Dice este lexicógrafo: «este vocablo tomamos del Toscano: vale concurso de muchas personas que están rebueltas unas con otras, como los niños quando les echan algo a la rebatiña», explicación que reproduce
Aut. al pie de la letra, sin citar ejs. Nunca ha sido palabra muy vivaz en casteñano. Algo más lo fué el verbo
engarbullar ‘enredar, confundir, alborotar’, que ya figura en una carta escrita por Hugo de Montcada desde Italia en 1525 (Terlingen, 305-6), y también en Quevedo; el silencio de los lexicógrafos coetáneos, y aun su declaración explícita de que no son palabras españolas, comprueban la procedencia italiana. En este idioma ya se lee en Berni († 1535), Firenzuola y otros autores de princ. S. XVI, así como en unas cartas de Gheri referentes a 1515 (vid. Tommaseo). Del italiano, a pesar de las dudas de Bloch, viene indudablemente el fr.
grabuge, antes
garbuge,
garbouil,
-ouille y
grabouil, todos los cuales aparecen sólo a med. S. XVI
1 (vid. Godefroy IV, 220), comp. la reveladora vacilación vocálica entre
grabuge y
garbouge en God. IX, 713; la forma del francés normal (> cat.
garbuix) parece tomada del dialecto veneciano, donde
-gio suele corresponder al it.
-glio2. Schuchardt,
Roman.
Etym. II, 209, propuso explicar el it.
garbuglio por un cruce de
groviglio *GLOBICULUS con el it. antic.
borbogliare ‘murmurar’ (oc.
barbouià, fr.
barbouiller, port.
borbulhar ‘burbujear’). Certera en su conjunto, esta explicación puede retocarse en algún punto de cierta importancia, además de los pormenores que ya dejo rectificados arriba: me parece sobre todo que el cruce sería más bien con el antiguo
bugliarsi ‘embrollarse, confundirse’ (ya en el florentino Pucci, S. XIV: Petr.),
buglia ‘concurso de gente’ (S. XVII, aunque éste quizá sea hispanismo), it. mod.
buglione ‘confusión de cosas’, ‘lugar de confusión’
3.
Claro que en España el vocablo ha llevado después su vida y tomado arraigo, p. ej., en gallego: «aquela letra era traballosa de 1er i estaba feita con
garabullo» (Castelao, 173.16).