LAVAJO, ‘charca’, alteración, por influjo de lavar, de navajo íd., derivado del prerromano NAVA, que entre otros ha tenido el significado de ‘lugar pantanoso’ (probablemente el sentido originario).

1.ª doc.: labâǤuš, en escritura mozárabe de Toledo, de 1202 (Simonet, p. 627); lavajo, princ. S. XV, Villasandino, Canc. de Baena, n.° 104, v. 3.

En una poesía obscena compara ese poetastro las vergüenzas de una mujer con un alvañar y también con un lavajo, voz que rima con otras en -j- sonora (trabajo, destajo, carajo). Covarr. sólo cita Lavajos como nombre propio, pero Nebr. aduce «lavajo o lavajal: volutabrum» y Oudin es más explícito: «lavajal o lavajo como de puercos: bourbier où les pourceaux se veautrent, veautroir, bauge»; Aut. define el vocablo en plural, «ciertas lagunas que se hacen alrededor de los Lugares, que se forman de las lluvias u de las crecientes de los ríos y arroyos, donde las mugeres acostumbran ir a lavar, y suelen servir de abrevadero para los ganados». Lo de que servía para ir a lavar es algo sin fundamento en la realidad (la Acad. lo suprimió en sus ediciones posteriores) que el académico autor de esta papeleta agregaba sólo con el objeto de explicarse la supuesta etimología lavar, pues la traducción latina de Aut., caenosus locus, y la francesa mare d’eau, de Terr., son más sinceras: a nadie se le ocurriría ir a lavar a un lugar cenagoso, o a un charco; también agrega Terr. el adjetivo lavajoso ‘cenagoso’ y a propósito de lavajo observa «en algunos lugares le llaman navajo, sin duda por corrupción». En realidad navajo es bastante antiguo, según se ve por el refrán «cerco de luna navajo enxuga: estrella en medio, navajo lleno», ya recogido por Aut. Como, según veremos en el artículo correspondiente, una de las acs. más antiguas (ya documentada en el S. XIII) y seguramente la originaria, de NAVA es ‘lugar inundado o pantanoso’, no creo que quepa duda que navajo es un mero derivado aumentativo-despectivo de ese vocablo (como lagunajo de laguna), que al quedar anticuado nava en el uso común quedó aislado en el vocabulario popular, y por lo tanto trató la gente de relacionarlo con otra palabra castellana; en nuestro caso se ofrecía el verbo lavar, muy naturalmente, puesto que de agua se trataba. También ayudaría laguna(jo), y nótese que el cazurro andaluz del S. XV altera Navas en Lavas de Tolosa (M. P., Poesía Jugl., p. 465). Un derivado de nuestro vocablo, vivo todavía en el habla arcaica de Tras-os-Montes, conserva el consonantismo etimológico: navalhão «na terra, pedaço muito molhado, que nas searas se deixa por semear, só para herva» (RL V, 98). El vocablo debió existir primitivamente en Cataluña, aunque hoy se ha olvidado, pues son numerosos los lugares llamados El Navall o El Navai, p. ej. la Serra del Navai (oficialmente -ll) cerca del pueblo de Montseny, partido de Granollers, Prat de Navall en Josa (Solsona), Torrent de Navall en Arsèguel (Seo de Urgel); ligeras variantes parecen ser La Navatlla, partida de Àreu (Pallars), y la Font y Coll de Navaies, en Vandellòs (Falset), donde se cuenta que hubo una antigua población (Amades, Butll. del C. Excurs. de Cat., 1933, 252); en BDC XXIII, 327, reuní varios ejs. de Nabail o Navaille(s) en los departamentos de Ariège, Altos y Bajos Pirineos; en cuanto al gasc. noualho «étang, marais», recogido por Mistral, será labialización secundaria debida a la consonante labial siguiente, a no ser que vaya con el tipo NAUDA, que al fin y al cabo parece ser variante céltica de NAVA1>. Comp. LAVANCO.

Por las razones semánticas indicadas no es aceptable el étimo de G. de Diego (Contrib., § 353), *LAVACLUM en vez de LAVACRUM ‘lavadero’.

Y tampoco tiene probabilidades la relación que Simonet sugiere con lapachar, sólo admisible a base de una fuerte arabización; es más sencillo derivar de NAVA.

DERIV.

Lavajal [Nebr.].

1 El oc. ant. novalha que M-L. (REW 5966) saca de una breve nota de Herzog (ZRPh. XXVII, 126, aunque éste escribe noalho), no parece existir. Desde luego es inadmisible semánticamente la etimología de estos autores: lat. NOVALE ‘artiga’.