HALLAR, voz común al castellano con el port. achar, rum. aflà, y varias hablas romances de la periferia itálica, procedente del lat. AFFLARE ‘soplar hacia algo’, ‘rozar algo con el aliento’, que de ahí pasaría a significar ‘oler la pista de algo’ y finalmente ‘dar con algo, hallarlo’.
1.ª doc.: aflare traduciendo el lat. invenire en las Glosas Emilianenses, n.° 29, h. el año 950; fallar, desde los orígenes del castellano escrito (Cid, etc.).
Port. achar ‘hallar’, y rum. aflà ‘hallar’, ‘descubrir’, ‘inventar’, ‘enterarse’, se igualan rigurosamente a hallar, y con su consonantismo confirman que hallar viene de AFFLARE; además tenemos el sobreselv. anflar, la forma asciare con sus variantes (-ari, -à) expresa la idea de ‘hallar’ en Sicilia, Calabria, Campania e Irpino2, y los documentos del extinto romance de Dalmacia presentan un derivado afflatura (Bartoli, Das Dalm. II, 265) que presupone claramente la existencia de un verbo afflar en este idioma. Quizá venga también de ahí, por trasposición de un *apratu el vco. bazt. arpatu ‘hallar’, que no es fácil salga del vasco (guip., nav. y vco.-fr.), arrapatu (de otro origen), pues éste sólo significa ‘arrebatar’.
Hay varios caminos posibles para explicar el proceso semántico que condujo de AFFLARE ‘soplar hacia’ a significar ‘hallar’. Ascoli y Diez partían de ‘soplar encima de algo’, de donde ‘alcanzarlo con el aliento’ y de ahí ‘tocar’ y finalmente ‘hallar’, y con ello alcanzaron la adhesión de Settegast (ZRPh. XXXIX, 703), y de M-L. (ZRPh. XXXI, 579-82), quien se fijaba especialmente en el tosc. arfiare ‘arrebatar’ (< *ARFLARE, variante dialectal de AFFLARE); pero la etimología de esta voz toscana es incierta, como observa Schuchardt (y reconoce el propio M-L., REW 261). Schuchardt había pensado (ZRPh. XX, 536) en una evolución de la locución latina mihi afflatur ‘se me insufla, se me sugiere’, ‘me hacen saber algo discretamente’, que se habría cambiado en a me afflatur, y de ahí afflo ‘averiguo’; pero en definitiva el mismo lingüista se inclinó (ZRPh. XXXI, 719-21; XXXII, 230-8) por considerar este empleo de afflare como procedente del lenguaje de la caza, donde el perro afflat o huele la pista de los animales perseguidos, y de ahí pasa el vocablo a ‘descubrir’, ‘hallar’, comp. el fr. avoir vent de quelque chose ‘averiguarlo, enterarse’, y frases familiares castellanas como se lo olió ‘adivinó lo que sucedía’. Esto último me parece lo más convincente, aunque no debe descartarse por ello la posibilidad de que colaboraran en el mismo resultado los otros usos indicados3.
Para la locución hallar menos o achar (echar) menos, vid. s. v. ECHAR.
Mera variante fonética de hallar es fallar en la ac. ‘dar sentencia’, que primitivamente entrañaba la idea de ‘encontrar la ley aplicable’ y la de ‘encontrar o averiguar los hechos’. El lenguaje jurídico, siempre arcaizante, conservó ahí la forma medieval con f-. (V. HINCHAR n. 2).
DERIV.
Afayarse ast. ‘hallarse bien en algún sitio’; afayadizu ‘en que uno se halla bien’ (V). Hallazgo [fa-, APal. 185d], antes también hallamiento o hallada. Hallador, Hallante. Fallo ‘sentencia’ [1646, Estebanillo, Aut.]. Del gall. achar: boa achacía ‘buena alhaja’ (irónico): «Pedro es mi boa achacía», murmurando de alguno (Sarm. CaG. 205r).
1 Herzog, Litbl. XXX, 329, observa a propósito de las formas españolas que también en ciertos dialectos franceses FL y PL dan hྊ; sin embargo no creo que IMPLERE > henchir se explique así en castellano.― ↩
2 En cuanto al acchiare de Tarento y Pulla, según Merlo (ZRPh. XXXVIII, 479-81), corresponde más bien al it. occhiare ‘mirar’, pues según observa este autor en algunos puntos coexiste este vocablo con asciare ‘hallar’ (comp. Salvioni, St. Rom. VI; Bertoni, Rom. XLIV, 307; Rohlfs, ZRPh. XLVI, 163).― ↩
3 En la Engadina ‘hallar’ se dice chatter, procedente del lat. CAPTARE ‘tratar de coger’, lo cual no está lejos de la explicación de Ascoli. De todos modos este chatter puede ser también término de caza. La variante semántica que para AFFLARE sugiere M-L. en el REW es menos convincente. Para documentación del b. lat. afflare en acs. semejantes a la romance, vid. Diez, Wb., 414. ↩