Caña como equivalente de
gaznate figura en la traducción de Cauliaco (h. 1500:
DHist. II, 640
a, n.° 9). En la misma obra se lee
cañón de la trachea arteria, para expresar el conducto interno que constituye esta parte del cuerpo, vid.
DHist., 649
b, n.° 8; Torres Villarroel lo aplica a otros conductos, como los de la nariz y de los intestinos; cat.
canyó ‘garguero’, ‘esófago’. Empleado absolumente
gañón tiene ya el valor actual de ‘gañote’ en Herrera, Percivale («the throate, the gullet, the cud of a beast, the throate boll, the gargill, the craw, the crop or gorge; sometimes ravening or gluttony») y Oudin («le gosier»). Hoy es palabra poco común, aunque la Acad. no la da como anticuada, y vive indudablemente en algunas partes; de ahí traslaticiamente se aplica a una ranura de madera que recibe un espigón de hierro, en las norias, en Daimiel (Mancha) («das hölzerne ‘Lager’ für den Eisenstift»: Giese,
ZRPh. LIV, 520). El vocablo parece haber sufrido una contaminación progresiva por parte de
GAZNATE, la cual primero afectó sólo la consonante inicial (de donde
gañón) y después se extendió a la terminación, de ahí
gañote. Es demasiado sumario, y poco satisfactorio, decir que
gañote es un cruce de
CANNA con
GULA [impopular en castellano] o con
GANNITUS, según escribe G. de Diego,
RFE IX, 146. Hoy
gañote es término popular, o mejor vulgar, más o menos en todas partes (se emplea, p. ej., en León: Puyol,
RH XV, 5), y del castellano parece haber pasado al cat.
ganyot1, donde encontró apoyo en el autóctono
ganya ‘agalla’, y al portugués del Alentejo (
ganhote en Évora:
RL XXXI, 9). En otras partes ha habido diferentes cambios de terminación: salm.
gañola ‘garganta’ (que inicialmente pudo deberse a una disimilación),
gañuelo ‘gaznate’ (Lamano; como voz charra en Araujo,
Est.
de Fon.
Kast., p. 15).