HALAR, tomado del fr. haler ‘tirar de algo por medio de un cabo’, y éste del germ. *HALÔNtirar de algo’, ‘atraer’; concretamente es probable que en francés se tomara del neerlandés antiguo o se heredara de su próximo pariente el fráncico.

1.ª doc.: h. 1573, Eugenio de Salazar (Cartas, ed. Biblióf. Esp., 41).

En francés se documenta desde el S. XII. En castellano lo documenta también Oudin («haller, tirer à force, desraciner»), el Vocabulario Marítimo de Sevilla (1696), Aut., etc.; Cej. VII, § 101. Del francés se tomó igualmente el port. alar, ya documentado a med. S. XVI, mientras que el it. alare, que aparece primeramente en una traducción del portugués publicada en 1578, se tomaría quizá por conducto de las lenguas hispánicas (Zaccaria). Que en castellano no es germanismo directo puede probarse por el carácter aspirado de la h-, pues el vocablo se pronuncia jalar en Andalucía (Cuervo, Ap., § 530), en Cuba (Pichardo), en California, etc.; en efecto, los germanismos directos del castellano pierden totalmente la H- germánica1. Es palabra de uso exclusivamente náutico en general, pero en las tres zonas citadas se ha generalizado secundariamente su empleo: «los chiquillos le tiran, le jalan y lo estropean (a un romero)», Fernán Caballero; «tira que tira, jala que jala / los cordelitos de esta campana» (A. M. Espinosa, Romances de California, en Homen. a M. P. I, 313); «tirar de cualquier cosa, hacer fuerza para tirarla hacia sí», según la definición de Pichardo.

Diez (Wb., 181), tras él M-L. (REW 3997) y Gamillscheg (EWFS, s. v.), derivaban el fr. haler de un escand. ant. hala, pero en realidad tal palabra es ajena a este idioma germánico: falta en Cleas-by-Vigfusson, y el sueco hala y danés hale están tomados del b. alem. halen ‘tirar de algo’, ‘halar’ (Bloch rectifica ya); es vocablo propio del germánico occidental: a. alem. ant. halôn o holôn ‘hacer venir, llamar, enviar a buscar’, alem. holen ‘enviar a buscar’, b. alem. ant. halôn ‘traer, enviar a buscar’, neerl. halen íd. y ‘tirar de algo’, fris. ant. halia ‘enviar a buscar’, ags. geholian ‘adquirir, proporcionarse’ (el ingl. hale o haul ‘halar’ es galicismo). Las formas frisona y anglosajona habrían dado en romance un resultado diferente (en -ir), y como el significado romance se halla mejor reflejado en bajo alemán y neerlandés, debemos admitir que los franceses aprenderían nuestro verbo por el contacto costeño con los neerlandeses, o bien lo heredarían de los francos, que hablaban un dialecto sumamente afín al de aquéllos; aunque son raros los términos marinos de origen fráncico, Gamillscheg señala algunos, y teniendo en cuenta que en Normandía haler tiene significado no náutico, también cabe que sea voz fráncica de uso primeramente general y luego especializado en el lenguaje marítimo. Para jalar ‘emborrachar’ y ‘comer’, V. JAMAR.

CPT.

Halacabuyas. Halacuerdas. Y comp. ALOTAR.

1 Por lo que respecta a Alto Aller afalar ‘arrear el ganado para que camine’ (Rdz. Castellano, 279), quizá no venga de esto, sino de falar = hablar.