LOAR, del lat. LAUDARE ‘alabar’; como el vocablo más castizo fué alabar, desde los orígenes del idioma, y en la misma época su sinónimo aparece en la forma latinizante laudar, es posible que loar sea forma tomada en la Edad Media del francés o del catalán.
1.ª doc.: laudar, Cid; loar, h. 1250, Setenario, f° 4 v° a; 1.ª Crón. Gral., 186al6, 846b51; Juan Manuel; Juan Ruiz.
Más vivaz se ha demostrado el cat. lloar, aunque literario en el día, y quizá algo más aun el port. y gall. louvar («gabemos e louvemos a pintura tradicional» Castelao 36.25).
DERIV.
Loa [Apol., 77d]; gall. louva (no port. mod.): «en louva da vida luxada de Maria de Médicis» Castelao 62.13). Loable [APal. 86b, 341b; Nebr.], algo más usado que loar. Loadero. Loador. Loamiento ant. [Yúçuf, 1]. Loanza ant. [APal. 128d, 199d], comp. cat. lloança, gall. louvanza (no port.): «un esprito superior a toda louvanza» (Castelao 189.30). Loor [loor, S. Or., 18d (f.), Sacrif., 34b (m.), S. Dom., 349d, pero ahí V trae lodor], comp. oc. lauzor, cat. llaor, port. y gall. louvor («en louvor de nosa tradición», Castelao 301.25). Desloar [Nebr.]. Conloar ant. [Aut.; conloyar, Cid, 3558]. Trasloar.
Voces tomadas del latín por vía culta: Laudable. Laudar, conservado hasta hoy en el sentido de ‘dictar sentencia el arbitro’; laudo. Laudatorio; laudatoria; laudativo. Laude ‘alabanza’ [Berceo], tomado del lat. laus, -dis íd.; para la ac. ‘piedra sepulcral’, que también parece procedente de laus, V. s. v. LÁPIDA. Gall. alaudo ‘alabanza’ (Castelao 233.2f., 219.23: «deitaba alaudos á sua bonitura»), ajeno al portugués y a cuya conservación (o formación?) habrán contribuido los cast. alabanza y halago. Laudemio [Aut., con ej. de Machado de Chaves], tomado del b. lat. galicano y catalán laudemium, para cuya formación, V. s. v. LISONJA. Gall. laudar en el sentido de ‘pagar laudemio o renta a un señor’ fué empleado como verbo rústico por Sarm., CaG. 107v y copla n.° 953: «Pedro por sus tierras lauda al Conde de Maceda». Colaudar.
CPT.
Port. louvaminha ‘lisonja’, ‘alabanza excesiva y afectada’ (documentado por Moraes en varios escritores del S. XVI y por CortesƟo en Don Duarte, h. 1430), louvaminhar (datos en el Elucidario de Viterbo), louvaminheiro ‘el amigo de louvaminhar’ (h. 1430, Don Duarte); pertenecieron ya a la terminología poética medieval de los cantares de louvaminha que el trovador Martin Moxa (quizá gallego o leonés, aunque se le creyó aragonés, y que escribía entre 1270 y 1330) llama louvamĩares (en rima con logares, etc.) (R. Lapa, CEsc. 418.29); y loomiñar se encuentra ya en la Gral. Est. gall. del S. XIV: «Yo... vioa Jupiter e pagouse dela et falou lle, et começou de a lóómjnar em suas palavras» (250.9). Evidente préstamo del occitano, de la frase lemosina lauza amia ‘alaba a la amiga, a la amada’; para la evolución fonética, cf. el posesivo mía > mĩa > minha. Se ha conservado también en gall. actual aloumiñar ‘acariciar, arrullar; agasajar; halagar, adular’ (Vall.; DAcG. con ej. de Fz. Magariños)2; con variantes loumiñar y loumiñeiro ‘acariciador, cariñoso’ (Vall.), aloumiño ‘persuasión’ (Vall.), aluminar ‘inspirar, persuadir’ (Lugrís, citas de Pintos y del P. Sobreira en DAcG.), forma contaminada por alumear o alumiar ‘iluminar’, ‘aconsejar’.
1 Aunque esta obra es de 1251, sus manuscritos son muy posteriores y contienen bastante modernización.― ↩
2 También en Castelao alumiñar un filio y verbas aloumiñantes ‘palabras halagüeñas’, 168.18, 183.3. ↩