LERCHA, ‘junquillo con que se ensartan aves o peces muertos, para llevarlos de una parte a otra’, origen incierto; tal vez de *lescha y éste de un prerromano *LէSC֊Lଵ derivado de *LISCA (vid. LASCA).
1.ª doc.: 1615, Quijote.
Según M. Valladares Núñez lercha es también gallego, que Sarm. había definido: «cosa pequeña, delgada, flaca, ruin». Pero es generalización que sus propios ejemplos (CaG. 187r) permiten precisar algo más: una lercha o piltrafa de cualquier cosa y figuradamente esta vieja es una lercha (también ‘persona sucia’ Vall.), pero sobre todo una lercha de tocino sugiere que el sentido propio fuese ‘lonjita’, ‘tira de materia animal o vegetal’. Ahora bien, esto recuerda el tipo prerromano del cat. llesca, cast. LASCA, para el cual hemos llegado a la conclusión muy verosímil de que en última instancia se trata del célt. *VLÌSCଵ ‘vara, varilla, bastoncillo’, cambiado en parte en *LISCA (> cat. llesca), en parte en *FLISCA (irl. flese, fr. flèche > FLECHA). Tal vez aquí tengamos una forma céltica diminutiva o derivada *LISCOLA, puesto que muscho (< MUSTIO) evoluciona en gall. y port. murcho.
Tan poco conocido era el vocablo en cast. que Pellicer († 1679) pensó que en el pasaje cit. del Quijote debía leerse percha; pero Clemencín en su ed. de 1835 lo da como voz conocida (si bien haciendo referencia a la Acad.), y observa que la enmienda de Pellicer es inadmisible, pues así se halla en todas las ediciones antiguas, además de que se podría colgar, pero no ensartar en una percha. Acaso tuvo Cervantes el impromptu de poner en boca de Sancho una frase que hubiera oído a algún Saavedra gallego pariente suyo: ¿recordaba sólo vagamente como barbaridad de rústico? Nada análogo conozco en otros romances. Dice Julio Cejador que puede venir del vasco ler ‘reventón’, lerdatu ‘aplastar’, pero no es nada verosímil semántica ni morfológicamente; si ler (lerra, lerrondo) ‘pino’ hubiese significado primitivamente ‘tronco’, sería posible suponer un diminutivo *lertxa o *lertxo con el sentido de ‘rama’, pues -txa y -txo son sufijos frecuentes con este valor, pero el caso es que no hay indicio de que ler haya valido jamás ‘tronco’. El it. lerdo significa ‘sucio, soez’, en Cerdeña ‘bizco’, sentido secundario debido a cruce con guercio (M. L. Wagner, RF LXIX, 261) (para su origen, vid. Diez, Wb., 380; REW 4993; Spitzer, Lexik. a. d. Kat., 86), pero tampoco vemos ahí agarradero semántico.
DERIV.
Gall. lerchán ‘hombre sucio, descarado, descocado’ (Vall.) y larchán ‘haragán, perezoso; gañán’ (íd.): «aínda viña o larchán en demanda do carozo!», «habías de empreñar ti, larchán!», Castelao 213.16, 233.16.
1 «El junquillo con que se atraviesan las agallas de los peces para colgarlos».― ↩
2 Quizá se habría leído mal "manchego" por "maragato" en la nota de un académico. ↩