GARAPIÑAR, ‘solidificar un líquido, congelándolo o en otra forma, de manera que forme grumos’, hermano del port. carapinhar íd., del it. ant. y dial. carapignare ‘rascar’, fr. dial. charpigner ‘arañar’, ‘desmenuzar’, procedentes de un lat. vg. *CARPINIARE ‘arrancar, arañar, desgarrar’, derivado de CARPĔRE íd.
Garapiña figura también en Calderón y en
Aut., como nombre de una bebida helada;
Aut. registra también
bizcochos de garapiña, y
garapiña como nombre de un tejido especial en galones y encajes, cuya forma recuerda dicha bebida
2.
Por lo demás, que el significado del vocablo no hace esencialmente referencia a algo congelado, sino a todo líquido que forme grumos, lo indica el moderno
almendras o
piñones garapiñados, golosinas bañadas en almíbar agrumado. El port.
carapinhada es «bebida congelada que forma frocos»,
carapinho ‘crespo, encrespado’ (con referencia al cabello), y la antigüedad del vocablo en este idioma la prueba el nombre de lugar
Illa Carapinia, que figura en el foral de Seia de 1136 (
PMH,
Leges, I, 372), y se aplicaría a un peñasco de conglomerados. Que la forma en
c-existiría antiguamente en castellano lo indica el campid.
carapigna ‘helado’, tomado evidentemente del castellano (M. L. Wagner,
RFE IX, 234), y el it.
carapignare (término de Lucca, según Petrocchi, también siciliano y sardo) ‘hacer un helado’, que también será hispanismo. Inadmisible la idea de N. Caix (
Giorn.
di Filol.
Rom. II, 1879, p. 66) de derivar de
JARABE, pues no se explicaría el cambio de la consonante inicial: el port.
garapa ‘helado’, que cita este autor, ha de ser por el contrario derivado regresivo del cast.
garapiña, falsamente percibido como un diminutivo portugués. Son en cambio autóctonos el it. ant.
carapignarsi «grattarsi l’un l’altro dalla contentezza» (en el
Decamerón), manceau
charpeigner,
chairpigner «déchirer, égratigner», fr. centr.
charpigner «mettre en menus morceaux, tourmenter», Chevagnes
charpigner «effiler de la laine», Perigord
charpignà «prendre aux cheveux», Pézénas
charpignà «chercher querelle» (
FEW II, 402
b), que según indicaron ya Spitzer y Singleton (
MLN LIX, 88-92), aunque sin relacionarlos con
garapiñar, proceden de
*CARPINIARE, derivado de
CARPERE; de otros derivados del mismo verbo proceden rum.
scarpinà ‘rascar’, engad.
s-charpiner ‘deshilachar’, milan.
scarpinà ‘desgreñado’,
carpiáss «rapprendersi, cagliare, gelare»; V. además mi artículo
ESCARAPELAR. De ‘rascar’, ‘desgarrar’, se pasó a ‘formar burujones en la piel’, y de ahí ‘formar grumos’. Ë1 gall.-port. ant.
carpinha (
Demanda do Graal, ed. Migne II, 303;
Cantigas S.
M.
ª, ed. Mettmann II, n.° 105/98),
dar -as,
dar ũa -a ‘dar gritos’ tiene origen análogo, como indica Piel,
Pg.
Fgn.
Görresges. VIII, 1908, 155-7; de ahí luego el mod.
carapinha ‘pelo rizado’ ‘pelo crespo a modo de estropajo’ («Wuschelhaar»).