LISTO, del mismo origen que el port. lȇsto, cat. llẹst e it. lȇsto, a los cuales correspondería *liesto en castellano, luego reducido a listo; la etimología es incierta, sobre todo por la fecha tardía en que aparecen estos vocablos, pero como en catalán, occitano e italiano antiguos la misma palabra aparece como participio pasivo de LĔGĔRE en el sentido de ‘leer’ y en el de ‘escoger’, quizá se trate de una aplicación figurada de la idea de ‘escogido’, de donde ‘fino’ y ‘pronto, avisado’.
1.ª doc.: 1517, Torres Naharro (ZRPh. LXXVIII, 80, 81); h. 1604, Pérez de Hita; 1605, Quijote I, iv, 11; xlvii, 251.
Falta en los demás diccionarios clásicos y preclásicos, y es ajeno al léxico de los grandes autores medievales y de otros, de los cuales poseemos vocabulario1; Cej. VII, § 78. El verbo alistar ‘tener pronto, poner a punto’ se halla ya un poco antes, desde la Galatea de Cervantes (1584), vid. Cuervo, Dicc. I, 350b; hoy es usual en la Arg., y alistarse ‘arreglarse, vestirse, ataviarse’ en el cast. de Galicia (Alvz. Giménez).
El port. lésto «desembaraçado, despejado», «pronto, expedito, a ponto de partir», es ya frecuente en el S. XVI, desde Mendes Pinto (1541), vid. Moraes y Bluteau. El cat. llest tiene las mismas acepciones que el castellano, y es palabra muy viva y popular en todas partes, bien documentada desde 1460, y su derivado enllestir ya en 1437 (ZRPh. LXXVIII, 81). De oc. lèst (o lèste) «prêt, préparé», «dispos», «leste, agile», no conozco ejs. antes del S. XIX, pero no parece ser tomado del francés, a juzgar por su primera ac. El it. lèsto «destro, presto, agile» [mediados del S. XVI, Salvini, etc.], «allestito, apparecchiato, pronto» [íd., Sassetti], «astuto, scaltro» [S. XVII], «un po’ corto, che rende i movimenti (dal vestito)» (Borghini, f 1580), «da poter maneggiarsi con lestezza» [A. Caro, † 1566]; el ej. más antiguo que cita Tommaseo es el de Maquiavelo que corresponde h. el año 1500 en el sentido de ‘advertido, muy atento’; sabido es que del italiano se tomó el fr. leste ‘vivo, ágil’, documentado desde 1578.
Toda esta documentación nos enseña poco acerca del lugar de origen del vocablo, que según ella parece ser igualmente antiguo y castizo en todos los romances meridionales (el sardo lestu o lestru quizá sea italianismo o catalanismo). Como la ẹ catalana en esta posición corresponde a Ĕ, es claro que todos los romances corresponden a una base única LĔSTU, con reducción de ie a i en castellano, comp. ri(e)st(r)a RĔSTEM, avispa < VĔSPA, etc.
Las etimologías que se han propuesto hasta ahora valen muy poco. Desde luego podemos rechazar la de C. Cipriani, Rom. XXXI, 135, que partía del it. allestare, allestire, ‘aprontar, aparejar’, sacándolos del germ. *HLASTJAN o hlesten, ‘cargar’ (> ‘cargar el navío’, ‘disponerlo para la partida’), para el cual vid. aquí LASTRE. Un germanismo como éste sería muy sorprendente en italiano, donde precisamente no es castiza la palabra correspondiente a lastre (se dice zavorra), y además hay toda clase de dificultades. Diez, Wb. 192, quería partir del gót. listeig ‘astuto’ o a. alem. ant. listîc ‘ingenioso, artificioso’, derivados del gót. LISTS, a. alem. ant., ags., escand. ant. list, ‘astucia’; esta etimología encontró favor en Kluge (s. v. list), Gamillscheg (EWFS; R. G. II, 149), y últimamente en la 3.ª ed. del REW de M-L. 5083a2 y en la nueva ed. de Bloch por Wartburg; estos autores parten del sustantivo correspondiente gót. LIST (en el REW, por errata, lista), o longob. LIST (así Gamillscheg y Wartburg, quienes por lo visto olvidan que el vocablo es también iberorromance). Esta etimología no merece tanta atención: además de la grave disparidad semántica y morfológica, la է germánica difícilmente podía dar i castellana, y desde luego no puede justificar la e abierta de que parten el portugués, catalán, lengua de Oc e italiano. Se impone renunciar a ella.
Cornu, GGr. I2, § 8, quiere explicar nuestro vocablo por un cruce de presto con leve, para lo cual se fija en la variante lestes, muy frecuente en el portugués del S. XVI, cuyo punto de partida está evidentemente en la locución lestes e prestes3 «modo de falar que se diz do que está prompto e preparado» (Madureira, 1739); no dudo, en efecto, de que la variante lestes, estrictamente portuguesa, sea debida al influjo de prestes, pero me cuesta creer que el cruce con leve sea el responsable de la aparición del adjetivo lesto, pues leve y presto no son sinónimos, condición indispensable para los cruces, y además es difícil creer que un cruce así se pudiera producir con carácter independiente en tantas lenguas romances4.
Clédat, Dict. Étym. Fr., sugirió que listo y su familia vengan del lat. arcaico SUBLESTUS ‘débil, flaco’, documentado en tres pasajes de Plauto, recogidos por Festo; Nonio, comentando los mismos pasajes de Plauto, asegura que el sentido es ‘leve, frivolo’5, lo cual podría dar base semántica para listo, pasando por ‘ligero, ágil’, pero tal sentido no resulta claro de ninguno de los tres pasajes y en dos de ellos parece realmente significar ‘débil’. Así y todo quizá no fuese del todo imposible llegar al sentido de nuestro vocablo, y sería concebible que el prefijo SUB- se hubiese tomado como atenuativo o diminutivo, creando un *LESTUS en el sentido de ‘muy ligero’6. Ésta sería una de las etimologías menos inverosímiles, si no fuese que el vocablo en cuestión sólo se halla en Plauto, y es dudoso que pudiera mantenerse en el latín vulgar.
Nadie parece haber prestado atención al hecho de que cat. llest, it. lesto, oc. ant. lesta, es palabra bien conocida en la Edad Media en calidad de participio del verbo que en latín es LĔGĔRE ‘leer’, ‘escoger’. El it. ant. lesto ‘leído’ es bastante frecuente: lo recoge Monaci en el glosario de su Crestomazia It. dei primi secoli; M-L. en R. G. II, § 341; lo empleó el abruzzés Buccio di Ranaldo en su Storia di Santa Catarina escrita en 1330 y en su Storia d’Aquila de 1343-1362 (Mussafia, Wiener Sitzungsber. CX, 369, y glos. s. v.), y no sería difícil señalar otros testimonios7. El cat. ant. llest ‘leído’ quizá es todavía más frecuente: además del ej. que cita Ag., aparece en las Vidas de Santos Rosellonesas del S. XIII, en Bernat Metge, fin del S. XIV (N. Cl., 81), y sería fácil agregar muchos más. Además el vocablo existió en el sentido de ‘escogido’, que tiene en el catalán Desclot, a fines del S. XIII: «vint e cinch galeres, les quais armà de hòmens triats e lests e de tots los altres» (p. 347); de ahí llesta ‘selección’: «el sant Para apostoli mes en lesta a un sant hom, que de dos bisbats preñes la un, quai que vulla li plagues» (Lulio, Meravelles I, 117, N. Cl.), «car si del tot vos havia conquesta / per fina amor (que altrament no ho volria), / vostre joiós servidor en seria, / car vei portats d’altres totes la llesta» en un texto del S. XV (N. Cl. IX, 131.4); otro ej. de 1390 en Ag., s. v. lesta. De oc. ant. l(i)esta íd. hay también 4 ejs. medievales (Levy, P. S. W.)8 .
De ahí el verbo derivado cat. llestar ‘escoger’, hoy vivo en Ripoll, en el Rosellón y aun en el Baridà, junto a la Seo de Urgel; el diccionario de Torra (1653) registra variante llistar; rosell. llest ‘elección, escogimiento’ (J. S. Pons, Canta Perdiu, p. 50); aran. alistà ‘escoger’. Todo esto indica la existencia de *lȇsto como participio de LEGERE en una amplia zona del latín vulgar o del romance primitivo, pues la concordancia tan singular entre el italiano meridional y septentrional, la lengua de Oc y el catalán no puede ser fortuita ni moderna, y el sentido ‘escoger’, que LEGERE no ha conservado en romance, acaba de probar la antigüedad de la formación; así la confirma la forma legestum ‘leído’ registrada por el gramático galorromano Virgilio Marón h. el año 600 (Wiener Sitzungsber. XCIX, 530), aunque este tratadista, algo fantasioso, modificó un poco el vulgar lestus para adaptarlo al radical de LEGERE. Por lo demás, la forma primitiva parece haber sido *LĔXէTUS o *LĔXTUS a juzgar por el vocalismo de una parte de las formas romances, oc. ant. liesta, cat. llista; frente a cat. (l)lesta, que representa la pronunciación reducida y más tardía *LĔSTUS. Los modelos serían posĭtus, visĭtus, responsĭtus, absconsĭtus, tensĭtus, quaestus, y aun textus (dada la relación del texto con la lectura), apoyados en la existencia del pretérito lexi.
Como ya lo indiqué en mi Vocabulario Aranés, s. v., y en AILC III, 176n., es verosímil que listo no sea más que una aplicación especial de ese antiguo participio tan extendido. ‘Escogido’ es idea que se presta a toda clase de evoluciones semánticas que expresen ideas laudatorias, como lo son todas las envueltas por nuestro adjetivo. En el Pallars se llama bestiar de llista el ganado escogido, de la mejor calidad (comunicación del Sr. Violant i Simorra); en el Sur de Cataluña llestat (en Tortosa: Moreira, Folklore Tortosí, 545) o llistat significa ‘espigado, esbelto’, ‘alto, derecho y liso’, aplicado a los árboles y a las piezas de madera9. Así vemos que el vocablo podía tomar el sentido de ‘alto y delgado’, que es lo mismo que ‘fino’, y está cerca de ‘primoroso, de primera calidad’; fácilmente se podía pasar de ahí a ‘sagaz, avisado’, ‘diligente’ y finalmente ‘pronto, a punto’10. No es dificultad insuperable para esta etimología el hecho de que listo o lesto como participios no parecen haber existido nunca en castellano ni portugués; tampoco se pueden documentar con este valor adjetivos como falto, ducho, suelto, junto o el sustantivo dehesa, y, no obstante, es segura y bien averiguada su procedencia participial; la existencia del participio (l)lest en catalán y lengua de Oc, idiomas donde no hay participios analógicos en -est, obliga a creer que este participio debió ya formarse en latín vulgar, y refuerza esta creencia el significado ‘escogido’ que sólo es latino y no se conservó en el verbo romance llegir o léger o leer11. Lo único que causa algún escrúpulo es la fecha tan tardía de la aparición del adjetivo lesto, listo, en todos los romances, algo sorprendente si esta palabra se heredó del latín vulgar. Pero quizá no debamos extrañar demasiado la aparición tardía en una palabra de tono fuertemente afectivo, que significa ‘avispado, vivaz, diligente’, y adviértase que chocará con esta dificultad cualquier otra etimología, aun el cruce de presto con leve, que sólo en latín vulgar pudo producirse siendo común a romances tan separados como el italiano y el portugués, y que sólo así podría explicar la i (< ie) del castellano en contradicción con la e cultista del cast. presto12. No tienen fuerza alguna los argumentos que oponen Wartburg (ZRPh. LXXIII, 268-273) y G. Colón (ZRPh. LXXVIII, 79-81); por lo demás la etimología germánica que defiende Wartburg es insostenible, como ve también Colón; pero no sé por qué se me atribuye una explicación del cast. listo (< liesto), que parta de *LĔXITUS, en la que yo nunca he pensado, pues no podía desconocer yo que LĔXĔTUS sólo podría haber dado *léxedo o a lo sumo *lesto y que precisamente la i(e) supone una base LĔSTUS, lo mismo que en catalán. En cuanto al oc. tiesta es otra palabra (sustantivo abstracto), de base participial, y por lo tanto es lógico que parta de una forma analógica y más conservadora. No hay nada de jergal en los ejemplos castellanos que cito (aunque uno de ellos aparezca casualmente en una poesía germanesca, donde todo no es jergal, claro está, y Torres Naharro, Medrano, etc., nada tienen de germanesco): es meramente familiar, lo propio que el italiano andar lesto. La nota de Colón tiene, en cambio, gran valor por la documentación que proporciona, tanto para el castellano como para el catalán. Lo que es absurdo es suponer que sea préstamo del italiano: se opone claramente la í. En definitiva, parece que Colón quisiera partir de la aislada y artificial forma legestus sólo documentada en Vergilius Maro (h. 600), gramático de lenguaje conocidamente arbitrario.
DERIV.
Listeza. Alistar (V. arriba).
1 En C. de Castillejo engañado por la lista (Cl. C. I, 223) no significa «rápida, ligera» como quiere definir el editor, sino evidentemente lo mismo que engañarse por la lista y opinión en III, 110, es decir ‘apariencia’, V. LISTA.― ↩
2 Después de rechazarla en la 1.ª ed., n.° 4152, como difícil fonética y semánticamente; refutación que se olvidó de borrar en la 3.ª edición.― ↩
3 Prestes que según Cornu representaría un lat. *PRAESTIS, sería según M-L. un préstamo de oc. ant. prestz, en lo cual debe tener razón en vista de la -s.― ↩
4 Schuchardt, ZRPh. XL, 607, propone la misma idea para el it. lesto, pero el cast. listo según él se explicaría por cruce con un visto, equivalente del fr. vite, it. visto, vispo, visco. Dualidad que aumenta la inverosimilitud de la idea, además de que *visto en este sentido no existe en castellano.― ↩
5 En el mismo sentido «sublesturru leve» CGL V, 647.66, que debe de fundarse en el pasaje de Nonio.― ↩
6 Análogamente el cat. llostre ‘crepuscular’, ‘entre dos luces’, entre dos llustres ‘en el crepúsculo’, parece procedente del lat. SUBLUSTRIS ‘mal iluminado’.― ↩
7 Por lo demás hay otros participios de este tipo en italiano, como mosto ‘movido’ y dellesto, ambos en el propio Ranaldo, y los numerosos participios en -esto, tan extendidos en la región veneciana; vid. M-L., R. G. II, 377, 383; Ascoli, AGI IV, 393-8; III, 467. Pero en catalán y lengua de Oc no hay nada más por el estilo, lo cual prueba que estamos ante una formación de raíces muy antiguas, como forma analógica de vist, quest, respost.― ↩
8 De elesta en Bertran de Born, que Raynouard entiende ‘elegida’, el sentido no es bien claro, comp. Levy, P. S. W., s. v., pero puede tener razón Raynouard, comp. Mann, Das Participium Praeteriti im Altprov. (Ausgaben u. Abhdlgn. XLI), p. 12.― ↩
9 Recoge esta forma un excursionista en Poboleda (Priorato), Butll. del Club Pirinenc de Terrassa, 1927, p. 170. Oí fusta llistada, arbres llistats en Aitona, junto a Lérida, etc. Y en L’Albi, al Sur de Borges Blanques, anoté la copla popular «A l’Albi tenen un maig / que és bo per fer una arcada / i naltres n’hi tenim un, / una peça molt llistada, / que té cent i quatre pams: / dintre del bosc se’n criave».― ↩
10 También se podría pensar en ‘leído, culto’ > ‘inteligente, sagaz’; comp. alent, treslido (< *tras-leído) «muito inteligente» (Capela, O Dial. de Elvas). O, fijándose en la frase que cita Aguiló, «la qual letra lesta, me dix que ell...», se podría creer que de ‘leído’ se pasó a ‘terminado, acabado’ y ‘perfecto’.― ↩
11 Sí, en cambio, en el otro participio land. ant. lheyte «choix» y su derivado alheytar «choisir» (Millardet, Recueil de Textes des Anciens Dialectes Landais, 1368, 18; Lespy), oc. ant. alechar íd. (Levy), procedentes de LECTUS; lo cual deja fuera de dudas la etimología de l(i)esta «choix».― ↩
12 Sólo si miráramos listo, lesto, como una creación expresiva comparable a visto ~ visco ~ vispo, se explicaría naturalmente la aparición tardía. Pero en tal caso la vocal aguda i me parece indispensable y característica, y ya hemos visto que la i castellana tiene todo el aire de una evolución fonética de Ĕ. ↩