GAYUBA, ‘uva de oso, Arctostaphyllos uva-ursi’ en el Norte y Centro de España, gayomba ‘retama de olor’ en Andalucía y Murcia, bayúnb ‘brusco’ en hispanoárabe; palabra de origen incierto, seguramente prerromana y emparentada con el gasc. jaugue, f., y fr. occid. jôghe, jeyon, ajou, fr. ajonc, ‘aulaga’: las formas galorrománicas suponen una base *AJAUGA (o *AJAUGONE), y las españolas *AGAJÚA.

1.ª doc.: bayúnb, en el malagueño Abenalbéitar, † 1248 (Dozy, Suppl. I, 138); gayuva, h. 1400, Glos. del Escorial; gayunba, 1423, E. de Villena, Arte Cisoria (glosario de Navarro); gayomba, 1606, en el andaluz Bernardo Aldrete (Origen de la Lengua Española, 40v°l).

El estudio de este nombre de planta está oscurecido por el carácter meramente aproximado de las equivalencias botánicas que nos dan las fuentes, y también por el frecuente traslado de un nombre de planta a otras especies semejantes o relacionadas. Abenalbéitar, vocalizando cuidadosamente, en el manuscrito consultado por Dozy, dice que bayúnb es la daphne alexandreia (lauréola, adelfilla), planta timeleácea muy diferente de la retama, y también la chamaedaphne de Dioscórides, que según algunos es el brusco, planta esmilácea más semejante a ciertas especies de retama. Como PAlc. dice que gayovero es el brusco1, y el brusco se llama bayoba en Galicia (Sobreira, a. 1794, cita de Colmeiro V, 100), me parece claro que Abenalbéitar, con su doble equivalencia daphne alexandreia y chamaedaphne, sólo iba en busca de la traducción griega (lengua que él conocía imperfectamente) de una planta española única, que le era bien conocida, y que efectivamente sería el brusco. Por otra parte, Freytag, sin citar fuente, nos da un nombre de la chamaedaphne especificando que es el que le daban en el árabe de España, y al hacerlo vocaliza báynab; Bocthor, que suele atenerse al árabe de Egipto, da este nombre como equivalente de la lauréola, y vocaliza también báynab (s. v. laureóle) u omite las vocales (s. v. thymélée), pero estas equivalencias indican que lo mismo Freytag que Bocthor copian una edición o manuscrito de Abenalbéitar o una fuente derivada del mismo, que carecería de vocales, y ellos las suplieron en la forma más natural según la morfología arábiga; pero el vocablo ciertamente no tiene aspecto semítico. La palabra gayomba, o variantes muy parecidas, designan hoy una especie de retama, la retama de olor (Spartium junceum), en el Sur de España, y el mismo valor parece tener en autores antiguos de la misma procedencia: gayunba en Enrique de Villena, gayomba en el cordobés Aldrete2 y en el murciano Polo de Medina (h. 1640, cita de Aut.). También son andaluzas las fuentes localizables citadas por Colmeiro, en su artículo Spartium junceum (II, 37): Rojas Clemente, que da gayomba y gayombo, García de la Leña (1789: gayumba), Prolongo (gallomba); recogen gayomba, además, Cienfuegos (1627) y Fernández de Navarrete (1742), y gayumba el valenciano Cavanilles (1785), pero como palabra castellana. Estas formas contienen una nasal que creo secundaria.

En cuanto a la forma sin nasal, gayuba y variantes, designa hoy el Arctostaphyllos uva-ursi, planta ericácea diferente del brusco, pero que tiene en común con éste el ser planta montañesa (suele crecer entre 1.500 y 2.000 metros de altura) y el producir como fruto una pequeña baya o drupa de color rojo. Hallamos ya gayuva en el glosario del Escorial, con la traducción augerulus (que según indicó Moll, RFE XXVI, 500-1, será latinización del arabismo acerolo, planta que también produce una baya comestible); gayuva, gayuvo y el colectivo gayovar en la Gaya de Segovia (1475; p. 48); el derivado mozárabe Gayubel (que en castellano sería *Gayubillo)―así en el S. XIII, Repartimiento de Valencia―ha dado hoy Gaibiel en el partido de Segorbe (Simonet, s. v.), y una forma que Simonet lee ġâbba, pero que más bien deberá vocalizarse ġaȐúbba, figura en Abenalbéitar como traducción del ár. ínab ad-dúbb, traducción literal del cast. uva de oso, es decir, el Arctostaphyllos3. El vocablo existe hoy como nombre de esta planta en el Norte y Centro de España, según los datos recopilados por Colmeiro (III, 525): gayuba en la Alcarria y Vizcaya, agauja4 en León, gaulla en la Bureba, abugués en la Rioja5, aguavilla [< *agauvilla] en Albalate de Zorita (Guadalajara), gayubera o gayubilla en lugares de la Alcarria, galluva en Utiel (todo esto según autores de la 2.ª mitad del S. XVIII), agaiuva o agauva en Toledo (según Sarmiento, misma fecha), gallúa en Sierra Nevada (Boissier, 1838), galluvera en Guadalajara (M. Laguna, 1864), gayubasa en Titaguas (zona aragonesa de Castellón: Rojas Clemente), agallúa en Galicia (Lange, 1860), en valenciano gallufa (F. Gil, 1794) o gallufera (Cavanilles), en el Maestrazgo el fruto galluba y la planta gallubera o gallumera (G. Girona, S. Benedito).

Hay que desechar la idea de Moll de partir de un GALLI UVA ‘uva de gallo’, que hubiera dado *gajuva o *galluva en Castilla, cuando las formas del glosario del Escorial, de Segovia y del Repartimiento valenciano nos prueban que estamos ante una -y- originaria, pues no hay yeísmo en la Edad Media. Por otra parte, como la gayomba es retama, y gayovero y otras formas citadas arriba designan el brusco, Ruscus aculeatus, me parece necesario relacionar con el tipo *AJAUGA, que en el Oeste de Francia designa la aulaga, planta muy análoga a la retama, pero espinosa como el brusco. Para este tipo prerromano puede verse Gamillscheg (EWFS, 540-1) y M-L. (REW, 4579)6. Recordaré que el tipo jaugue, yaugue, ayáugo, se extiende hoy por toda la Gironda y Norte de las Landas (ALF, s. v. ajonc; Millardet; Atlas, n.° 8), y el colectivo jaugà aparece en escritura landesa de 1515 (Millardet, Textes, gloss.), jaugrà en una girondina de 1584 (Rom. LXVIII, 154-7)7; y que en francés, además del literario ajonc (< *ajaon < *AJAUGONE), hay ajou en el S. XIII (latinizado en ajothum en el S. XII); y, en los dialectos, jôghe en la Charente-Inférieure, ajaillon en el Poitou, jeyon, jeyan, jian en el Bas-Maine, jeyon en el Orne, jion en el Haut-Maine, Sarthe, Mayenne, en Bretaña y Normandía.

Todas estas formas suponen un derivado *AJAUGONE y las gasconas el primitivo correspondiente *AJAUGA, mientras que las formas españolas se explican por una base *(A)GAJÚA, de donde gayúa > gayuva. Una de las dos variantes principales puede ser metátesis de la otra. El *AJAUGA gascón recuerda vagamente el tipo *AJELAGA que ha dado el nombre de la aulaga en castellano, catalán, languedociano y provenzal (V. AULAGA): si hay relación o no, es muy difícil de decir8. Desde luego la forma *AGAJÚA tiene fisonomía vasca (la -A puede ser el artículo), y dado el carácter flotante del acento en vasco, la metátesis AGAJUA > AJAUGA (o viceversa) era muy fácil. Junto al tipo *AJAUGONE (fr. ajonc) existió *AGA(J)UONE, de donde el oc. ant. agavon y el cat. ga(v)ons, augons ‘Ononis campestris’, sinónimos de ajonc (vid. Alcover).

Hubschmid, FEW V, 51, dice que para el fr. ajonc no es necesario partir de (A)JAUGA; fijándose en sus variantes Saintonge agiaons, agion, Pléchâtel õ, fr. ant. jaonnois, cree que hay que identificarlo con el oc. agavoun ‘Ononis spinosa’ y cat. gaons (además Creuse ajaou íd., Lallé ajavous «touffes de l’astragale épineuse», langued. agabous íd.); a su vez éste tendría la misma raíz que AGAVANZO (otra planta espinosa, pero diferente), cat. gavarra íd., vasco gaparra, k-, bereber tapfart, taqfart «églantier», y Bas-Gâtinais gavachon «ajonc épineux». Adhiriéndose al punto de vista de su colaborador, Wartburg (en Bloch, 2.ª ed.) ha cambiado, como étimo de ajonc, la base *AJAUGONE en *GABO; pero últimamente Hubschmid, VRom. XI, 291, prefiere suponer que la base sea *GAP-, preindoeuropea. Ahora bien, las formas catalanas gaons y gavarra, oc. agavoun y cast. agavanzo exigen como base fonética precisamente (A)GAB- (O GAV-) y no GAP-; el fr. ant. ajou postula AJAUGU en forma muy clara; y en general no veo lo que se gana separando ajonc de su sinónimo *JAUGA (gascón jaugue, etc.) y uniéndolo con gaons y con agavanzo, que designan plantas muy diferentes. Hay que desechar resueltamente esta innovación de Hubschmid y Wartburg.

1 «Gayovero: ?ayçará», ed. facsímil, folio s2v°, col. b; ed. Lagarde, 259.22. Está fuera del orden alfabético, tras Galipoli, en calidad de palabra que él agrega a la nomenclatura de Nebr., en cuyo diccionario no figura gayovero. En otra parte de su diccionario PAlc. traduce ayçarán por juzbarba, es decir, ‘brusco’. El mismo valor tiene esta palabra arábiga en Abenalauam y en Abenalbéitar («houx-frêlon» y «myrte sauvage», en Dozy I, 367b, que quieren decir lo mismo), y de ahí viene gaserans, nombre catalán del ‘brusco’, según detallé en BDC XXIV, 15.―

2 «Dioscórides pone dos suertes de esparto, el uno es la retama y el otro la genista o gayomba... Plinio dize que de la gayomba usavan los griegos para hazer cuerdas».―

3 No hay que pensar en derivar gayuba de ínab ad-dúbb, ni aun suponiendo una aféresis *baddubb: de ninguna manera se habría perdido la dd geminada. Pero es verosímil que la geminada de ġaȐúbba se deba al influjo del nombre árabe.―

4 Esta forma será castellanización de *agaúya (según el modelo de paya, oveya, correspondencias leonesas de paja, oveja). Gaúlla y (a)gallúa son también ultracorrecciones de gaúya y agayúa.―

5 Esta forma recuerda el arag. abugo (ABUBO) ‘cermeña’, pero ha de ser parecido casual.―

6 Por desgracia un artículo AJAUGA o JAUGA ha sido olvidado en el FEW.―

7 De *jauguerar, derivado de un *jauguere, derivado en -ELLA (¿o en -ARIA?).―

8 También podría conjeturarse que el gascón meridional touyague venga de otra variante *UJAGA, con aglutinación del artículo ibero-bereber T-. Pero claro que con esto entramos ya en el terreno de las hipótesis inverificables. Touyague es inseparable del cast.-port. tojo, y es más natural mirar éste como el primitivo que como un derivado regresivo.