GRILLO, ‘insecto ortóptero que produce un sonido agudo y monótono, al anochecer’, ‘prisión de hierro que sujeta los pies de un preso’, del lat. GRILLUSgrillo (insecto)’; la 2.ª ac. se explica por el ruido metálico que producen los grillos al andar o moverse el preso; en el sentido de ‘germen, brote’ es dudoso que se trate del mismo vocablo, aunque en muchos romances coincide formalmente con el nombre del insecto, pero no se ve de un modo claro en qué consisrtiría la comparación.

1.ª doc.: 1.ª ac. S. XIII, ms. bíblico escurialense I·j·8 (Bol. Inst. Filol. Ch. IV, 314); 2.ª ac. J. Ruiz, 497b1; 3.ª ac. Terr.

GRILLUS es palabra común en latín por lo menos desde Plinio; algunas veces se escribe con Y. Pero aunque los diccionarios etimológicos latinos se abstienen de indicar el origen del vocablo o dicen explícitamente que viene del griego (Walde-H., Ernout-M.), esta afirmación es desde luego un error seguro; pues el gr. ƔρǢλος (posteriormente Ɣρύλλος) en la Antigüedad sólo se halla con el significado de ‘cerdo’, ‘lechón’ o ‘congrio’ (así todavía en Suidas)2, y hay que llegar hasta los diccionarios del griego moderno (Somavera, Hepites) para documentarlo en el sentido de ‘grillo’, que por lo tanto debe de ser de origen latino o romance. Es mucho más probable que el lat. GRILLUS sea onomatopeya sin relación con el gr. ƔρǢλος, derivado de ƔρǢ ‘gruñido’ y Ɣρύζειν ‘gruñir’. Esto impide sacar deducción alguna de la acentuación griega acerca de la cantidad de la I latina, que a juzgar por la mayoría de los romances debió ser larga3; V. mi reseña del dicc. de Ernout-M. en VRom. XI.

Para documentación antigua del cast. grillo como nombre de insecto, vid. Solalinde, Mod. Philol. XXVIII, 91; glosarios del Escorial y de Toledo; APal., 185d; Nebr.; etc. Es de notar que hoy en muchos puntos del Sur de España se emplea grillo como única denominación del saltamontes o langosta; así, p. ej., en la provincia de Almería. Como nombre del ortóptero es voz heredada por todas las lenguas romances: cat. grill, port. y gall. grilo (Sarm. CaG. A21r, Castelao 149.20); además el gall. grilos es nombre de una pieza del rodezno del molino (Sarm. CaG. 71r, cf. p. 105)4.

La ac. ‘prisión de hierro que sujeta los pies de un preso’ se halla, además de J. Ruiz, en invent. arag. de 1397 (VRom. X, 163), en los glos. del Escorial y de Toledo, en APal. 147ddesatar: quasi quitar los grillos»), Nebr. («grillos: prisión de pies», g7), y Aut. da varios ejs. del S. XVII. Del castellano debió pasar al port. grilho (poco usado; un ej. del S. XVII o anterior en Moraes), comúnmente grilhão [S. XVI, ibid.]; el it. grilli en este sentido sólo aparece en un informe diplomático escrito desde Madrid en 1568, por lo tanto es castellanismo ocasional (Zaccaria); el cat. grilló es frecuente desde princ. S. XIV5 y ha de ser autóctono; oc. ant. grilhon, grelhon [fin S. XII: Peire Vidal, Gavaldan, etc.], probablemente ‘grillos’ (más que ‘esposas’, como dicen los dicc.)6, fr. ant. y med. gresillons ‘esposas’ [S. XIII]7; también se dijo fr. grillons en el S. XV, además de gresillons: «Ou temps qu’Alixandre regna, / ung homs nommé Diomedès / devant luy on luy amena, / engrillonné poulces et dés [‘dedos’] / comme ung larron» Villon, Test., 132, que Thuasne explica «qui a les poucettes ou grillons, petites cordes [?] dont on serrait les pouces des gens arrêtés: pour les tenir en respect, on employait les gresillons, qui correspondaient à nos menottes» (de lo cual cita ej. en ms. de la época). Parece claro que proceden de una comparación del ruido que produce el preso, al avanzar penosamente cargado de grillos, con el sonido agudo, penetrante y como metálico del insecto, según indica ya Aut.8

En la ac. ‘lleta, tallo recién nacido de una semilla cuando se siembra o cuando se humedece guardada’, grillo9 es palabra reciente y de uso poco general en castellano; regístrala brevemente Terr., y la Acad. la había admitido ya en 1817: no conozco autoridades ni puedo precisar el área geográfica de su empleo10. Desde luego el cat. grill es palabra de uso más general: no sólo significa lo que en castellano, sino además ‘pierna de nuez’, ‘gajo de naranja’, y debe de ser palabra antigua, pues de ahí pasó al campid. grillu11 (M. L. Wagner, ARom. XIX, 21); además es ‘borbollón de agua’ en el Alto Pallars; en las Baleares tiene la variante grell (pronunciada con ll y no : luego la consonante procede de -LL-), que además de las acs. continentales tiene la de ‘galladura o meaja de huevo’ (Amengual; BDLC VI, 302)12. Por otra parte, gall. grelo ‘gérmenes que echan las patatas cuando se conservan mucho tiempo amontonadas’, ‘retoño de las verduras’, ‘flor de la espiga del nabo’ (Schneider, VKR XI, s. v.; G. de Diego, RFE XII, 11; Milà i F., Rom. VI, 74), port. grelo «o olho que rebenta da semente», «renovo das árbores» [S. XVI], «talo com semente que deixƟo as couves e alfaces já velhas», oc. ant. grel ‘retoño de col’ (Magalona, 1331: ARom. II, 64), prov. greu «germe, bouton», langued. grel, grelh íd., Provenza, Gard, Lozère grelhà (-ià) «bourgeonner», bretón (< rom.) griou «racine des végétaux», Tarento griȓȓi ‘vainas de semilla’. Existe desacuerdo entre los romanistas acerca del origen de esta familia léxica. Schuchardt (ZRPh. XXIII, 192, 334) y Jud (Rom. XLIII, 603-4; VRom. II, 298) parten del romance *CARILIUM (de *καρύλλιον, diminutivo de κάρυον ‘nuez, almendra, avellana’, ‘hueso de fruta’: comp. CAROZO y GARULLA), comp. el it. antic. gheriglio, bergam. garìl ‘nuez sin su cáscara’, logud. carizu, corizone «grossa cioca di fior de lino, lucignolo»; G. de Diego (l. c.) se opone a la idea sin sugerir otra; M. L. Wagner (Studi Sardi II, 1935, 5-52) y M-L. (REW 3900) creen que es la misma palabra que GRILLUS; y Wartburg, después de haber adoptado la primera opinión hace unos doce años, protestando contra la segunda (FEW II, 446b), ahora adopta ésta y declara que la otra no tiene fundamento (FEW IV, -269b). En favor de CARILIUM está la semántica, pero se le opone el tratamiento fonético, no sólo a causa de la A, que no hubiera debido perderse, sino también porque la l gallego-portuguesa y la ll balear postulan claramente una base con -LL- (la forma castellana debiera ser entonces aragonesismo o catalanismo, lo cual no sería inverosímil); por otra parte, es difícil ver cómo se explicaría semánticamente el étimo GRILLUS: la explicación de Wartburg, por comparación del germen oculto con el grillo escondido entre la hierba, está lejos de ser evidente; comp. Irpino griddo «fresco, verde, vegeto» (Rohlfs, ARom. IX, 167), que indudablemente procede del nombre del insecto, por la vivacidad y pertinacia de su canto; de esta idea de frescura o vivacidad se podría llegar por otra parte a la del germen recién nacido, pero reconozcamos que haría falta mejor documentación de esta curiosa evolución semántica13. La explicación de Spitzer (MLN LXXI, 382) es ingeniosa y creo que da en el clavo: el salto súbito del verde insecto que sin embargo parece parte integrante de la planta verde donde se oculta, fué comparado con el nuevo retoño de una planta que surge de pronto, comp. alem. entspringen, ingl. offspring. Desde luego es seguro ya que en esta ac. el vocablo es una aplicación especial del nombre del insecto. Apenas hace falta decir que grillo no puede venir, como quiere GdDD 3018, del lat. GALLA ‘agalla’, por razones de todas clases, no sólo fonéticas (claro que en un diminutivo en -ELLUS no hubiera podido perderse la A, que no se explicaría la í del cat. grill, etc.).

DERIV.

Grilla. Grillar ‘cantar los grillos’ [Nebr.]; grillarse ‘entallecer’ o grillar [Aut.]. Grillera. Grillero. Grillete [Aut.]. Grillón ‘grillete’ [Acad. ya 1817], de ahí engrillonar ‘sujetar con grillos (a un preso)’ (= cat. engrillonar) [S. XVI, Leyenda de José: RABM 1902, 301]; gall. agrilloar («o meu corazón agrilloado» Castelao 290.1).

CPT.

Grillotalpa, tomado del nombre científico grillotalpa, combinación con el lat. talpa ‘topo’ de cuyos hábitos participa el cortón.

1 «El dinero quebranta las cadenas dañosas, / tira çepos e grillos, presiones peligrosas».―

2 Por lo demás, aun en esta ac. es palabra poco frecuente y tardía, de la época imperial. No parecen hallarse denominaciones griegas del grillo, pues τέττιξ era ‘cigarra’ y ęκρίς ‘saltamontes’, aunque según Forcellini éste se empleó en sentido de ‘grillo’; comp. la misma confusión en dialectos españoles.―

3 Exceptuando sólo el rum. grel (también gréer o gríer) y una forma grel empleada en el Languedoc occidental, desde el Ariege hasta el Cantal y la Dordogne. Siendo larga la I, sorprende la -ll del grill catalán, pues este idioma simplifica la -LL- latina tras vocal larga; sin embargo, como en Mallorca pronuncian gri, la -ll catalana ha de proceder de L?l>; de hecho, también proceden de una variante con L?l> el fr. gril, oc. ant. grilh, grelh, alto-engad. grigl y varias formas dialectales italianas (Piamonte, Belluno, Arezzo, Lacio). Esta variante se explicará por la extraordinaria frecuencia del uso del plural GRILLI (comp. oc. ant. aquilh, cabelh, mall. cabei CAPILLI, etc.). En cambio, el it. y cast. grillo y port. grilo corresponden regularmente a GRզLLUS.―

4 No habrá relación con guija, -arro sino alusión al ruido rechinante de esa caja de bolas, cf. gall. ran, rela y sapo, otras piezas del molino gallego.―

5 Muchos ejs. en Ag.; añádase J. Roig, Spill, v. 8493.―

6 En Vicis e Vertutz se cita junto con ceps, y Gavaldan habla de romper los grilhons con una lima, lo cual no podría hacer el preso si estuviese enmanillado.―

7 Junto al fr. ant. gresillon ‘grillo (insecto)’: son formas de origen occitano con una ultracorrección, según reconoce Wartburg, FEW II, 1292 n. 9, y IV 269a y b. La explicación de God. y Raynouard de que los gresillons o grilhons tenían forma de parrilla, no apoyada en los textos, se basa exclusivamente en una etimología falsa, y es difícil de concebir en la realidad. Ni siquiera la definición «fortes cordelettes à serrer les doigts» es de fiar, puesto que al darla los lexicógrafos Monet y Duez ya estaba anticuado el vocablo. La forma occitana grilhon o grelhon sería imposible si el vocablo viniera de CRATICULA, aun si admitiéramos, contra la cronología, que es préstamo francés, pues a fines del S. XII deberíamos hallar *graïllons o *greïllons aun en francés. Por lo tanto, hay que sacar estas palabras del artículo CRATICULA del FEW.―

8 Los grillos se llaman fusschellen o schellen, y las esposas handschellen, en alemán, nombre que coincide con schelle ‘cencerro’. Podría tratarse, por lo tanto, de la misma comparación. Verdad es que los germanistas no están de acuerdo en este punto: Heyne y Paul lo aceptan así, Kluge guarda silencio, los autores del dicc. de Grimm vacilan, y Trübner y Weigand creen que el a. alem. ant. fuozskal «pessulum» (‘cerrojo’, o más bien ‘cepo’ o ‘grillo’) prueba que es palabra de otro origen.―

9 Grillimón, greñimón ‘mal francés’ [1528, SS. XVI-XVII] sería derivado de esta raíz, Gillet, HispR. XXVI, 281-2, lo cual ofrece obvias dificultades morfológicas, etc.―

10 Sé que corre en Aragón, o por lo menos tiene allí muchos derivados: grillarse ‘salir hijuelos en el fruto ya cogido’, ‘empezar a perderse algunos frutos vegetales’ (Borao), Panticosa el trigo grilla ‘se pudre por la mucha lluvia’ (ZRPh. LV, 575), arag. grillón ‘el hijuelo que brota de una simiente’ (Borao, Coll A.), también murciano (G. Soriano).―

11 «Su pilloni chi bogant algunus seminis e fruttas coment’est s’allu, cibudda». Es decir, ‘diente de ajo o de cebolla’. Esto significa el cat. grill, por lo menos en el Alto Pallars.―

12 General en Mallorca en esas varias acs. También grell en Ibiza, hablando de hortalizas (BDLC XIII, 32). Grellar ‘germinar’ (Torres, Costa i Llobera, p. 172). El menorquín Ruiz i Pablo emplea griu, por lo menos en la frase tenir grius al cap ‘ser casquivano’ (Novel·letes Menorquines, p. 10, y glosario), que en la forma grills es usual en el Continente. Comp. el alem. grille ‘capricho, extravagancia’, propiamente ‘grillo’.―

13 Recuérdese que la variante vocálica grillo ~ grelo ‘germen’ se repite en el caso del insecto. Pero se nota que en aquella ac. la e tiene mayor extensión y la forma de la consonante, por lo general, corresponde a -LL- y no a -L?-: así el mall. grell ‘germen’ se opone a gri(ȳ) ‘grillo (insecto)’. Ambas discrepancias fonéticas se explican conjuntamente por la -զ del plural, que además de palatalizar la L, cerraba la է tónica por metafonía, comp. oc. ant. aquilh ‘aquellos’ y formas pronominales semejantes. En el sentido de ‘germen’, el vocablo ya no se empleaba tanto en plural como hablando de los grillos y su canto, que generalmente se percibe como el de una pluralidad: de ahí que en aquel caso no hubiera palatalización ni metafonía, aunque la conciencia de la relación entre los dos vocablos pudiera hacer que en algunos puntos hubiese quien generalizara en un sentido o en otro.