GAMUZA, ‘cabra montés’, aplicado casi siempre a la piel de este animal y a la de otros de cualidades semejantes, empleada con finalidades comerciales: procede en último término del lat. tardío CAMOX, -ĶCIS, íd., de origen alpino prerromano, pero no es palabra hereditaria en la Península Ibérica, y aunque no está bien identificado el lugar de origen de la forma española, debió de llegar de los Alpes occidentales por Génova (o quizá Marsella).

1.ª doc.: camós, h. 1300, Gr. Conq. de Ultr., 171, 174; gamuço, invent. arag. de 1354; camuza, C. de Castillejo (1490-1550); gamuça, Oudin.

En todos estos textos y en los demás que pueden citarse se trata del cuero de la gamuza (o del de otro animal de apariencia semejante) como artículo comercial o de vestir: «una spada guarnida de gamuço con el arciaz del ffalo de argent» en el citado inventario (BRAE II, 707), «otra spada guarnida d’argent con vayna de gamiço morena», en otro de la misma procedencia, del año 1374, donde deberá leerse indudablemente gamuço, errata que reaparece en contexto semejante en otro pasaje del mismo inventario, «la spada... con la vayna de gamiça (l. gamuça) cardena con la sintta guarnida en tela de savastre» (ibid. II, 350, mismo año; otras variantes, VRom. X, 159); en las Novelas Ejemplares habla Cervantes de unos follados de camuza; y en el Quijote, de un jubón o de todo un vestido de camuça; Quevedo menciona calzas y bigoteras de camuza o gamuza (V. DHist. y Aut. en los artículos respectivos); más testimonios de la forma en c- en Fcha., y de gamuza en Cuervo, Obr. Inéd., p. 391; como éste observa, es imposible averiguar por estos testimonios si el vocablo tenía -ç- sorda o -z- sonora en la Edad Media, y la grafía de los inventarios citados, si bien es favorable a la ç, no es decisiva, pues en Aragón es donde aparece primero la confusión entre los dos sonidos. Sea como quiera, está fuera de dudas que en España sólo se menciona este animal por su cuero, y aunque los diccionarios, como Oudin, Covarr. y Aut., se refieren también con este nombre a la cabra montés viva, claro está que esto no prueba que recibiera este nombre en las montañas hispánicas, sino sólo que los comerciantes conocían, según era natural, la procedencia animal del artículo que expendían: estos mismos diccionarios se apresuran a referirse a los productos hechos de gamuza, y aunque Terr. en su traducción de la obra francesa Espectáculo de la Naturaleza llama camuza a la cabra montés que salta de una peña a otra, tampoco esta mención de un enciclopedista prueba nada acerca del uso popular.

El hecho es que las únicas denominaciones populares de la gamuza y sus variedades son sarrio (con su variante chizardo) en los Pirineos aragoneses, rebeco (robeço) y quizá bicerra (V. BECERRO) en la cordillera Cantábrica, y cabra montés en los Montes Ibéricos; el antiguo nombre ibérico o celtibero parece haber sido IBEX y el vasco-pirenaico (I)ZARR-. Lo mismo cabe decir de las zonas de lengua gallegoportuguesa (recuérdese el antiguo iviçom) y catalana (isard en la parte occidental, cabirol en los Pirineos orientales, salvatge m. en los Puertos de Beceite). Del port. camurça no conozco ningún testimonio antiguo, pero Moraes, tras definirlo vagamente «especie de cabra brava», se apresura a especificar «o coiro dellas preparado para vestidos, arreyos, etc.», mostrando lo único que conoce de visu o por referencia directa. É1 cat. camussa se refiere también al artículo elaborado, V. ejs. en Alcover, y aunque este diccionario cita un texto de 1380 («la camusa que·ns havets enviada es assats bella») como si se aplicara al animal mismo, sabido es que el rebeco difícilmente puede capturarse vivo y desde luego no vive en cautividad, de suerte que se tratará también de una piel de gamuza. Por otra parte el hecho es que nunca se ha dicho en castellano arisco o ligero como una gamuza, y lo mismo puedo atestiguar en Cataluña, donde son tan vivas frases del tipo esquerp com un isard, lleuger com un cabirol. En conclusión, no podemos mirar estas formas como autóctonas en ningún punto de la Península Ibérica1. No hay duda de que fueron traídas por el comercio, seguramente por vía marítima, y a juzgar por la aparición más temprana en Aragón y Cataluña que en ninguna parte, entrarían por el territorio de lengua catalana.

No creo se tomara el vocablo del a. alem. ant. gamuz (hoy gemse), puesto que no había relaciones comerciales directas entre España y la Alta Alemania, por lo menos en la Edad Media. La piel de la gamuza alpina se exportaría sea por Marsella (marsell. y Alpes Marítimos camous), o sea más bien por el puerto de Génova, con la forma que reviste el vocablo en el Piamonte y Lombardía Oriental: piam. camùs, Val Sesia y Val Anzasca camussa (M-L. menciona un genov. kamüša, no confirmado por Casaccia, que sólo trae camoscio y camozza, pero pudo ser forma antigua). Acerca de los problemas relativos al étimo lejano CAMOX (documentado en el S. V), voz prerromana ajena probablemente al céltico, V. el resumen de la cuestión en el FEW II, 148-9, y demás bibliografía citada allí y en mi artículo; Bertoldi (ZRPh. LVI, 181) cree que existe parentesco lejano con el caucásico kamüš o gamš ‘búfalo’. Hubschmid, ZRPh. LXVI, 9-14, trata de este otro problema, con valiosos materiales, pero conclusiones muy dudosas, en particular la de que la raíz del vocablo haya significado ‘pértiga’ o ‘cuerno’, pues es más probable que la familia (dialectal, local y reciente) del santand. gamas ‘cuernos’, ast. gamu ‘palo con gancho para pescar’, gamayo ‘rama’, sea derivada de gamo (por los cuernos típicos del gamo) que al revés; y es más probable que el cast. gamo resulte de un cruce de los dos sinónimos DAMUS (fr. dain) y CAMOX, que suponerle representante directo de la raíz de éste; luego en realidad no consta que la raíz de CAMOX no sea KAMOK- más bien que CAM-, y por lo tanto el vago parecido fonético con gamón, y su todavía más vaga analogía semántica, es verosímil que no signifiquen nada (los demás enlaces, con el sardo gama ‘rebaño’, etc., son todavía más aventurados).

DERIV.

Gamuzado [1644, Martínez de Espinar]. Gamuzón.

1 Es verdad que la r del port. camurça recuerda notablemente la de las formas centro-réticas (Belluno camorz, Livinallongo chamourć, Gardena chamorć, Comelico chamordza), del saboyano famúr, del nombre de lugar Chamours en los Alpes del Delfinado y del calabr. camorcia ‘cuero de gamuza’, como observaron M-L. (ZRPh. XXXI, 503), Jud (BDR III, 8), Spitzer (ARom. XI, 247) y Wartburg (FEW 149, n. 1), y como esta r no es explicable por condiciones de fonética local ni de otra manera, es tentador suponer que procede de una variante en el tipo prerromano, conservada solamente en Portugal y en ciertos valles alpinos. Pero a pesar de todo deberá rechazarse la idea y considerar debida esta coincidencia a una mera casualidad, o a importación de alguna de estas formas alpinas. La r del port. camurça puede deberse a una ultracorrección fonética como las que menciona J. de Silveira, en su observación a mi artículo sobre combleza (en la Rev. Port. de Filol., comp. mi réplica), o bien a una contaminación, sea de CORZO, o más bien de murça ‘muceta’. Creo que nada tiene que ver con la mula camurzia o camuçia de J. Ruiz (395c) puesto que se trata de otro animal.