HINCHAR, del lat. էNFLARE ‘soplar dentro de algo’, ‘hinchar’, derivado de FLARE ‘soplar’.

1.ª doc.: inchado, Berceo, en Milagros, 428; S. Millán, 126; finchado, Juan Ruiz, 97d, 98b, 242b, 1233a1.

El moderno hinchar, con h, aparece también en APal. 512b (junto a finchazón, 20d, 23b, 48b), y en Nebr., autor que sólo admitía la h cuando se pronunciaba aspirada. Es palabra de uso frecuente en todas las épocas. La aspiración inicial se explica por una metátesis de la h procedente de F, en la fecha preliteraria en que el vocablo se pronunciaba inháre (con sorda), de donde hináre > hinchar; el mismo fenómeno observamos en el aran. holá ‘hinchar’, metátesis de on(h), [= oc. ant. inflar, unflar INFLARE), y comp. lo ocurrido con HALLAR (y el influjo ejercido por hinchar sobre henchir IMPLERE)2; V. el artículo citado para la explicación inadmisible de Malkiel. INFLARE se ha conservado en todos los romances. El duplicado culto inflar se documenta desde Mena (C. C. Smith, BHisp. LXI), 1499 (Comendador Griego) y en Aut. Cej. VI, § 28.

DERIV.

Hincha fam. ‘odio, encono, enemistad’3, comp. port. encha ‘enemistad’ (CortesƟo). Hinchado. Hinchamiento. Hinchazón [f-, APal., vid. arriba]; en Asturias hinchor (Vigón). Deshinchar [Nebr.]; secundariamente esfinchar ‘desahogar el coraje o la ira’ en Cespedosa (RFE XV, 114).

Inflación [Corbacho (C. C. Smith)]. Inflamiento. Inflativo. Conflación, derivado del lat. conflare ‘hinchar, henchir’, otro derivado de flare; conflátil. Sabido es el gran desarrollo y popularidad de CONFLARE en francés y occitano antiguos y modernos (gonfler, etc.), incluyendo un adj. postverbal gonfle, ant. y dialectalmente confles (con -s como sujeto): de ahí el préstamo gall. NE. confres «mustio, solo, triste, quieto» (Pedro está confres, Viveiro, Sarm. CaG. 121r); la ac. figurada ‘triste’ en confle o gonfle se registra hoy en Marsella, Grenoble y bastantes lugares más, FEW II, 1041a.

1 En este último pasaje el ms. G (que no trae los otros versos) trae inchado.―

2 Los port. y gall. inchar, achar, comprueban que en castellano se trata de la fácil metátesis de la h aspirada, y no del cruce con una palabra con F-. En gallegoportugués, en efecto, no ha habido formas con f- ni, claro está, con aspiración. Naturalmente que en castellano anticuado los que preferían las pronunciaciones artificiales del tipo fazer, fava, foja, también pronunciaban con f labiodental fallar y finchado, formas que se han salvado hasta hoy en alguna acepción especial. Finchado, quizá propagado desde la novela de caballerías, sigue empleándose familiarmente en el sentido de ‘ridiculamente engreído’.―

3 «El alguacil gritaba como un descosido, viendo que la mozuela 1e había dado entre ceja y ceja con la del martes; y tomó la hincha con ella...», Cuento de Cuentos, Quevedo, ed. Cl. C. IV, 183; otro ej. análogo de Quevedo en Aut. En la Arg., hincha m. ha tomado la ac. ‘partidario de un club deportivo, que hace manifestaciones entusiastas durante un acto de este tipo’ (ingl. fan). La raíz en ambos casos puede ser común: ‘idea fija’. Del castellano vienen el mall. dur-se inxes ‘tenerse rabia’ (BDLC XI, 301), rosell. inxe ‘astuto, uno que la sabe larga’ (Saisset, Perpinyanenques, p. 76 y Glosario).