GABÁN, probablemente del ár. qabâȐ ‘sobretodo de hombre’.

1.ª doc.: gavant, invent, arag. de 13621.

En los Refranes que dizen las Viejas tras el fuego (med. S. XV) se lee «botas y gaván encubren mucho mal»2. Figura también gaván, como palabra de rústicos, en la Farsa de Alonso de Salaya3 (3.r cuarto del S. XVI), en Mariana y en Cervantes, para el vestido de una pastora en el navarro Arbolanche (1566), 181r6, y hoy sigue siendo usual, aunque Juan de Valdés, h. 1535, pretendía que gaván y balandrán eran voces anticuadas desde muchos años (Diál. de la L., 107.23)4. Estudió detenidamente el problema etimológico Vidos, ZFSL LVIII, 449-57, y en líneas generales se pueden aceptar sus conclusiones.

El ár. qabâȐ pertenece al idioma clásico, y fué también corriente en España (R. Martí); parece ser muy antiguo en el idioma, aunque no puede asegurarse que venga del tiempo de Mahoma, pues la leyenda referente al profeta, en que se menciona el vocablo, figura en un autor posterior; hay razones para creer que sea de formación semítica y que del árabe pasara al persa y no al revés, como se ha afirmado5; comp. CABAZA. El it. gabbano se documenta desde 1388 (b. lat. cabanus), el fr. caban (más tarde gabán) desde 1448, oc. caban desde 1485; del port. gabão y del cat. gavany [-nt, S. XVII] sólo hay datos modernos; en el Sur de Italia el vocablo es muy popular en la forma cabbanu o capano (Matera kuapan < capanu «pesante cappotto da contadino», ZRPh. XXXVIII, 272). Como Vidos contaba con muy escasa documentación castellana, creyó que gabbano se tomó del árabe en Sicilia y de ahí se extendió por Italia, y a través de Francia pasó a la Península Ibérica. Ahora sabemos que en España hay documentación todavía más antigua que en Italia, y en aquel país tuvo el vocablo carácter muy popular; luego debemos rectificar sus conclusiones en el sentido de que gabán entró silmultáneamente por España y por Italia, y resulta dudoso de cuál de los dos países proceden las formas galorromances. En cuanto a la adición de la -n romance, es innecesario, por lo menos en castellano, explicarla por un cruce con balandrán, según quiere Vidos, pues es fenómeno normal en los arabismos tras vocal final acentuada, vid. M. L. Wagner, RFE XXI, 237-43. De notar es que gabán no se tomara con aglutinación del artículo al-.

DERIV.

Gall. gambanetazurrarle a uno la gambaneta: azotarle» Sarm. CaG. 229r). Engabanar ‘cubrir con gabán’ [h. 1665, F. de Navarrete], comp. cat. engavanyar ‘entorpecer (los movimientos de alguien)’. Vid. GABARDINA.

1 «Una saya de blanchete viella. Un gavant vermelló viello», BRAE III, 89. «Un gavan de gamellín. Un sombrero», invent. arag. de 1368, BRAE IV, 345. Según Wartburg, el cast. gabán estaría ya documentado en 1351, dato cuya procedencia ignoro.―

2 RH XXV, 149.―

3 Ed. de Gillet, v. 37.―

4 También en Mal Lara: «assí a este desposado, viéndole en son de hazer mercedes, porque estava con su gavan rico, pidiéronle de la fruta que tenía» (Philos. Vulgar III, refrán 84). La forma haván de la edición de 1568 será errata, rectificada en las de 1618 y 1621.―

5 En efecto, aunque qabā «vêtement, tunique» es palabra de uso general en persa, los vocablos en q- son generalmente arabismos (cf. Saleman-?ukovski, Pers. Gramm. 144*).