GUIAR, palabra común a todos los romances de Occidente; la consonante inicial indica procedencia germánica, pero no existe etimología clara en el vocabulario germánico conocido; teniendo en cuenta que en el derecho feudal y consuetudinario guiar significaba ‘escoltar a alguno garantizando su seguridad’, quizá procede del gót. *WIDAN ‘juntarse’ (gót. GAWIDAN, a. alem. med. weten ‘juntar’).

1.ª doc.: orígenes del idioma (Cid, Berceo, etc.).

Guiar es palabra castiza y frecuente en todas las épocas del idioma. Lo mismo cabe decir de los idiomas hermanos: port. y cat. guiar, oc. guidar o guizar, fr. ant. guier (hoy guider), it. guidare, son palabras tan antiguas como las lenguas respectivas, y de uso popular y general. Si varios romanistas han supuesto que en alguno de estos idiomas el vocablo esté tomado de otro romance, no ha sido a base de observaciones internas ni de hechos que consten por la historia del vocablo, sino exclusivamente con el objeto de justificar fonéticamente una de las etimologías propuestas. En efecto, si partiendo de oc. guidar suponemos una base con -T-, las formas iberorromances e italiana habrían de ser galicismos, a causa del tratamiento de esta consonante; y si fijándonos en la mayoría de los romances postulamos una base con -D-, entonces cuesta explicar el guidar occitano.

Ahora bien, aun dejando el detalle fonético, ninguna de estas etimologías es satisfactoria en sí. El gót. WէTAN, propuesto por Diez (Wb., 180), significa ‘observar, atender, prestar atención’; que de aquí pueda desarrollarse la idea de ‘guiar’ pasando por ‘observar los movimientos de alguien’ no puede negarse del todo, pero es una posibilidad muy vaga1, y aun admitiéndola nos cerrará el paso la fonética, que por la razón indicada nos obligaría a suponer que el vocablo se propagó desde el Norte de Francia al resto de la Romania, supuesto imposible en un vocablo de origen gótico2.

La etimología que hasta aquí halló más aplauso es la de Mackel (Franz. Studien VI, i, 109), adoptada por Gamillscheg (EWFS, s. v. guider; R. G. I, 251) y Bloch (con reservas); pero es seguramente la que menos lo merece. Se trataría de un fráncico *WÎTAN que significaría ‘mostrar una dirección’, ‘señalar (algo)’; pero en realidad nunca existió tal vocablo con ese sentido, y la forma como se llegó a imaginar este significado es típica del burdo proceder de ciertos germanistas del siglo pasado en materias semánticas, en quienes todavía confían muchos romanistas cuando se trata de germanismos romances: Mackel copió en parte las definiciones del anticuado diccionario germánico de Schade (1880), formadas con una aventurada síntesis de varios idiomas y mezcladas con definiciones hipotéticas de sentidos preliterarios o etimológicos; y además agregó, sin distinguirlos, otros sentidos supuestos por él para explicar el significado romance3.

Finalmente Bruckner (ZRPh. XXXVII, 205-10), uno de los germanistas más distinguidos que se han ocupado de germanismos romances, suponía un gót. *WէDAN a base del GAWIDAN del mismo idioma en el sentido de ‘juntar’, a. alem. ant. giwëtan íd., a. alem. med. weten ‘uncir (bueyes)’, ‘sujetar al yugo’, ‘juntar’, ‘envolver, enredar (en males, penas, etc.)’, y observando los ejs. de este último matiz y comparándolos con otros en que el vocablo, en combinación con ûz (alem. aus, cast. de, fuera de), toma la ac. ‘soltar, libertar’, suponía que weten pudo tomar el significado de ‘conducir, llevar por el cabestro (a un animal)’, significado que él atribuía al gótico *WէDAN. Aun reconociendo que esta etimología es más satisfactoria que las anteriores para la fonética romance (pues la conservación de la է no sería obstáculo insuperable, comp. los casos reunidos por Gamillscheg, R. G. II, 36-7, y el propio Bruckner, pp. 207-7), no podemos cerrar los ojos ante la fragilidad de su base semántica.

Valía más seguir resueltamente el camino ya indicado someramente por Bruckner al recordar el empleo de guiar en la terminología del derecho medieval en el sentido de ‘acompañar, garantizando su seguridad, a alguno’, p. ej. a un acusado, o a un perseguido: de *WIDAN ‘juntarse’ se pudo pasar a ‘escoltar, acompañar’, de donde ‘guiar’; de hecho en textos medievales del derecho catalán consuetudinario guiar e ‘ir con alguien’ aparecen como sinónimos: así en los Usatges de Barcelona «si negú va ab altre, ni és en via... son senyor en nula gissa no·l ne puxa reptar... si d’abans, de son senyor... no era amonestat que no·l gidàs ni anàs ab el» (ed. N. Cl., p. 125)4. De ‘ir con alguno’ se pasó en romance a ‘guiarle’. Esta historia semántica se ha repetido en otras épocas y con otras costumbres, pues el cast., cat. EXEA, hispano-ár. šîa ‘guía’, deriva del ár. šâ ‘acompañar’, en alemán leiten ‘guiar’ y begleiten ‘acompañar’ tienen origen común, y hoy en el Valle de Arán el verbo guiar es desusado y en su lugar se emplea acompanyà (acompanya et senyó at camín d’Arres, acompanya-lo a çò det Rectó), evolución que desarrollada o en germen hallamos en muchas hablas hispano y galorrománicas5. Quizá ya M-L. (REW 9528) pensaba en esta modificación semántica6, al sustituir el verbo *WIDAN de Bruckner por un sustantivo gót. *WէDA ‘guía que escolta a un forastero’7. Creo que con esto nos hemos acercado en el máximo posible a una etimología germánica verosímil, pero reconozcamos que son demasiado importantes los escalones que permanecen hipotéticos para que podamos mirarla como enteramente segura8.

Ya que no podemos llegar a una conclusión definitiva, ¿podemos al menos facilitar investigaciones futuras sentando cuál es la base fonética que postulan los idiomas romances? ¿Es admisible que guiar pueda venir de una base con -T-? Creo que todo el mundo estará de acuerdo en que, sin prejuicios etimológicos, debemos suponer una con -D- originaria. Todos los romances estarían de acuerdo con ella, aun el oc. guizar. Es verdad que hay en este idioma variantes guidar9 y aun guiar. Esta última en rigor no se aparta de la base *WIDARE, pues ante el acento hay varios dialectos occitanos que dejan caer la -D- intervocálica: una forma como raïtz RADզCEM está tanto o más extendida que razitz10. En cuanto a guizar y guidar dice Brüch que no es posible fijar sus áreas geográficas, porque guidar se encuentra en todas partes, aunque la otra forma sí es claro que pertenece a Gascuña y Languedoc occidental; agreguemos que los testimonios occidentales de guidar pertenecen todos a textos gascones, es decir, a un dialecto que conserva en gran parte de su extensión la -D- intervocálica latina sin cambiarla en -z-: luego hay que eliminar estos ejs.; y nos quedan dos áreas generales, guizar en el Sudoeste y guidar en el Nordeste, que corresponden más o menos a las dos formas que hoy registra grosso modo Mistral: prov. guidà y langued. guizà. Además parece haber una diferencia cronológica y, por lo menos parcialmente, una distinción en el tipo de textos: guizar figura ya en Bertran de Born (S. XII), mientras que de guidar no veo ejs. anteriores a Flamenca (med. S. XIII); aunque ambos se hallan en poetas, guidar es casi general en las obras consuetudinarias y administrativas (Costumbres de Albi, de Fumel, de Gourdon). La distribución geográfica y la precesión cronológica nos obligan a relacionar el guidar occitano con el guider del francés antiguo tardío (S. XIV, frente a guier en los SS. XII y XIII); vanamente se ha querido explicar el fr. guider por un préstamo italiano (influjo que no actuaba en el S. XIV) u occitano (cuando en este idioma guizar tiene tanta extensión como guidar), o por un influjo de la alternancia aidier ~ aïe, caso aislado y además diferente. La buena explicación es otra: lo mismo en lengua de Oïl que en lengua de Oc la forma con -d- es un latinismo, debido al influjo del bajo latín curial y jurídico, donde la institución del guiaje desempeñaba un papel tan grande, véanse los copiosos y antiguos ejs. de guidare en Du C.; y nótese que el único ej. catalán de guidar (arriba citado) pertenece a un texto jurídico, traducido del latín11. En conclusión, pues, las formas romances representan unánimemente una base *WIDARE12. Es inverosímil en grado sumo admitir que palabra tan importante y general como guiar venga del francés en todos los demás romances13.

DERIV.

Guía [Berceo; para la fecha de la ac. ‘el que guía’, V. abajo, nota 7]. Guiadera. Guiado. Guiador [Nebr.]. Guiaje, ant. (< cat. guiatge), o guiamiento. Guión [‘guía, guiador’, Berceo, Mil., 870d; S. Mill., 324, 330; guiona ‘guiadora’, Mil., 32b; guión ‘estandarte o cruz que se lleva delante’, 1552, Calvete; ‘en Música, señal que se pone al fin de la escala’, Aut., con cita de Pedro de Ulloa], probablemente tomado del fr. ant. guion (caso sujeto guis) ‘el que guía’, para cuya formación V. arriba14; guionaje [Berceo, Loores, 197].

1 El caso del it. scorgere ‘divisar’ y ‘acompañar’ es diferente, pues aquí la idea central es la de ‘rectificar o enderezar el camino de alguien’ (EX-CORRIGERE, V. ESCURRIR), de donde por una parte ‘guiarle’ y por otra parte ‘mirar por dónde va’. Pero como WITAN era primitivamente ‘ver’ (corresponde al lat. videre), sería forzoso pasar de ‘observar’ a ‘guiar’, lo cual es mucho más difícil de concebir.―

2 No hay correspondencias claras en otros idiomas germánicos; cítase a. alem. ant. gi-wizzên, ir-wizzên (Schade), mas si existen son rarísimos, pues ni siquiera figuran en Graff.―

3 «Zusehen, eine Richtung einschlagen, auf jemand sehen, ihn tadeln, strafen». Hasta aquí Schade; luego agrega Mackel «für jemand sehen, ihn weisen, führen». No sólo esto es hipotético, sino que lo eran ya en parte las definiciones de Schade, aunque no basadas en una etimología romance, pero sí en la comparación de los idiomas germánicos con otros indoeuropeos. Concretamente el a. alem. ant. wîzan significa ‘imputar (una culpa)’, ‘echar en cara, reprochar’, el b. alem. ant. wîtan ‘hacer un reproche’ (hoy ‘reprender, dar la culpa’), neerl. wijten «incursare, imputare, adscribere, causam in aliquem rejicere, objurgare»; todo lo cual se ha supuesto que pueda venir de la idea de ‘mirar (a alguno) con ojos críticos’ (de ahí el «zusehen» de Schade, basado en el supuesto étimo indoeuropeo Ȯid-); el único fundamento filológico de esta idea dentro del germánico está en el ags. wîtan, que además de ‘inculpar, imputar’ tiene la ac. más rara de ‘atender (a algo), guardarlo’. Pero con todo esto quedamos a cien leguas de ‘guiar’. Por su parte Gamillscheg remite al ags. gewîtan, al cual atribuye la ac. «eine Richtung sehend verfolgen», traducción de «to turn one’s eyes in any direction with the intention of taking that direction» (Bosworth); pero otra vez esto no es más que una ac. etimológica, supuesta: en realidad el vocablo significa siempre ‘partir’, ‘marcharse (de un lugar)’, véase el suplemento de Toller y el propio diccionario de Bosworth. También dice Gamillscheg que la ac. ‘señalar (algo)’ está documentada en el escand. ant. vita, para lo cual se funda en el artículo de Bugge (Rom. III, 150), que proponía esta voz escandinava como étimo del romance guiar, definiéndola «signifier, présager, indiquer»; pero este último significado era enteramente supuesto; en realidad vita significa ‘ser inteligente’ y ‘conocer, saber (algo)’, también a veces ‘tener (una cosa) cierto significado’, y como hápax ‘presagiar’, con lo cual ¡quedamos muy lejos de ‘señalar el camino’! Por lo demás vita tiene i breve y por lo tanto no corresponde a un fráncico *WÎTAN, sino al gót. WէTAN. Aun concediendo los significados hipotéticos supuestos por Schade y Bosworth, no habría bastante para atribuir al franc. *WÎTAN la ac. ‘señalar’.―

4 Cito otro párrafo de las Costumbres de Tortosa, S. XIII (los Usatges son del S. XI), que muestra con mayor desarrollo la institución del guiatge: «Si algun hom ha feyta alguna mala feyta... e... lexarà la Ciutat, et depuyx volrà entrar en la Ciutat ab cor e ab volentat que·s pos [‘reconcilie’] ab la part a qui aurà forfeyt, un ciutadà de la Ciutat lo pot assegurar tres dies en la Ciutat o en sos termes, una vegada l’an... E pus un ciutadà l’aurà guiat una vegada l’an, no pot ésser guiat dins aquel an per negun altre» (ed. Oliver, p. 56). Ahí, pues, guiar es escoltar al prófugo en su entrada en Tortosa, garantizando su seguridad.―

5 «El ángel Rafael se ofrece a acompañar al joven Tobías a Ragés», cita de Scío en Cuervo, Dicc. I, 130b. Más claro en catalán: «lo Batle Real de dita vila sia tingut acompanyar y lliurar aquells al patró del vaxell», a. 1576; «al primer raig de l’alba, te vull acompanyar a la que’t salva», en Verdaguer; oc. acoumpagnaire «suivant, compagnon, guide» (Mistral).―

6 Así prescindiríamos de la etimología que Bruckner atribuía al germ. WIDAN, mirándolo como denominativo del alem. dial. wied ‘hierba’, de donde ‘atadura vegetal’ y de ahí ‘atar, uncir’, etimología que le lleva a la idea de ‘conducir por el cabestro (la atadura)’. Pero los germanistas e indoeuropeístas suelen derivar estas voces germánicas de una raíz indoeuropea Ȯedh- representada en céltico e índico (Walde-P. I, 256).―

7 Entonces guiar sería derivado de guía, y éste vendría del gót. *WIDA (acus. *WIDAN); es decir, en este caso no se habría partido del acusativo gótico (como sucede normalmente, en guardián, escanciarlo, cat. gasallà, etc.), sino del nominativo. Pero esto es poco verosímil: en todas partes guía parece ser inicialmente un abstracto ‘acción de guiar’, convertido secundariamente en nombre personal, como en centinela, vigía, etc. La prueba es que guía es femenino: en Berceo (S. Dom., 633c) ca avrás buena guía puede entenderse como abstracto o como personal, pero todavía en el Siglo de Oro la guía significa ‘el hombre que guía’; «le diesse una guía que le encaminasse a la cueva de Montesinos», Quijote II, xxii, 82; «verdad es―dijo la guía», en Rinconete y Cortadillo, ed. Rz. Marín, p. 414. Lo que sugeriría a M-L. su idea de partir del sustantivo guía pudo ser la existencia del fr. ant. guis, caso compl. guion, ‘el guía’, que, en efecto, parece continuar un fráncico *WIDÔ, -ÔNS, correspondiente al gót. WIDA. Comp. abajo guión. Pero aunque admitamos este étimo para el fráncico, no existen pruebas firmes de semejante sustantivo en gótico.―

8 Cabría simplemente postular un gót. *WէDAN ‘guiar’ a base del irl. ant. fedid ‘él guía’, eslavón ved ‘yo guío’, lit. vedù ‘guiar’, raíz indoeuropea (Walde-P. I, 255) que no carece del todo de representantes germánicos, puesto que de ahí viene el sustantivo ags. weotuma, fris. ant. wetma ‘precio de la novia’, a. alem. ant. widomo ‘dote’ (es decir, lo que paga el novio para poder guiarla o llevársela a su domicilio). Pero es mera hipótesis. Claro que ignoramos gran parte del vocabulario gótico real. Otras etimologías propuestas, como el lat. VզTARE ‘evitar’, no merecen discusión; y el célt. *VզDA ‘indicación’, supuesto por Thurneysen (Keltorom., 65), no es posible por el tratamiento de la inicial, que si hay algún ej. dialectal de gȮ- romance en celtismos, es tratamiento, que de ninguna manera podríamos admitir en un caso donde hay gȮ- unánime.―

9 En castellano existe guidar solamente en algunos pasajes del manuscrito aragonés del Alex. (177c, 235c y 358c), junto a una mayoría de guiar en el propio manuscrito, y ésta es la única forma que se halla en el manuscrito leonés. Es forma dialectal correspondiente a un dialecto como el aragonés, que así como conserva sin cambio la -T- latina, también respeta la -D-, como en coda ‘cola’, aloda ALAUDA.―

10 Ya Brüch, Philol. Studien Voretzsch dargebracht, 1927, 229-34, observó que la mayor parte de los ejs. de guiar pertenecen a zonas vecinas al francés. Queda de todos modos un ej. medieval de Alès, y hoy aguià es la forma marsellesa según Mistral.―

11 Hay, en cambio, guisar en las Vidas de Santos rosellonesas (AILC III, 148), texto que representa la -D- por -s- sonora, como la lengua de Oc.―

12 En la polémica entre Brüch y Rohlfs (ZRPh. L, 732ss.; LI, 301 y 751), acerca de los casos en que oc. ant. -z- parece representar una -T-, los dos filólogos toman posiciones extremas, que en su totalidad son indefendibles. Si los cruces sistemáticos de Brüch no se pueden aceptar (y menos que ninguno el de *WÎTAN con un gót. *WÎDOS ‘más lejos’ que él tomaba como base de guiar), tampoco es buena la posición de Rohlfs al recurrir a un préstamo del francés para explicar todos los casos, lo cual le lleva, entre otros, al absurdo de que el cast. mismo y oc. mezesme debieran ser galicismos.―

13 En una inscripción de la urbe romana escrita bajo Antoníno Pío se lee «Germanos Maurosque domas sub Marte guitanos, / Antonine, tua diceris arte Pius» (CIL VI, 1208). Es tentador entender ‘dominas por la guerra a los jefes germanos y mauritanos’, e identificar guitanos con guías, suponiendo un acusativo plural germ. *witans, semejante a lo ideado por M-L. Pero hay que abandonar la idea, pues sería un anacronismo muy grande admitir la transcripción de la W- germánica por GU- a med. S. II, cuando todavía la V- latina se pronunciaría aproximadamente igual que la W- germánica, y de acuerdo con ello se latiniza en V- en los préstamos más antiguos: los casos de GU- más antiguos se fechan en el S. V (Gamillscheg, R. G. I, p. 269). El vocablo permanece enigmático y sólo nos consta, pues se trata de un dístico perfectamente medido, que tenía la cantidad guĭtānos; habrá error del lapicida, pero es muy difícil que sea gutanos = gót. guthans ‘godos’, tanto por la sintaxis como porque la lucha de este pueblo con el Imperio no empezó hasta el año 237.―

14 A. Pal., B. A. E. 116, 132 emplea guitón: «los nonbres de las enseñas son siete, conviene saber: vandera, pendón, palón, grínpola, guitón, estandarte, confalón», cf. it. guidone.