ESTACA, quizá del germánico, si la palabra tuvo en gótico la forma *STAKKA (ags. staca, ingl. stake, neerl. med. stake, neerl. staak, escand. ant. stjaki, sueco stake íd.).

1.ª doc.: Cid.

Es ya palabra frecuente en el idioma medieval: aparece un par de veces en J. Ruiz, en los glosarios del Escorial y de Toledo, en invent. arag. de 1403 (¿‘parte del yugo’?, VRom. X, 149), en Nebr. («estaca para atar bestia; estaca para plantar»), el masculino estaquiello ‘puntero que emplea un estudiante’ está en Berceo (S. Dom., 36c), etc. No es menos frecuente y castiza en portugués, catalán [S. XIV], lengua de Oc, y en el fr. ant. estache íd., que ya se halla en la Chanson de Roland y es muy abundante hasta fines de la Edad Media; el italiano, con su stécca ‘varita’ se aparta formal y semánticamente y se acerca al a. alem. ant. stëcko ‘bastón, vara’, suponiendo un gót. *STIKKA. En cuanto a las formas ibero y galorromances, quizá no quepa dudar tampoco de su origen germánico, pero se ha vacilado acerca de su exacta procedencia1. Me aparto de las dos opiniones divergentes que ha sustentado Gamillscheg2 para adherirme a la de M-L. (Prager Deutsche Studien VIII, 73), más satisfactoria. Aunque el vocablo no está documentado en los textos de Úlfilas, tenemos derecho a conjeturar su existencia en gótico, en vista de su gran extensión entre los dialectos germánicos, y teniendo en cuenta la presencia en dichos textos de otros vocablos muy semejantes, de la misma familia: hleithrastakeins ‘acción de plantar o clavar la tienda (hleithra)’ y staks ‘cicatriz, señal de herida’. Aunque al ags. staca y demás formas emparentades que he citado correspondería un gót. *STAKA con -K- sencilla, indicó M-L. que en la forma gótica habría generalización de la kk que estaba justificada como resultado de kn en los casos débiles: el caso se da en otras palabras góticas, y en nuestra familia de vocablos lo tenemos en el a. alem. ant. stëcko y congéneres. Comp. ATACAR.

DERIV.

Estacar [1590, J. de Acosta]; en otros romances, este verbo es más antiguo y ha dado lugar a la familia estudiada aquí s. v. ATACAR y s. v. ESTACHA; estacadura. Estacada [Nebr.]; estacado [1570, C. de las Casas]. Estacazo [1605, Quijote]. Estacón. Estaquero. Estaquilla; estaquillar, estaquillador.

1 Sin embargo no me atrevería a descartar del todo un origen prerromano, en vista de que existe un umbro stakaz «statutus» (katle tiçel stakaz est, Tablas Eug. IIa15 = catuli deticatio statuta est, participio de un verbo denominativo. Deriva éste de un *staka-, formado como lat. fodico, uellico, etc., y como aviekate ‘auspiciate’ en las propias Tablas, según Ernout, Dial. Ombr., p. 97; pero los comparatistas lo enlazan con el grupo de los ave. staxra- ‘fuerte, riguroso’, staxta- ‘fijo, firme’ (Benveniste, Or. F. N. en Ie., 158), pelví staft, persa med. staxm, persa mod. sitam (Bartholomae, Air. Wb. 1591); staxra- es palabra bien conocida, y aunque staxta- (con el cual se combina un osetino or. stawd) parece ser hápax y con algún problema, la existencia de esta raíz en iranio y con la forma básica stak- es indudable; Pokorny, IEW, 1011.18, cita además un scr. stákati ‘resiste’, aunque éste no es védico ni clásico, y así él como Bartholomae combinan todo esto con todo un grupo de voces germánicas varias y algunas lituanas, etc., y otras de sentido ya más alejado y de pertenencia menos cierta, aunque volvemos a acercarnos a nuestra esfera semántica con el noruego stagle «pfahl» (palo, estaca o poste) y aun el isl. ant. stakka f. «stummel» (pedazo, chicote). De todos modos queda el hecho averiguado de una raíz indoeur. STEK / STK- ‘estar fijo o en pie, objeto erecto’, ampliación, como reconocen Benveniste y demás, de la raíz tan conocida STA-. Ese STAK- bien pudo existir en sorotáptico. Quedamos en duda entre esto y la etimología tradicional germánica del alem. stecken (que ya no tiene que ver con STA- sino con stechen ‘pinchar, brincar’). Mas pese a las pequeñas discordancias o dudas fonéticas que presenta la etimología germánica, quizá debamos atenernos a ella, pues la estaca se emplea ante todo para sujetar el caballo y así pertenece a la esfera caballeresca. En rigor tenemos, pues, derecho a cerrar los ojos ante esas objeciones a que se presta la etimología germánica, aunque al juntárseles la grave anomalía formativa del seudoderivado atacar / estacar, me deja graves dudas.―

2 Primero supuso un fráncico *STAKÔN, emparentado con el neerl. med. staken, escand. ant. staka ‘clavar o plantar una estaca’, de donde el verbo estacar y secundariamente el sustantivo estaca (EWFS, 828a). Pero además de que la forma verbal más extendida es *STA(I)KJAN (a. alem. ant. stcken), desde el punto de vista romance es poco convincente partir del verbo cuando el sustantivo es en general más antiguo, y no puede admitirse que el cast. y port. estaca sean galorromanismos (lo cual entonces sería forzoso), en vista de su gran antigüedad y sabor autóctono. Posteriormente, el propio Gamillscheg (R. G. I, p. 378) ha partido del gótico, pero suponiendo una forma *STAKA, menos satisfactoria, pues aunque la -K- intervocálica en un préstamo tardío podía dar -cromance, la existencia de un vocablo gótico en francés demuestra que el préstamo debió ser muy antiguo, anterior a la época merovingia, y entonces la -KK- geminada es necesaria. Deducción que es también poco segura: la pronta desaparición en francés puede interpretarse en el sentido de menor arraigo en esta zona, lo cual sería debido a una propagación desde el S. de Francia. Ahora bien, el hecho es que el vocablo germánico no se documenta con -kk- en ningún idioma, y aun en gótico tenemos formas con -k- sencilla. M-L. estaba empeñado en probar que no había casos de conservación de una sorda intervocálica en palabras de origen gótico, tesis cuya falsedad es segura (vid. rico, sacar, brotar, etc.).