GUACHO, ‘huérfano, sin madre’, ‘borde, ilegítimo, expósito’, ‘cría de un animal, y especialmente pollo de pájaro’, sudamer.; ‘chiquillo’, albac., conq.; del quich. wáིƇa ‘pobre, indigente’, ‘huérfano’, diminutivo de wah ‘extraño, extranjero’.
Lenz,
Dicc., 359-62; Friederici,
Am.
Wb., 269.
Guacho es vocablo usual actualmente en el Plata, Chile, Perú, Ecuador y Sur de Colombia (más al Norte, en esta República,
guaucho). Además de las acs. indicadas arriba, tiene otras derivadas: ‘silvestre, que nace espontáneamente en medio de plantas cultivadas’;
guacha ‘jugada perdida o falsa, falta en el juego de la bola’ (en Chile), de ahí
darle las guachas a uno ‘darle calabazas, despachar a uno’ (en Chile o Cuyo). La
h aspirada, que precede en quichua a la
ch, y procede de una
k antigua, ha dejado huellas en la pronunciación del Interior argentino y ecuatoriano:
guascho en Catamarca (Lafone), Tucumán
1 y Jujuy (Carrizo,
Canc.
Pop.
de J., glos.),
huaccha en Catamarca,
guaccha en el Ecuador («huérfano, pobre, infeliz», Lemos,
Supl. II, p. 32); de ahí también el colomb.
guaucho (comp.
GAUCHO). Según indica Lenz, es probable que los españoles confundieran con el quich.
wáིƇa otra palabra del mismo idioma,
wáƇ’okk ‘adúltero’, ‘fornicario’, que ayudaría a la formación del significado ‘borde, ilegítimo’; de una imitación imperfecta de la consonante final quichua saldría
*guáchar, y de ahí la variante castellana
guácharo2, viva en Guayaquil (Lemos,
l.
c.) y otro tiempo en Chile, según se ve por el derivado chil.
guacharaje ‘conjunto de terneros separados de las vacas’
3, ‘conjunto de hijos ilegítimos’. En ambas variantes el vocablo se propagó a España, lo cual se explica por la gran cantidad de hijos ilegítimos engendrados por los conquistadores en las mujeres del país: pronto constituyó esto una característica tan importante de la sociedad americana que los españoles repatriados y los indianos que viajaban a la metrópoli no tuvieron dificultad en popularizar allí el vocablo. El hecho es que ya Covarr. registra
guácharo «el que continuamente está llorando y lamentándose», y así lo emplea Fr. Ant. Álvarez (h. 1600: Cej. IV, p. 544),
Aut. le da el significado ‘hidrópico’, y Ponce de León (1605) lo sustantiva en el sentido de ‘hidropesía’ (
unos guácharos); acs. en las cuales se refleja el primitivo sentido quichua ‘pobre, miserable’, pero en las últimas hubo además cruce semántico con
AGUA y su derivado (
en)
aguachar. Nunca fué
guácharo vocablo muy popular en España, y hoy parece hallarse olvidado.
Guacho arraigaría también en tierras andaluzas, y se ha conservado allí y algo más al Norte: ‘chiquillo, niño pequeño’, ‘boquirrubio, inexperto’, en Albacete, Cuenca y Norte de Murcia (Navarro Tomás,
RFE III, 412; A. Zamora,
RFE XXVII, 249; G. Soriano), ‘polluelo de gorrión’ en Andalucía (AV).