el tipo port. bolôr ‘moho, humedad’ (bolorento ‘mohoso’, bolorecer ‘enmohecerse’).